
Las bolsas europeas abrieron la jornada del lunes con un nuevo récord, impulsadas por el avance de los valores tecnológicos y de consumo, mientras que el sector financiero y de defensa registró descensos, limitando las ganancias generales del mercado. El índice paneuropeo STOXX 600 alcanzó los 589,25 puntos tras una subida del 0,09%, consolidando su posición como referencia clave en los mercados bursátiles del continente.
En el contexto regional, los principales índices presentaron movimientos moderados. El CAC 40 de Francia, el DAX alemán y el IBEX español cerraron con leves alzas, mientras que el FTSE de Londres permaneció sin variaciones al final de la sesión. Entre los sectores con mejor desempeño, destacaron los valores tecnológicos, los relacionados con el comercio minorista y las empresas de alimentación y bebidas. Por otro lado, el sector de defensa y aeroespacial sufrió una caída cercana al 1%, en un contexto marcado por la atención de los inversores a las nuevas señales provenientes de las conversaciones de paz entre Estados Unidos y Ucrania.
En cuanto al sector financiero, las pérdidas registradas durante la jornada contrastaron con su sólido desempeño a lo largo de 2025, periodo en el que ha acumulado un crecimiento cercano al 65% y se ha posicionado como uno de los más rentables del mercado europeo.
Con el cierre del año en el horizonte, el STOXX 600 avanza hacia su mejor resultado anual desde 2021, apoyado por la reducción de las tasas de interés, el compromiso de gasto fiscal adoptado por Alemania y la tendencia de los inversores a diversificar sus carteras, alejándose de las acciones tecnológicas estadounidenses de mayor valor.
El yen avanza por quinta vez en seis sesiones ante expectativas sobre tasas en Japón
El yen registró el lunes su quinta ganancia en seis sesiones, en un contexto de escasas operaciones de fin de año y mientras los mercados evaluaban el calendario de nuevas alzas de tasas de interés en Japón y la posibilidad de una intervención oficial. El fortalecimiento de la moneda nipona se produjo tras la divulgación de un resumen de la última reunión de política monetaria del Banco de Japón (BoJ), en la que los responsables debatieron la necesidad de continuar con el ajuste de tasas, después de haber elevado el tipo de referencia a un máximo de 30 años, situándolo en 0,75% desde el 0,5%.
Las advertencias de intervención han sido un factor relevante en el comportamiento reciente del yen. La ministra de Finanzas, Satsuki Katayama, declaró la semana pasada que Japón tiene margen para responder ante movimientos excesivos en el valor de su moneda. Según esas declaraciones recogidas por Bart Wakabayashi, de State Street, estos mensajes oficiales han contribuido a limitar las apuestas especulativas en dólares y yenes, aunque el escepticismo en torno a la divisa japonesa se refleja en otros pares cambiarios.
Desde Nueva York, Marc Chandler, de Bannockburn Capital Markets, explicó que “las condiciones para una intervención no se dan en este momento, y esas condiciones serían una acción de precios drástica o una alta volatilidad (…) desde que subieron las tasas, la volatilidad ha fluctuado ligeramente, pero no creo que se alcance el umbral”. Chandler añadió que el mercado ahora está enfocado en el próximo año y que los movimientos recientes corresponden a órdenes de último momento de bajo volumen, por lo que no representan una señal clara de tendencia, destacando que en los últimos días el mercado se ha mantenido en un proceso de consolidación.
A pesar del aumento de tasas del BoJ, el yen llegó a debilitarse hasta alcanzar un mínimo mensual de 157,77 unidades por dólar, lo que generó nuevas advertencias sobre una posible intervención. La última vez que Japón intervino en los mercados para sostener su moneda fue en julio de 2024, después de que el yen tocó un mínimo de 38 años de 161,96 por dólar.
(Con información de Reuters)