
Estados Unidos ha ofrecido a Ucrania garantías de seguridad durante 15 años como parte de un plan de paz en discusión, afirmó el presidente ucraniano Volodimir Zelensky el lunes. El mandatario expresó que preferiría un compromiso estadounidense de hasta 50 años con el objetivo de disuadir a Rusia de futuros intentos de anexión por la fuerza. El núcleo del acuerdo incluye garantías consideradas “sólidas” frente a posibles agresiones, y la propuesta estadounidense contempla la presencia y supervisión de países aliados, aunque sin detallar la naturaleza de ese despliegue.
El presidente estadounidense Donald Trump recibió a Zelensky el domingo en su resort de Florida, donde sostuvo que Ucrania y Rusia están “más cerca que nunca” de alcanzar un acuerdo de paz. Trump también dejó abierta la posibilidad de ampliar las garantías de seguridad más allá de los 15 años inicialmente propuestos, una cuestión que, según Zelensky, dependerá de la aprobación tanto del Congreso de Estados Unidos como de los parlamentos de otros países implicados en la supervisión del acuerdo.
Los negociadores de ambos países aún buscan consensos en temas clave, entre ellos la posible retirada de fuerzas militares de ciertas zonas y el futuro de la central nuclear de Zaporizhzhia, una de las diez mayores del mundo y actualmente bajo control ruso. Trump reconoció que las negociaciones, lideradas por Estados Unidos durante varios meses, podrían fracasar en cualquier momento.
Zelensky, en mensajes de voz enviados a periodistas a través de Whatsapp y citados por Reuters, subrayó “sin garantías de seguridad, realmente, esta guerra no terminará”. El mandatario también reiteró que la guerra comenzó en 2014, con la anexión de Crimea por parte de Rusia y la insurgencia separatista en el Donbás.
Las condiciones precisas de las garantías de seguridad no se han hecho públicas, pero Zelensky mencionó que incluyen mecanismos de monitoreo del cumplimiento del acuerdo y la “presencia” de socios internacionales. El asesor del Kremlin Dmitry Peskov indicó que los presidentes de Rusia y Estados Unidos prevén conversar próximamente, aunque no está previsto ningún contacto entre Vladimir Putin y Zelensky.
El plan de paz en discusión contempla un paquete de veinte puntos que Zelensky desea someter a un referéndum nacional en Ucrania. Para organizar la votación, sería imprescindible un alto el fuego de al menos 60 días, pero Moscú no ha manifestado disposición a una tregua sin un acuerdo definitivo.
El mandatario ucraniano ha insistido en la necesidad de presencia de “tropas internacionales” en el país, una opción que el Kremlin ha rechazado reiteradamente, pero que, según Zelensky, reforzaría la confianza de la sociedad y de los inversores frente a futuros riesgos.
La última versión del plan de paz, modificada a petición de Kiev, deja sin resolver cuestiones como la retirada de las fuerzas ucranianas del Donbás y el compromiso legal de no ingresar en la OTAN. El documento mantiene congelado el frente en las posiciones actuales, sin ofrecer soluciones inmediatas a las demandas territoriales rusas.
Trump calificó el asunto del Donbás como “muy difícil” pero señaló avances en la negociación. Zelensky identificó el futuro de la central nuclear de Zaporizhzhia y las cuestiones territoriales como los dos puntos más delicados pendientes de resolución.
El presidente estadounidense mantuvo una llamada telefónica con Putin antes de la reunión con Zelensky y describió el intercambio como “muy productivo”. Zelensky afirmó que cualquier acuerdo de paz debe ser firmado por cuatro partes: Ucrania, Europa, Estados Unidos y Rusia.
En paralelo a las negociaciones, Rusia intensificó los bombardeos sobre Kiev y su región el sábado, dejando sin electricidad a más de un millón de hogares y anunciando la captura de dos ciudades en el este de Ucrania. Zelensky denunció la contradicción entre los ataques rusos y las declaraciones de Putin sobre su disposición al diálogo.