Ha atravesado encrucijadas muy complejas. Peleó con todo contra un padecimiento tremendo y superó ese desafío con hidalguía y la ayuda de los médicos. Lío Pecoraro entiende de resiliencia, de entregarse con todo a las adversidades de la salud. 

El panelista se ausentó algunos días de su silla en A la Barbarossa, el ciclo de Telefe, por lo cual despertó preocupación. Empero, el periodista regresó al aire y se encargó de explicar todos los detalles de un virus que contrajo y que lo sumió en una necesidad de reposo absoluto.

Apenas comenzó la edición del lunes, Lío arrancó con una frase que arrojó tranquilidad: “Me siento bien”. Y luego narró el cuadro que contrajo: “Todavía estoy un poquito con la carita hinchada, todo eso. Tuve paperas y mononucleosis, que le puede dar a cualquier persona, es un virus”.

En cuanto a más pormenores de la enfermedad, el panelista expresó: “Lo que yo tuve es un dolor tremendo en las parótidas inflamadas”. Y después identificó el momento en que percibió que algo funcionaba mal en su organismo: “Me pasó el último día que vine al programa. Sentía una hinchazón extraña”.

LÍO PECORARO CONFIRMÓ EL TREMENDO VIRUS QUE SUFRIÓ

A la hora de contar su reacción y rápida determinación de acercarse a un centro para chequear sus dolencias, Pecoraro exteriorizó: “De acá me fui a la guardia de la Fundación Favaloro, y ahí el doctor me hizo una eco. Lo primero que me preguntó fue si no sabía leer, porque ahí decía que eran paperas”.

Y así especificó las probables secuelas gravísimas: “El doctor me dijo que esto se podía bajar a los testículos y producir esterilidad. Entonces, por eso fue tan importante el tema del reposo”.  Y también añadió: “El virus de Epstein-Barr, que es el que la provoca, es infinitamente doloroso. Es una inflamación de los ganglios. Y lo que sentí fue algo muy fuerte, como si me convirtiera en un pez globo. El dolor es impresionante”.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.