La reacción de parte del ambiente futbolístico británico a la designación de un entrenador alemán para el seleccionado no fue exactamente igual de indignada a la que hubiera habido en la Argentina con la nominación de un DT inglés, pero se encuentran algunos puntos de contacto. El nacionalismo y cuestiones históricas, que trascienden al fútbol, afloraron con el anuncio oficial de que el alemán Thomas Tuchel será el nuevo conductor de Inglaterra a partir del 1° de enero de 2025.

Que el nuevo director técnico sea extranjero no es motivo suficiente para herir que el orgullo de los inventores del fútbol. Ya hubo experiencias y receptividad con dos foráneos: el recientemente fallecido sueco Sven-Goran Eriksson (66 partidos entre 2001 y 2006) y el italiano Fabio Capello (42 entre 2007 y 2012). Y se veía con buenos ojos que el principal candidato fuera el español Pep Guardiola, cuya dilación en resolver qué hará cuando en junio próximo venza su contrato con Manchester City lo sacó de carrera.

La globalizada Premier League, repleta de capitales extranjeros y una masiva incorporación de futbolistas y entrenadores de otros países, también fue suavizando la mirada etnocéntrica que los ingleses tienen de su fútbol. Se nutrieron de estilos y visiones continentales diferentes a su ADN futbolístico insular, que por años fue pelotazo y carga aérea, apenas tamizado por el passing-game del vecino escocés. La Premier, creada para la temporada 1992/93, todavía no tiene un equipo campeón con un DT inglés. El último fue Howard Wilkinson, con Leeds, en 1992.

Este aperturismo retrocedió sobre sus pasos con la llegada de Tuchel, nacido en Krumbach, Baviera, a The Three Lions. Por un lado están las reticencias futbolísticas. Si bien Tuchel llevó a Chelsea a ganar la Champions League 2021 en la final frente al Manchester City de Guardiola, sus equipos no enamoran por la forma de juego, que prioriza el contraataque sobre el pase y la asociación. Justo en un momento en el que Inglaterra tiene buenos intérpretes para un fútbol más elaborado en los pies de Declan Rice, Jude Bellingham, Conor Gallagher y Cole Palmer. Sus ciclos no tuvieron buenos finales: fue despedido de Borussia Dortmund, Chelsea y Bayern Munich, su último trabajo, donde en la temporada pasada no ganó ningún título, una anomalía en un club que llevaba más de una década monopolizando la Bundesliga. Su etapa en Paris Saint Germain es recordada por las tensiones internas en un vestuario compartido con Mbappé, Neymar y Di María.

Su condición de alemán reflotó los enconos con un país al que Inglaterra se enfrentó en dos guerras mundiales. La rivalidad en la cancha tiene varios capítulos. Inglaterra ganó el Mundial 1966 -su último y único título- que organizó tras vencer en la final a Alemania con un gol fantasma de Geoff Hurst (nunca se comprobó que la pelota haya traspasado la línea de gol). Fue una época en la que los hinchas ingleses humillaban a los alemanes en los estadios con el cántico Ten German Bombers, que evocaba el derribo de los aviones nazis durante la guerra. Con el título mundial, los ingleses hurgaron más en la herida alemana: “Two World Wars and One World Cup” (dos guerras mundiales y una copa del mundo). Luego, Alemania se tomó debido desquite futbolístico al eliminar a los británicos en los mundiales de 1970, 1990 y 2010.

Tuchel en Inglaterra: un alemán al mando de la selección británica reflotó nacionalismos y enconos históricos

Los cuestionamientos no tardaron en surgir desde la prensa. El Daily Mail fue contundente: “Un día negro para Inglaterra. Los Tres Leones apuestan por un alemán, que solo tiene 18 meses para demostrar que está a la altura”. A la publicación se sumó el líder del Partido Reformista de derecha, el populista Nigel Farage, con un posteo que superó el millón de vistas en su cuenta de X: “¿Por qué no podemos tener un manager inglés?”

El diario Telegraph editorializó de manera tajante: “Alemania nunca pondría a un inglés como entrenador y es lo correcto. Saben que esa posición es obligatoria para un alemán”. Harry Redknapp, entrenador con más de 30 años de recorrido en diferentes bancos, también se opuso: “Estoy un poco decepcionado. Quiero un inglés para Inglaterra. Soy muy patriótico. Tampoco es un entrenador de grandes éxitos. Entró y salió de varios clubes”.

La cálida recepción para Tuchel provino de la realeza británica. El príncipe William escribió en su cuenta de X: “Tiempos emocionantes para Inglaterra, con una generación de jugadores talentosos y un nuevo entrenador tomando las riendas. Thomas, te deseo la mejor de las suertes, ¡todos te apoyamos!”.

Otra bienvenida a Tuchel se la dio la Federación Inglesa (FA). “Es un día muy emocionante para el fútbol inglés. Hemos nombrado a uno de los mejores entrenadores del mundo”, lo recibió el presidente Mark Bullingham, que agregó: “Nuestro objetivo siempre es ganar un torneo importante y creemos que Thomas nos da la mejor oportunidad posible de hacerlo en el próximo Mundial”.

Tuchel, entre sonrisas, apeló a una ironía filosa cuando le preguntaron si tenía un mensaje para los fanáticos ingleses decepcionados por tener un entrenador extranjero: “Lo siento, tengo un pasaporte alemán”. Luego dio un mensaje de compromiso y lealtad: “Espero poder convencerlos, mostrarles y demostrarles que estoy orgulloso de ser el entrenador de Inglaterra y haré todo lo posible para mostrar respeto por este papel y por este país. Hace mucho tiempo que siento una conexión personal con el fútbol de este país, ya me ha brindado algunos momentos increíbles. Tener la oportunidad de representar a Inglaterra es un gran privilegio”.

Para darle un toque british al comando del seleccionado, la FA puso como principal ayudante de campo de Tuchel al inglés Anthony Barry, de reconocida capacidad como asistente de un entrenador principal. Ya lo fue de Tuchel en Chelsea y en Bayern Munich, y también acompañó a Roberto Martínez en los seleccionados de Bélgica y Portugal. Otro punto de apoyo importante será Harry Kane, el capitán y máximo goleador histórico de Inglaterra, dirigido por Tuchel en Bayern Munich: “Conozco muy bien a Thomas desde hace un año. Es un entrenador y persona fantástica”.

En dos meses y medio comenzará la aventura de Tuchel en una Inglaterra que en el Mundial 2026 cumplirá 60 años sin obtener un título. En ese lapso pasaron 14 entrenadores. Si Tuchel rompe ese estigma seguramente no le darán el título de Sir, pero se sentará en un trono futbolístico largamente vacante.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.