Un año después de que el por entonces candidato Javier Milei eligiera apartarse del escenario central y realizar una reunión paralela en Mar del Plata, los empresarios que asisten al Coloquio de IDEA aguardan su participación con gran interés.
De hecho, la propia presencia del ministro de Economía, Luis Caputo, en la primera jornada, fue esperada por el sector privado. Y es que aunque el semáforo de la actividad muestra realidades diferentes para muchos sectores, los empresarios toman el discurso del titular del Palacio de Hacienda, quien se encargó de reiterar durante los últimos días que “lo peor ya pasó”, para plantear la necesidad de dejar atrás el tiempo del sacrificio planteado por el Presidente y avanzar en el del crecimiento.
Una muestra gráfica de ese pensamiento es el resultado de la encuesta de expectativas realizada por IDEA entre los ejecutivos, que mostró que 92% no espera ningún proceso disruptivo en la economía y que nueve de cada diez se muestra dispuesto a invertir, luego de atravesar un largo período en el que predominó el modo de supervivencia, de la defensa de las compañías y los clientes por sobre la posibilidad de superación. En términos futboleros, dominantes tras la última goleada de la Selección en las eliminatorias, “llegó el tiempo de dejar de ser el Cuti (Romero) para pasar a ser Messi”, se entusiasman algunos hombres de negocios, ilusionados con dejar obstáculos por el camino y volver a festejar algunos “goles” en el futuro.
La clave, señalan, es tener el campo de juego allanado, con marcos regulatorios estables en el tiempo, respeto al derecho a la propiedad y sin cepos que retengan una inversión que hoy, a excepción de la industria petrolera y la minería, aún se enfoca principalmente en mantener una capacidad productiva que apenas está activa entre el 50% y 70%, según el sector. Aunque Caputo reiteró que no tiene fecha el levantamiento de las restricciones cambiarias.
El ruido político parece no preocuparles, en la medida en que no haya saltos del tipo de cambio ni se corte la cadena de pagos, se mantenga el ordenamiento de las cuentas fiscales, la economía se recupere al menos lentamente y se reduzca una inflación que, más allá de las sumas y restas que hace Milei con el crawling peg, retomó un ritmo descendente que deberá ratificar en los próximos meses.
Además, observan como un efecto positivo la puesta en marcha del Régimen de Incentivos para Grandes Inversores y el resultado de un blanqueo que, más allá de abrir la posibilidad de negocios por potenciales inversiones, contribuyó a mejorar un clima en los mercados que hizo retroceder el riesgo país y, con ello, facilitar el acceso al financiamiento para el sector privado.