Apenas unos meses estuvieron Julián Álvarez y Emilia Ferrero en la cómoda casona que habían alquilado en España, donde se mudaron cuando el campeón del mundo firmó su millonario pase con el Atlético de Madrid. La pareja no se había terminado de asimilar cuando debió buscar nuevo hogar.
Es que, un día, Julián y Emilia se dieron cuenta de que no tendrían paz ni intimidad en esa casa, el lugar donde ocurrió un escandaloso affaire que conmocionó a los españoles: el destape de un romance retro entre la ex vedette Bárbara Rey, antigua propietaria, con el Rey Juan Carlos I.
Las fotos de la artista y el monarca a los besos en la lujosa casa ubicada en Boadilla del Monte fueron como una bomba para la tranquilidad del jugador de la Selección argentina y su novia, quienes empezaron a ver afectada su rutina cotidiana y hasta su convivencia al verse rodeados de paparazzis día y noche.
Harto del asedio de la prensa y de la guardia de periodistas en la puerta de su casa, Álvarez de inmediato decidió armar las valijas y mudarse a otra propiedad en las inmediaciones del barrio madrileño.
LA MANSIÓN DEL ESCÁNDALO QUE JULIÁN ÁLVAREZ Y SU PAREJA DEJARON EN MADRID
¿Cómo es la casa que Julián Ávarez y Emilia Ferrero dejaron en Madrid? Una mansión de tres pisos y 476 metros cuadrados que cuenta con gimnasio propio, una enorme piscina, seis habitaciones, una terraza y una completa bodega.
Cabe destacar que Julián Álvarez no es el primer futbolista en alquilar esta exclusiva propiedad que su dueña tuvo que vender en 2019 para solventar sus cuestiones económicas y que quedó en el centro del debate a fines de septiembre, cuando aparecieron las fotos del escándalo.