Un avión de pasajeros de American Airlines chocó el miércoles por la noche con un helicóptero militar cerca del aeropuerto Ronald Reagan de Washington, DC. Viajaban 60 pasajeros y cuatro tripulantes y, hasta ahora, los rescatistas hallaron 18 cuerpos.

Según la Administración Federal de Aviación, el aparato del ejército, que iba con tres soldados a bordo, realizaba un entrenamiento mientras la aeronave comercial se aproximaba a la pista de aterrizaje.

Todavía no hallaron sobrevivientes en el río Potomac, sobre el que se estrellaron. En estos momentos continuaban las labores de rescate, según la cadena CNN.

Un despliegue de rescatistas en Washington D.C. (Foto: EFE).

Todos los vuelos que debían aterrizar y partir desde el aeropuerto, ubicado en Virginia, pero a pocos pasos de la capital estadounidense, fueron cancelados o desviados a aeropuertos cercanos.

Tragedia en Estados Unidos: cómo fue el impacto

El vuelo 5342 de American Eagle -aerolínea regional subsidiaria de American Airlines-, procedente de Wichita (Kansas) estaba realizando la aproximación al aeropuerto Ronald Reagan cuando a las 20.48, hora local del miércoles chocó con un helicóptero militar Black Hawk.

A través de diferentes videos que fueron difundidos en medios locales y por redes sociales, se puede ver el momento del impacto. Desde lejos, se distingue una explosión en el aire y se ve cómo desciende rápidamente el avión.  

De inmediato se inició un amplio despliegue de parte de las autoridades para avanzar con las labores de rescate, según consignó The Washington Post, con ambulancias, móviles policiales, helicópteros, lanchas y buzos en la oscuridad de la noche.

“Es una operación muy compleja. Las condiciones son extremadamente duras para los socorristas. Hace frío y están lidiando con condiciones relativamente ventosas. El viento es fuerte en el río”, dijo en una conferencia de prensa John Donnelly, jefe del Servicio de Emergencias de Washington.

Este accidente, el primero de un avión comercial en más de una década en Estados Unidos, mantendrá cerrado el aeropuerto Reagan en Washington hasta este jueves al mediodía.

La información de American Airlines

American Airlines, aerolínea que operaba el avión, confirmó en un comunicado que 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación estaban a bordo, mientras que estableció una línea directa para aquellos con seres queridos a bordo de la aeronave.

En tanto, tres soldados estaban en el helicóptero Blackhawk, añadió la CNN, citando a una fuente de Defensa estadounidense.

“Que Dios bendiga sus almas”: el mensaje de Donald Trump

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que el presidente Donald Trump fue informado sobre el incidente durante una breve entrevista con Sean Hannity en FOX News. 

Minutos después, expresó en un comunicado que había sido “completamente informado sobre el terrible accidente” y que estaba “monitoreando la situación y brindará más detalles a medida que surjan”.

“Que Dios bendiga sus almas. Gracias por el increíble trabajo que están haciendo nuestros socorristas. Estoy monitoreando la situación y brindaré más detalles a medida que surjan”, dijo.

Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró en la red social X que el Pentágono sigue de cerca la situación y está “preparado para ayudar si es necesario”.

Cómo fue la comunicación previa al impacto

Según se informó, minutos antes del aterrizaje, los controladores de tráfico aéreo del aeropuerto Reagan National le preguntaron al jet comercial que llegaba si podía aterrizar en la pista más corta, la 33, y los pilotos confirmaron.

Los sitios de seguimiento de vuelos muestran que la nave ajustó su aproximación a la nueva pista.

En simultáneo, menos de 30 segundos antes del choque, un controlador de tráfico aéreo le preguntó al helicóptero si tenía a la vista al avión que llegaba. El controlador hizo otra llamada por radio al helicóptero momentos después: “PAT 25, pase detrás del CRJ”. 

Instantes después de eso, las dos aeronaves chocaron en el aire. El transpondedor de radio del avión dejó de transmitir a unos 730 metros (2400 pies) antes de la pista, aproximadamente a la mitad del río.