Una investigación científica logró desentrañar cómo el cerebro humano procesa el número cero, un descubrimiento clave en el campo de la neurociencia.
Aunque el cero ha sido fundamental para grandes avances, solo una investigación científica llevada a cabo por investigadores del Hospital Universitario de Bonna logra comprender cómo el cerebro lo interpreta.
¿Cómo el cerebro procesa el número cero?
El cerebro tiene la capacidad de entender tanto los números como conceptos abstractos como “nada” o “todo”, y los procesa en distintas áreas: los números se registran en la corteza parietal, mientras que la idea de ausencia se gestiona en la corteza prefrontal.
No obstante, la manera en que el cerebro humano interpreta el cero ha sido un desafío para los científicos.
Un equipo de investigadores del Hospital Universitario de Bonn, la Universidad de Bonn y la Universidad de Tübingen en Alemania, citados en un artículo de Wired, ha dado un paso importante para resolver este enigma.
Tras realizar intervenciones quirúrgicas en 17 pacientes y analizar la actividad de 801 neuronas, lograron desentrañar cómo el cerebro maneja el concepto de cero.
Los pacientes debían clasificar números del 0 al 9, presentados tanto en formato simbólico como en representaciones visuales simples, y también debían interpretar el símbolo del cero y un conjunto vacío.
El estudio, publicado en Current Biology, concluye que las neuronas reconocen el cero como un número, y no simplemente como una representación abstracta de la nada.
La actividad neuronal mostró un “efecto de distancia numérica”, lo que indica que el cero se integra en la recta numérica junto a otros números positivos. Esto sugiere que el cerebro podría tener una predisposición evolutiva para tratar la ausencia como una cantidad, lo que probablemente sirvió como base para la representación simbólica del cero en los humanos.
¿Qué implicancias tiene este descubrimiento para la neurociencia?
Este avance en la comprensión de cómo el cerebro procesa el número cero abre nuevas perspectivas en el estudio de la cognición y las matemáticas. Algunas de las posibles aplicaciones de este descubrimiento incluyen:
- Mejoras en el aprendizaje matemático: este conocimiento podría ayudar a desarrollar mejores métodos educativos para enseñar matemáticas, facilitando la comprensión de conceptos abstractos como el cero.
- Avances en la inteligencia artificial: comprender cómo el cerebro humano procesa el cero puede inspirar nuevas formas de diseñar algoritmos que imiten el pensamiento humano en sistemas de IA.
- Diagnóstico y tratamiento de trastornos cognitivos: este hallazgo podría ser clave para identificar y tratar problemas relacionados con el procesamiento numérico en pacientes con condiciones como la discalculia.
Este descubrimiento aclara un antiguo misterio de la neurociencia, y también abre nuevas oportunidades para investigar más sobre la relación entre el cerebro y las matemáticas.