“Nunca será lo mismo sin ella”. Las conmovedoras palabras del multimillonario Richard Branson sobre la muerte de su mujer
“Nunca será lo mismo sin ella”. Las conmovedoras palabras del multimillonario Richard Branson sobre la muerte de su mujer

Estuvieron juntos por cincuenta años y se despidieron serenamente cuando ella dio el último suspiro a su lado. Joan Templeman, la mujer del multimillonario británico Richard Branson (75), murió en Londres el martes 25, a los 80 años, y él, pocas horas más tarde y aún en shock por la partida de su gran amor, contó cómo fue ese doloroso momento final.

“El destino trabaja de una manera curiosa”, dice Branson en un conmovedor mensaje publicado en su cuenta de Instagram. Habla de destino porque, ese día, el empresario –con una fortuna de 2800 millones de dólares y dueño de Virgin Group, un conglomerado de compañías que incluye a la discográfica Virgin Records y a la línea aérea Virgin Atlantic– no tenía previsto almorzar con su mujer. Acababa de llegar a Inglaterra desde la India con un hombro lastimado luego de caerse de su bicicleta durante un evento, y lo habían llevado a un hospital londinense para curarlo. Entonces, descubrió que en una sala a pocos metros estaba Joan, que se atendía por una lesión en la espalda.

Se casaron en 1989 por insistencia de su hija Holly, que entonces tenía 8 años. El pequeño Sam tenía 4. Fue en Necker Island, una isla caribeña propiedad del empresario

“Nos reímos acerca de lo típico que era de nosotros terminar en el mismo piso, como adolescentes enamorados contentos de encontrarse de nuevo. Tuvimos un almuerzo encantador ese día. Ella estaba de buen ánimo y se estaba volviendo más fuerte. Me sonrió con una sonrisa radiante que iluminó su cara; la misma sonrisa de la que me enamoré el primer momento en que la vi, hace medio siglo. Entonces, de repente, ella se fue, rápida y sin dolor. Afortunadamente, yo estaba a su lado”, relata Branson.

Siempre juntos, los cuatro. Holly, la segunda hija (Clare, la primera, murió poco después de su nacimiento prematuro), está al frente de los proyectos de liderazgo de Virgin. Sam, el menor, cofundó con Hillary Clinton la productora de documentales Hidden Light

UNA VIDA JUNTOS

Richard conoció a Joan a finales de la década del 70 cuando visitó una tienda de antigüedades y baratijas en la que trabajaba ella y se enamoró al instante. Como contó años más tarde, tuvo que regresar varias veces a comprar cosas que no le interesaban únicamente para llamar la atención de Joan, una escocesa de rulos alborotados. “Era diferente a cualquier otra mujer que hubiera conocido. Era hermosa. Era brillante. Era ingeniosa. Era sencilla. Era divertida. Y tenía una mirada mágica”, escribió Branson en su blog.

Su plan salió perfecto porque no sólo la conquistó, sino que se volvieron inseparables y formaron una familia feliz junto a sus hijos Holly (44) y Sam (40) –Clare, la primogénita, murió pocos días después de su nacimiento prematuro– y sus cinco nietos.

“Amo esta foto de Joan”, escribió Branson en su cuenta de Instagram cuando anunció la muerte de su mujer. “Fueron cincuenta años increíbles de recuerdos, años llenos de lágrimas y risas, bondad y un amor que moldeó a nuestra familia. Tuvimos mucha suerte”, asegura él

“Joan era mi todo, la estrella brillante alrededor de la cual el universo de nuestra familia siempre orbitó. Esa luz no se fue, simplemente tomó una nueva forma. Nos guiará hacia adelante y la llevaremos con nosotros, siempre”, asegura el empresario ahora que enfrenta los primeros días sin su mujer.

En julio, habían festejado los 80 años de ella en Kasbah Tamadot, en Marruecos, y entonces nada hacía sospechar que ese sería el último cumpleaños de Joan, su compañera, su roca –como él la llamaba– que le permitía mantener el equilibrio si arreciaban las tormentas en los negocios (en 2023, por ejemplo, quebró su empresa aeroespacial Virgin Galactic).

“La vida nunca será lo mismo sin ella. Pero fueron cincuenta años increíbles de recuerdos, años llenos de lágrimas y risas, bondad, y un amor que moldeó a nuestra familia más de lo que las palabras podrían capturar”, dice él, mirando hacia atrás. “Fue una relación que funcionó. Nos reímos mucho. Tuvimos mucha suerte”.

Branson besa a Joan frente a su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, en 2018