Los votantes austriacos dieron hoy, por primera vez en su historia, una victoria en unas elecciones generales al Partido de la Libertad (FPO), según las proyecciones de voto, lo que pone en evidencia el creciente apoyo a la extrema derecha en Europa, alimentado por la preocupación por los niveles de inmigración. El FPO, euroescéptico y amigo de Rusia, llevaba meses aventajando en las encuestas al conservador Partido Popular Austriaco (OVP) del canciller Karl Nehammer, en una campaña dominada por la preocupación por la economía y la inmigración.
Bajo la dirección de Herbert Kickl, el FPO obtendría el 29,1% de los votos, por delante del OVP, con el 26,2%, y de los socialdemócratas, de centroizquierda, con el 20,4%, según una proyección realizada por la encuestadora Foresight para la ORF tras el cierre de los colegios electorales. Otra proyección de la empresa de sondeos Arge Wahlen también situaba al FPO en primer lugar, con unos 4 puntos porcentuales de ventaja. El ganador no alcanzará la mayoría absoluta, pero reclamará el derecho a liderar un gobierno de coalición.
Si se confirma, la victoria de Kickl, de 55 años, podría resultar pírrica, ya que es una figura polarizadora a cuyas órdenes se negaron otros líderes de partido. Hasta ahora no dio ninguna indicación de que podría correrse para garantizar que su partido lidere el gobierno. Una victoria del FPO convertiría a Austria en el último país de la Unión Europea en registrar un creciente apoyo de la extrema derecha, tras los avances registrados en países como Holanda, Francia y Alemania. El FPO, crítico con el Islam y que promete normas más estrictas para los solicitantes de asilo, ganó por primera vez una votación nacional en junio, al imponerse al OVP en las elecciones europeas.
Contexto político y económico de Austria
Austria enfrenta un panorama político y económico complejo. En los últimos años, la economía austriaca mostró signos de estancamiento. Según el Instituto de Investigación Económica de Austria (Wifo), el Producto Interior Bruto (PIB) se estancó en 2023, aunque se espera un crecimiento del 1,8% en 20241. La inflación, que alcanzó su punto máximo en 2023, comenzó a disminuir, situándose en un 2,9% en julio de 2024.
El país también enfrenta desafíos en el mercado laboral. La necesidad de inmigrantes cualificados y el aumento de las horas trabajadas son temas recurrentes en el debate político. Además, la deuda pública de Austria es importante: alcanza los 371.143 millones de euros en 2023, lo que representa el 77,8% del PIB.
En el ámbito político, la victoria del FPO refleja un cambio en el panorama electoral austriaco. El Partido de la Libertad capitaliza el descontento con la inmigración y la economía, temas que dominan la campaña electoral. Herbert Kickl, líder del FPO, es una figura polarizadora que prometió implementar políticas más estrictas en materia de inmigración y asilo.
La situación política en Austria también se ve influenciada por tendencias más amplias en Europa, donde partidos de extrema derecha ganaron terreno en países como Holanda, Francia y Alemania.