No es la primera vez que un animal se hace viral. Tony, el gatito que se hizo popular por trabajar en un restaurante como mozo, mueve millones de usuarios en likes y comentarios de ternura en TikTok.
Los animales son furor en las redes sociales, ya sea por cariño, compasión, simpatía o situaciones curiosas. Gracias a Instagram, X, TikTok y otras plataformas, los dueños de sus mascotas, o el público en general, pueden subir contenidos graciosos o dulces y compartirlo con el mundo entero a través de Internet. Esto es lo que pasó con Tony, que llega a las personas desde Tailandia.
Se trata de un gatito que, de forma muy educada, ayuda en un restaurante. Él aporta al servicio del lugar alcanzando los menús, acompaña a los comensales y hasta cobra. Estos animales, tal como los perros, muchas veces muestran actitudes casi humanas, desde actuaciones de lo más cotidianas hasta de lo más extrañas. Pueden generar desastres caseros que alimentan los corazones con sentimentalismo, y hasta otras situaciones extrañas y simpáticas.
Tony: el video viral del gatito mesero
Distintos usuarios de TikTok hicieron famoso al gatito que actúa de mozo en Tailandia, que tiene su propio canal llamado @tony_thesleepingcat. Se trata de Tony, un animal de color castaño con reflejos blancos que tiene una cara seria y mantiene la calma como cualquier buen mozo haría en su trabajo.
En el primer video se puede ver como una comensal junta dinero para pagar la cuenta de la comida. Tony, espera, estoico, a su lado, con un pequeño bolso colgado del collar al cuello. Esta cartera pequeña, al parecer, está ideada para que la mujer guarde el dinero ahí y que Tony se aleje hasta la caja, donde lo esperan para cobrar. En la inscripción del video, si se traduce, se puede leer “dijo que no era suficiente el dinero, entonces volvió y lo contamos otra vez”, en referencia al pago a través del gatito.
En el segundo video se lo puede ver a Tony con su cara seria, a modo de firma personal, junto a otra clienta. En este caso, Tony es el encargado de los menús: de su cuello cuelga un cartel con un código QR del que la clienta lee con su celular para acceder a la carta con los platos y bebidas. En una situación fraterna, como de un mozo de antes, el texto del video actúa como si el gato le preguntara a la mujer si se siente bien y luego le invita una copa de cortesía.