Patricia Arquette: “Soy hija de un padre alcohólico y hay ciertos patrones que derivan de eso”
Patricia Arquette: “Soy hija de un padre alcohólico y hay ciertos patrones que derivan de eso”

El reciente estreno de Crimen de una dinastía: El caso Murdaugh trae a Patricia Arquette de regreso a la actuación, encarnando a Maggie, la mujer asesinada en manos de su marido Alex, en un caso que conmovió a la opinión pública estadounidense y que vuelve para indagar los trágicos sucesos del hecho sucedido en Hampton, Carolina del Sur.

No es la primera vez que Arquette se pone al servicio de una historia inspirada en un caso real. Ya lo hizo en la premiada miniserie The Act, poniéndose en la piel de Dee Dee Blanchard, madre de Gypsy Rose, quien fue asesinada en manos de su hija…

Pero más allá de este gran momento que vive con el estreno de Murdaugh, Arquette recibe elogios por su doble rol de Harmony Cobel y Mrs. Selving, en Severance, la distópica propuesta creada por Dan Erickson y producida y dirigida por Ben Stiller.

Con una carrera que comenzó en los años ochenta con un pequeño papel en una de las entregas de Pesadilla, la actriz pertenece a una de las familias más conocidas de Hollywood, compartiendo con sus hermanos Rosanna, David, Alexis y Richmond, la profesión, aunque Patricia es la que se mantiene más activa.

Sus roles en icónicas películas como Boyhood, de Richard Linklater, Carretera perdida, de David Lynch, Amor a quemarropa, de Tony Scott, y las series Medium, donde encarnó a Allison DuBois por más de 130 episodios; Boardwalk Empire, y ahora Severance, la posicionan como una de las preferidas de la industria.

“Mi papá era un hombre muy complicado y yo lo quería mucho. Pero manipulaba a mi mamá, era el sostén de la familia y también era increíblemente encantador. Nos quería muchísimo, era divertido, pero también nos abandonaba”, dice a LA NACION en relación con su propia vida y la conexión con el carismático y manipulador asesino de la serie.

En los últimos años, interpretaste personajes inspirados en la vida real. ¿Es más difícil para un actor tener todas las referencias y la posibilidad de hablar con los miembros de la familia?

-Bueno, sí, por supuesto. Quiero decir, te preocupás por las personas reales y no querés faltarles al respeto. Pero a menudo las personas pasan por cosas en la vida; si mirás ciertos aspectos de mi vida, de mi propia vida, dirías “bueno, esta persona probablemente se comportó así”. Por ejemplo, mi papá era alcohólico, así que yo era hija de un alcohólico. Hay ciertas cosas que se derivan de eso, ciertos patrones. Trato de ver esa estructura, pero también siento empatía por las personas con las que trabajo, o por sus mecanismos de supervivencia. En este caso, especialmente al principio, Maggie sigue enamorada de él. Sigue sintiendo química hacia él. Él sigue siendo su “campeón”, aunque hayan derramado sangre en el camino, aunque tengan dolor a sus espaldas y les haya costado superarlo y todavía haya resentimiento por ello. Eso se va desvaneciendo a medida que se revelan más y más cosas, pero ella todavía siente algo por él.

-¿Qué pensaste cuando lo viste a Alex (Jason Clarke) por primera vez? ¿Cómo te sentiste al ingresar en ese laberinto en el que poco a poco se va revelando?

-Seguí el caso mientras se desarrollaba y lo vi declarar en el estrado diciendo ciertas cosas. Luego aparecieron nuevas pruebas y lo vi mentir e intentar retractarse, y toda la comunidad quedó muy impactada por ello. Y al conocer aspectos de su comportamiento, como el robo, la mentira patológica, la manipulación y el engaño, alguien así no dice “soy el malo y hago cosas malas”. Se mezcla con otras cosas.

-Claro, la manipulación…

-Sí, es cariñoso, ama a su esposa, pero también tiene un historial de infidelidades. Es querer ser un buen padre, pero también no tener límites con sus hijos, y hay patrones predecibles en un hogar alcohólico, desde la pareja del alcohólico hasta la forma en que esto afecta a los hijos y si ellos empiezan a comportarse de la misma manera. Y lo mismo ocurre con las personalidades narcisistas, que te manipulan psicológicamente. Así que me fijé en ese tipo de patrones de comportamiento.

-¿Cómo?

-Sí, para mí, viendo los trastornos de personalidad, no sé si es un sociópata narcisista o qué es, no soy doctora. Pero hay ciertos patrones en ese tipo de personalidades que son mentirosos habituales y manipuladores y disfrutan engañando a la gente y saliéndose con la suya. Incluso al principio, en la primera escena, sabotea el arma de su amigo y se aprovecha de él para ganar dinero. Se divierte con eso, con esa pequeñez. Pero hay comportamientos igual de predecibles para las parejas de estas personas. En realidad dicen que el daño cerebral se produce porque en el hipocampo, con el tiempo, cuando te manipulan, recibís esa información. Y luego descubrís de repente que eso no tiene sentido, pero entonces ellos lo ocultan. Así que empezás a ser manipulado, a manipularte a ti mismo. Sabés que en algún lugar hay una buena persona. “¿Mentiste sobre eso? Es muy raro, ¿por qué lo harías?”. “Oh, no quería que te enojaras conmigo”.

-Como te dicen una cosa, te dicen la otra…

-Sí, hay todos estos mecanismos en juego todo el tiempo y eso era parte de lo que era tan emocionante de trabajar con Jason [Clarke] porque él era el gran papá que cuidaba de todos, el tipo divertido. El mentiroso, el “¿qué estás haciendo ahora?”, el que te traiciona. Pero también el papá cariñoso y “voy a cuidar de todos” y “yo soy el proveedor”. Es esta mezcla de rasgos de personalidad que realmente no encajan, lo que te confunde mucho. Y no solo ella, toda la comunidad decía: “No puede ser, conocemos a este tipo, ¿cómo ha podido hacer esto?”. Y así es como se siente la gente cuando descubre que alguien realmente tiene un trastorno de personalidad. Y tal vez ni siquiera sean honestos consigo mismos al respecto. Están, como, bifurcados. Son como dos personas.

Patricia Arquette junto a Jason Clarke, quien interpreta a su manipulador marido

-¿Cómo fue trabajar con Jason Clarke?

-En cuanto lo conocí, sentí afinidad por él. Cuando hablaba de actuar y de cómo veía a este personaje, me emocioné mucho por su forma de verlo y porque se trata de una familia. Sí, se trata de una tragedia en la comunidad y todo eso. Pero para encontrar esa textura del amor, ellos estaban juntos en la universidad. Él es el amor de su vida y ella también está condicionada por esa mentalidad anticuada y sureña de que te casás para toda la vida. Y pasan cosas por el camino y a veces el matrimonio es difícil, pero te quedás, y ahora tenemos hijos y ella está feliz de ser su persona de apoyo y él es la estrella del espectáculo. Él es el jugador de fútbol americano. Es el que está al frente. Él es ese tipo y ella está bien con eso. Así que solo jugamos con él ese juego, encontramos el humor juntos, el amor por nuestros hijos y la protección hacia ellos. Yo, inconsciente y conscientemente, estoy agradecida de que él sea un gran proveedor para nosotros y de que nos valore de alguna manera, me valore a mí y todo eso.

-¿Cómo encontrás el equilibrio entre la autenticidad de lo que sucedió y tu estilo como actriz?

-Sentís una responsabilidad porque me importa esta mujer que fue asesinada. Y me importa su hijo y toda esta comunidad que quedó devastada. Pero también, ella estaba enamorada de este hombre y era su esposo. Estuvo con él durante muchos, muchos años. Y veía que no era perfecto, pero realmente no veía lo que estaba pasando. Ahora bien, ¿entiendo cada pequeño matiz sobre ella? No, quiero decir, no la conozco.

-Entonces…

-Ella era la que grababa todos los videos de la familia. Era alguien feliz de estar entre bastidores apoyando a los demás. Llevando las galletitas de la Asociación de Padres y Maestros. Ese es un tipo de persona concreto. El líder, el showman, es la persona que quiere estar adelante y conozco a mucha gente que nunca querría ser actor, que nunca querría estar delante de la cámara. No quieren que les canten el feliz cumpleaños en un restaurante. Así que junté las cosas que me enteré, datos e información… Además, tuvimos suerte que la periodista Mandy Matney [que también es productora de la serie] tuviera acceso a mucha gente y hubiera investigado tanto. Y pude hacer preguntas como “¿qué le gustaba cocinar? ¿Qué tipo de maquillaje usaba?”

-¿Y qué te contaron?

-Me contaron cosas como que guardaba el dinero en efectivo en su cartera en una bolsa de plástico y otras pequeñas peculiaridades. Entonces con eso hacés lo mejor que podés… Y tenés que aportar algo.

-¿En algún momento, tu familia te dijo podés hacer algún personaje no tan extremo?

-No, nadie me dice que no lo haga, solo mis hijos por mi rol en una producción porque sabían que se trataba del síndrome de Münchhausen, en el que una madre envenenaba a su hijo. Me decían “¡No hagas esa parte, mamá!”. Yo les decía: “Ya saben que solo estoy actuando, no voy a envenenarlos”. Esa es la única vez que me dijeron algo así.