Arabia Saudita está lista para abandonar su objetivo de precio no oficial de u$s100 el barril de crudo, mientras se prepara para aumentar la producción. Se trata de una señal de que Riad se está resignando a un período de precios más bajos para el petróleo.
El mayor exportador de petróleo del mundo y otros siete miembros del grupo de productores OPEP+ debían poner fin a los recortes de producción a principios de octubre. Pero un retraso de dos meses provocó especulaciones sobre si el grupo podría aumentar la producción. El precio del Brent, la referencia internacional, llegó a caer por debajo de los u$s70 este mes, su nivel más bajo desde diciembre de 2021.
Sin embargo, las autoridades del reino se han comprometido a recuperar esa producción como estaba previsto el 1 de diciembre, incluso si deriva en un período prolongado de precios más bajos, dijo una fuente.
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La perspectiva de que Riad abandone su objetivo no oficial afectó el precio del petróleo y las acciones de las compañías petroleras el jueves.
El crudo Brent cayó 3,5% en el día a u$s70,87, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), la referencia estadounidense, cayó 3,8% a u$s67,06. Las caídas afectaron a los precios de las acciones de los grandes productores de petróleo de Europa, con BP cayendo 4,1%, Shell 5% y TotalEnergies 3,3%.
El Ministerio de Energía de Arabia Saudita no hizo declaraciones.
La decisión representa un importante cambio de rumbo para Riad, que ha llevado a otros miembros de la OPEP+ a recortar repetidamente la producción desde noviembre de 2022 en un intento de mantener los precios altos.
Aunque el precio del Brent alcanzó, en promedio, u$s99 el barril en 2022, el nivel más alto en ocho años, mientras las repercusiones de la invasión rusa a Ucrania agitaban los mercados, desde entonces ha retrocedido.
El aumento de la oferta de los productores no pertenecientes a la OPEP, en concreto Estados Unidos, y el débil crecimiento de la demanda en China han reducido el impacto de los recortes del grupo a lo largo del tiempo. El Brent se ha situado en u$s73 en septiembre, incluso ahora que la guerra de Israel con Hamás en Gaza se está extendiendo a Líbano.
Arabia Saudita necesita que el precio del crudo se acerque a los u$s100 el barril para equilibrar su presupuesto, según el FMI, mientras el príncipe heredero Mohammed bin Salman intenta financiar una serie de megaproyectos parte de su ambicioso programa de reformas económicas.
Sin embargo, Riad no está dispuesta a seguir cediendo cuota de mercado a otros productores. También cree que tiene suficientes opciones de financiación alternativas para afrontar un período de precios más bajos, como recurrir a las reservas de divisas o emitir deuda soberana.
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Hace una década, Arabia Saudita puso fin a la era del petróleo a u$s100 el barril, aumentando la producción cuando los precios cayeron en 2014 en un intento por frustrar el boom de la industria de shale oil en EE.UU.
Más recientemente, con el ministro de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman, Riad ha intentado maximizar los ingresos, reduciendo la producción para sostener los precios. Sin embargo, la política ha aumentado las tensiones con EE.UU., que intentó sin éxito que Riad incrementara la producción en 2022 después de que la invasión rusa de Ucrania hiciera subir los precios.
Arabia Saudita ha asumido la mayoría de los recortes de la OPEP+ hasta la fecha, reduciendo su propia producción en 2 millones de barriles al día en los últimos dos años, lo que representa más de un tercio de los recortes de los miembros.
El reino bombea actualmente 8,9 millones de b/d, el nivel más bajo desde 2011, al margen de la pandemia de coronavirus y del atentado de 2019 contra las instalaciones de procesamiento de la petrolera estatal en Abqaiq.
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Según el plan retrasado para poner fin a los recortes, Arabia Saudita aumentará su producción mensual en 83.000 b/d adicionales todos los meses a partir de diciembre, lo que aumentará su producción en un total de 1 millón de b/d para diciembre de 2025.
Una de las principales frustraciones para Arabia Saudita ha sido que varios miembros del cártel, incluidos Irak y Kazajstán, han ignorado los recortes al bombear más de lo que les corresponde.
El secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, visitó ambos países en agosto y obtuvo compromisos de que ajustarían sus planes de producción futuros para compensar el exceso de oferta anterior.
Pero a Riad le preocupa que incumplan su palabra y podría prescindir de sus propios recortes más rápido de lo planeado si alguno de los países ignora lo acordado, dijo una fuente.