Existe una creciente discusión entre científicos acerca de los reales beneficios que la natación tiene para la salud. Aunque este deporte es ampliamente recomendado, investigaciones recientes cuestionaron su capacidad para mejorar aspectos clave como la salud ósea. 

Se ha planteado que, a diferencia de otros ejercicios, la natación no genera los estímulos mecánicos necesarios para fortalecer los huesos, lo que podría reducir su eficacia en comparación con otras actividades físicas.

¿La natación perjudica la salud ósea?

A menudo se recomienda la natación como un ejercicio ideal para personas mayores, especialmente para quienes buscan mejorar su salud ósea. 

Sin embargo, una revisión sistemática con metanálisis publicada en la revista Sports Medicine sugiere que la natación no ofrece los beneficios esperados para los huesos. 

La menopausia acelera la pérdida de densidad ósea en las mujeres, lo que requiere actividades más efectivas que nadar. (Fuente: Freepik)

Al igual que en situaciones de ingravidez, como la que experimentan los astronautas, el cuerpo no recibe el impacto necesario para estimular el fortalecimiento óseo.

Aunque la natación no parece empeorar la salud ósea, tampoco ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis, que es un riesgo particular para mujeres tras la menopausia. 

Los científicos aseguran que, aunque este deporte sea beneficioso para mejorar la condición cardiovascular, no es adecuado si lo que se busca es mantener o mejorar la densidad ósea.

¿Cuáles son los ejercicios físicos que fortalecen los huesos?

La natación no proporciona los estímulos necesarios para mejorar la densidad ósea, por lo que es importante incluir otras actividades más efectivas

Los expertos recomiendan combinarla con ejercicios que promuevan el crecimiento óseo y fortalezcan la estructura esquelética.

 Las personas que solo nadan pierden la oportunidad de fortalecer sus huesos con ejercicios de impacto. (Fuente: Freepik) 

  • Entrenamiento de fuerza: levantar pesas o usar bandas elásticas, que generan una contracción muscular suficiente para estimular el crecimiento óseo.
  • Ejercicios de impacto: caminar, correr o saltar son actividades que mejoran la densidad ósea mediante el impacto repetido sobre los huesos.
  • Deportes con peso corporal: yoga o pilates contribuyen al fortalecimiento óseo al utilizar el peso del cuerpo como resistencia.

Antes de realizar o modificar tu rutina diaria, se recomienda consultar con un especialista.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.