Aunque el ministro de Economía, Luís Caputo, afirme que no se trata de una guerra, la disputa por el cobro de tasas municipales lejos de llegar a un impase sólo ha sabido escalar, sumando -día tras día- contendientes, resoluciones y declaraciones de alto voltaje.
Ya son más de tres semanas de acusaciones cruzadas, recriminaciones y amenazas entre el Palacio de Hacienda y los intendentes del Conurbano quienes se sienten señalados como responsables de la crisis económica que, según su visión, les resulta ajena en origen aunque la sufren en carne propia.
A poco de iniciarse el conflicto, Caputo fue claro: dijo que los intendentes, al cobrar tasas municipales excesivas, no sólo buscaban recaudar más, sino que estaban atentando contra las metas inflacionarias del gobierno libertario. Desde las intendencias, rápidamente, salieron a contestar que la baja de la inflación prometida por Milei “está estancada desde hace meses y en alza durante el último” y que eso no responde a lo que ellos hagan en el territorio, sino a la impericia de la Casa Rosada.
Detrás de lo que podría parecer un debate únicamente impositivo, lo que se discute es sobre las causas y orígenes de la inflación, como también el financiamiento de los estados subnacionales.
“El ministro nos pide que no cobremos el alumbrado en la boleta de la luz, pero él pone el IVA en esa misma boleta. Caputo no puede bajar la inflación y nos echa la culpa a nosotros, cuando las tarifas que reciben nuestros vecinos tienen aumentos del 300 por ciento, como si eso no presionara sobre los precios”, comentaron a El Cronista cerca de un intendente del Conurbano Sur.
Muchos jefes comunales van más allá en sus señalamientos contra Caputo y Milei y les dicen que si efectivamente son las tasas -o los impuestos- los que no dejan bajar la inflación, entonces, ese fenómeno no es “en todo lugar, monetario”, como esgrime el Presidente, sino multicausal.
Por otra parte, existen dos aristas más a tener en consideración: más allá del debate sobre la posibilidad de la Nación de establecer límites a los impuestos y las tasas de los estados subnacionales está la situación de las finanzas municipales.
Los distritos afrontan una creciente morosidad en el pago de las boletas de Servicios Generales y, además, el cierre de negocios y la recesión afectan la vital Tasa de Seguridad e Higiene, que está atada a la facturación del local. Con esas cuentas en rojo, muchos afirman que han tenido que afrontar -sin ayuda nacional- una mayor demanda de ayuda social y, por sobre todas las cosas, obras públicas como el bacheo.
“Nuestras tasas estuvieron también ‘pisadas’. Si vos haces un corte cualquiera, uno, dos o cinco 5 años y haces la comparativa de cuánto subió una prepaga o la cuota de un colegio privado y cuanto lo que cobran los municipios, vas a ver claro que no se acercan ni por asomo a todos esos precios que el Gobierno liberó y que no se preocupa que sean inflacionarios”, señalaron desde una intendencia del norte del Conurbano en diálogo con El Cronista.
El Presidente, en sus mensajes cotidianos y en la presentación del Presupuesto, sin embargo ha sido claro en la necesidad de ajustar más allá del Gobierno nacional y es -en ese plan- quien les pide a las provincias y a los municipios que se sumen al “achique”.
Hoy, la Casa Rosada dio un paso más y anunció que las comunas deberán informar cuando cobran una “tasa vial” a quienes cargan combustible en sus territorios. En esa situación están 19 de los 24 municipios del conurbano bonaerense.
“Ahora parece que la casta son las tasas municipales. Están construyendo un chivo expiatorio. Desde que asumió Milei los combustibles aumentaron más del 100% ¿Nos van a decir qué lo que encarece la nafta es ese uno por ciento que cobran los municipios?”, explicitó una fuente de un municipio peronista.
En estas semanas, uno de los casos testigo del debate de las tasas fue Lanús, donde el intendente Julián Álvarez eximió de la Tasa de Seguridad e Higiene a más de 500 almacenes, pero la subió a los supermercados de grandes superficies.
Lo que desde ese distrito ponderan como una política fiscal progresiva es señalada por Caputo como un exceso. Mientras que La Unión de Almaceneros de Lanús salió en apoyo de la medida de la intendencia, las cadenas Plaza Vea, Coto y Chango Más anunciaron a los clientes que trasladarían esa tasa a los tickets.
Mientras tanto, desde la Provincia de Buenos Aires afirman que lo decidido por Hacienda nacional “avasalla” la Constitución y las leyes locales. De hecho, y en contra de lo definido por la Nación, el Organismo de Control de la Energía Eléctrica provincial subrayó que el consumo por alumbrado público puede ser incorporado en la factura de prestación del servicio.
Algunos intendentes han salido a refrendar las posiciones de la Casa Rosada. En Tres de Febrero no cobran tasa vial y sacarán la tasa de alumbrado de la boleta eléctrica. Ramón Lanús, de San Isidro, se comprometió con Caputo a eliminar la misma tasa vial. Así, el sucesor de Gustavo Posse, se sumará a una lista que incluye a San Martín, Morón, San Miguel y Esteban Echeverría.
Más allá de la cuestión de fondo, muchos intendentes se han quejado, también, de las formas: “No nos han llamado para nada. No les interesa consensuar, sino construir un enemigo, un juego que no queremos jugar”, concluyó un portavoz municipal.