En el mundo de los pequeños trucos para el hogar, algunos consejos caseros sorprenden por su extrañeza. Son acciones a veces extremadamente inusuales, como mezclar vinagre con jabón de cocina para obtener un piso más brillante o aplicar limón y bicarbonato de sodio a las bandejas del horno para desengrasarlas. En ocasiones, su rareza llega a tal punto que puede despertar el escepticismo de algunos. También hay otros métodos que destacan no tanto por ser insólitos, sino por su sencillez. Como si fueran actos de magia, requieren un mínimo de esfuerzo y brindan resultados óptimos.

Pocas veces, un truco pertenece a ambos grupos, pero existen casos. Uno de ellos es particularmente útil, ya que tiene un impacto significativo en la eficiencia de los electrodomésticos y en la economía del hogar. Aunque puede generar incredulidad en algunos, su poder está basado en principios de la física y de la energía. Se trata de la práctica de colocar un corcho de vino dentro de la heladera.

Para qué sirve el truco de meter un corcho en la heladera y cómo puede ayudar con el ahorro de energía

El uso de este pequeño objeto puede contribuir a mejorar la distribución del aire frío dentro del aparato, lo que ayuda a que funcione de manera más eficiente. Este truco se popularizó gracias a varias investigaciones y recomendaciones en el ámbito doméstico que destacan sus beneficios.

Por qué el corcho de vino tiene ese efecto en la heladera

La heladera, como cualquier otro aparato que funcione con electricidad, requiere un consumo constante de energía para mantener los alimentos frescos y en la temperatura adecuada. La eficiencia con la que una heladera realiza esta tarea puede verse afectada por varios factores, que incluye la distribución del aire frío dentro del aparato. Precisamente en la regulación de esa distribución es que el corcho de vino trae una fuerza poderosa.

Según un artículo de Harvard, este objeto actúa como un moderador del flujo de aire dentro del refrigerador y contribuye a dirigirlo hacia áreas que necesitan enfriarse más. Esto se debe a que el corcho es un material ligero y poroso, lo cual lo hace ideal para cumplir esta función reguladora. Por esa razón, al colocar el tapón en una de las estanterías, el aire frío se distribuye de manera más uniforme. Gracias a esta mayor uniformidad, se le exige menos trabajo al equipo tecnológico y un menor gasto de energía para que mantenga una temperatura constante en todo su interior.

Si una heladera contiene escarcha, hay que descongelarla y luego reiniciar su motor

Otros beneficios de usar un corcho en la heladera

Además, el uso de un corcho puede tener otros beneficios prácticos para el hogar. Uno de ellos es la reducción de la acumulación de escarcha. La acumulación de hielo en el interior de la heladera puede hacer que el aparato tenga que trabajar más para mantener la temperatura, lo cual se traduce en un mayor consumo de energía. Sin embargo, el corcho, al mantener uniforme la distribución del aire, reduce las oportunidades para la formación de escarcha y, de esa manera, evita que el electrodoméstico demande más energía.

Otra ventaja es que este truco es extremadamente económico y fácil de implementar. En lugar de invertir en costosos accesorios para mejorar la eficiencia energética de la heladera, simplemente se puede utilizar un elemento que es accesible por un precio mucho menor. En vez de desecharlo, se puede conservar este pequeño instrumento y así también marcar una diferencia en la factura de electricidad, especialmente si se utiliza en combinación con otras prácticas de ahorro energético, como mantener la heladera bien organizada y evitar abrir la puerta innecesariamente.

Consejos para optimizar la eficiencia de la heladera

Aunque colocar un corcho en la heladera es una técnica útil, hay otras prácticas que también pueden contribuir a una mayor eficiencia energética. Un artículo especializado aporta los siguientes consejos adicionales para optimizar el uso del refrigerador y reducir el consumo de energía.

El corcho dentro de la heladera actúa como un moderador del flujo dentro del aparato

  1. Organizar los alimentos de manera eficiente: mantener los alimentos en una disposición ordenada ayuda a que el aire frío circule libremente. Un factor importante es evitar sobrecargar la heladera, ya que esto puede bloquear las salidas de aire y reducir la eficiencia del enfriamiento.
  2. Revisar la temperatura regularmente: hay que asegurarse de que la heladera funcione a la temperatura adecuada. La temperatura recomendada para la heladera es de aproximadamente 4°C. Instalar un termómetro interno puede ayudar a verificar que se mantenga esta climatización.
  3. Descongelar regularmente: si la heladera tiene una acumulación de escarcha, una forma de resolverlo es descongelarla, limpiar el aparato y luego volver a activar el sistema de enfriamiento.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.