Cuando era chico, Santiago Talledo (35) pasaba tardes enteras frente al televisor mirando las novelas de Cris Morena. Soñaba con estar en una de ellas. Tras un tiempo estudiando comedia musical y teatro, quedó seleccionado entre quince mil personas para interpretar a Guido en Patito Feo, su primer trabajo como actor. En medio del furor, de los Gran Rex repletos y de las giras por Latinoamérica, tuvo que abandonar la tira por problemas de salud mental. Años después, volvió a los sets de grabación de la mano de la exitosa serie colombiana Chica vampiro, su primer protagónico, donde hacía pareja con la actriz Greeicy Rendón.
–¿Cómo describirías aquella época?
–Estaba muy mal psicológicamente y no quería que nadie se enterara de que estaba medicado. Pensaba que si se enteraban que tenía ataques de pánico y depresión, me iban a echar. Fue una experiencia hermosa, pero también la padecí. Cuando hicimos los Gran Rex, había muchas funciones a las que yo no podía salir porque estaba con ataques de pánico. A tal punto que me perdí todas las giras, no pude ir. Me dijeron: “Si no vas, no vas a estar en la segunda temporada. Te sacamos de la novela”. Era como una amenaza. Preferí abrirme a sacrificar mi salud mental. Para mí el mayor éxito es mi propia tranquilidad.
–Y en el día a día, lejos de los escenarios, ¿cómo lo vivías?
–Pensaba cosas raras, tenía mucha ansiedad y terrores nocturnos. Cuando tenía 12 años, llegó un momento en que estaba tomando muchísima medicación y estuvieron a punto de internarme. Todo era desesperante. Un día le dije a mi mamá: “No quiero vivir más así”. Psicólogo, psiquiatra y nutricionista… porque yo no podía comer. Sentía que me ahogaba con todo lo que comía. De hecho, me licuaban la comida. Llegué a pesar treinta y siete kilos. Fue muy duro.
–¿Dejaste la televisión entonces?
–Dejé la actuación después de hacer Chica vampiro. Empecé a dirigir un poco, a hacer videos. En Colombia no me dejaban decir que era gay porque yo era el protagonista de la serie y hacía de galán.
EN PRIMERA PERSONA
En su cuenta de Instagram, Agustín publicó un video mostrando su diario íntimo del año 2002, según él, su peor época psicológica. A raíz de eso, muchas personas comenzaron a contactarse con él. Escribió una serie que se llama Cero miligramos, que trata temáticas de salud mental y que más tarde se convirtió en podcast, con el cual obtuvo un reconocimiento de la Legislatura porteña que lo declaró de Interés para la Comunicación Social. “La serie tiene ese nombre porque una vez dije: ‘Quiero dejar de tomar medicación’. Me daba mucha vergüenza y la fui dejando gradualmente con el control de mi psiquiatra y llegué a cero miligramos. Pasé un mes sin tomar y ahí entré en un pozo que me mató. Depresión, ataques de pánico, todo junto y mucho más intenso y oscuro que lo que ya había tenido. Reaccioné y me di cuenta de que necesitaba estar medicado. Corté con el estigma y la vergüenza. Tengo que tomar antidepresivos porque tengo una enfermedad”, confiesa.
–¿Por qué decidiste hablar de tu salud mental?
–Tenía mucho miedo de hablar, pero lo vi desde un costado del humor. No esperaba que tuviera tanta repercusión. De hecho, el otro día, estuve hablando con Tini Stoessel, porque quiero hacer un especial del podcast con ella. Me dijo: “Nunca te lo conté, pero cuando yo estuve muy mal, me mandaron tu diario”. La gente necesita escuchar que otras personas hablen de los que les pasa, sentirse identificados y que no están solos. Con el tiempo empecé a entender que todo lo que padecí es parte también de lo lindo que soy como persona.
EL AMOR ANTES DEL AMOR
Santiago se enamoró a primera vista en un zoom del casting de la novela ATAV 2, en 2022. El flechazo con el actor español Toni Gelabert (23) fue certero. “Antes de que él llegara a la Argentina, me enamoré y supe que iba a ser mi novio”. Su deseo se cumplió y finalmente se pusieron en pareja, una relación que hoy es a la distancia porque Toni volvió a Mallorca.
–¿Cómo manejan la distancia?
–Es muy complicado, pero hay algo en la distancia que hace que te vuelvas a enamorar de esa persona cada vez que la ves. Es como conocer a una persona por primera vez, es como volver a enamorarse todo el tiempo.
–¿Por qué con Toni te animaste blanquear la relación?
–Cuando yo me separé de mi ex, empecé a hablar de mi salud mental y también de mi sexualidad. Gran parte de mis problemas psicológicos fueron por ocultar tanto quién era. Ahí me abrí con orgullo y pude decirlo.
–¿Te gustaría formar una familia?
–Sí, quiero ser papá.