Se trata de una industria basada en la conectividad y la integrabilidad para garantizar la transferencia de datos y la vinculación de servicios basados en el conocimiento. Entre sus ventajas destaca el trabajo remoto, la baja huella de carbono, la amplitud etaria y la capacidad de ampliar la matriz productiva.
Durante el primer encuentro de la Red Federal de Economía del Conocimiento desarrollado la semana pasada en Neuquén capital se destacaron los beneficios de esta industria en auge basada en la transferencia de datos y la vinculación de servicios con eje en el conocimiento.
La actividad, organizada por la Asociación Infotech, incluyó charlas sobre inteligencia artificial aplicada a los negocios, se difundió la plataforma “Capacitar” y se abordaron ecosistemas digitales integrables.
La economía del conocimiento es una rama de la economía que trabaja con material no tangible al servicio de los entramados productivos que van desde el software hasta la biomedicina.
Al respecto, el presidente de Infotech, Jesús Almada destacó que “la economía del conocimiento es transversal a cualquier industria, gran porcentaje lo concentra el software y servicios informáticos y en esta zona está muy vinculado a las energías e hidrocarburos”. El Cluster Infotech se creó en el 2008, se trata de una asociación civil sin fines de lucro que nuclea a empresas y organizaciones radicadas en la Patagonia.
Infotech trabaja “actualmente con empresas que cuentan con más de 1200 empleados en forma directa y 450 de manera indirecta”, informó y agregó que dentro del cluster “hay 45 empresas con alto porcentaje en software y servicios informáticos y también del rubro de la biotecnología”.
Entre las ventajas que presenta la economía del conocimiento se destaca la posibilidad del trabajo remoto, la accesibilidad que permiten las innovaciones tecnológicas, la amplitud etaria que motiva a jóvenes e incluye a adultos mayores. Además, forma parte de las denominadas industrias limpias con baja huella de carbono, promueve la exposición de talento a nivel masivo y es una alternativa que permite ampliar la matriz productiva de la provincia.
Al respecto, Almada informó que “el 80 por ciento de las empresas de software y servicios informáticos trabajan de manera y remota o híbrida así que una persona que cuenta con conexión a internet y una computadora, puede trabajar para esta industria”.
Mediante el trabajo remoto “se abren más oportunidades que amenazas y se minimiza la huella de carbono porque no requiere traslado para desplazarse al lugar de trabajo, y da oportunidad laboral real y concreta a personas que no habitan en grandes centros urbanos”.
Es una industria que aprovecha “el know how (saber hacer) de profesionales y no profesionales que aportan un valor agregado de la profesión previa, algo que no es fácil de encontrar”, expresó el Almada en cuanto al aprovechamiento de la experiencia y como ejemplo citó a la firma Seniority que promueve el ingreso de personas mayores al mundo del software y la tecnología.
La economía del conocimiento “amplia la matriz reproductiva permite agregar una industria más a los recursos que ya tenemos. No pensamos en ser una alternativa sino que la economía del conocimiento es una opción más”, propuso y adelantó que “si la industria vinculada a los hidrocarburos no se digitaliza no va a ser competitiva, las empresas regionales deben ser eficientes para no perder ante la competencia”.
En cuanto a las actividades que organiza la asociación, comentó que “se realizan prácticas profesionalizantes con varias escuelas, también se gestionan capacitaciones con el gobierno nacional para formar a 100 personas en Neuquén capital, San Martín de los Andes y Chos Malal con la intención de generar talentos en el interior de la provincia”.
Con el municipio de Neuquén capital “estamos trabajando en el Polo Científico Tecnológico para que converjan en un espacio concreto el sector privado, el gobierno y la academia”, indicó. El polo consiste en un proyecto original de tres edificios sobre la Avenida Huilén y Soldi, espacio que se consolidará como un centro de referencia en investigación, desarrollo e innovación de toda la región.
Además, con el Centro Pyme “gestionamos líneas de financiamiento y con Anide, propuestas provinciales”. En tanto que con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) se trabaja en conjunto y con la Universidad Nacional del Comahue hay un proyecto para construir un monitor ambiental”. Finalmente, manifestó que dentro del cluster “se conformó un grupo exportador de empresas con financiamiento compartido con el HSBC”.
La provincia de Neuquén “está bien posicionada en materia de desarrollo de la economía del conocimiento pero es crucial que haya políticas de acompañamiento al sector, apalancar los recursos con tecnología para posicionarse, trabajar en exportaciones, capacitación del capital humano y creación de espacios como el Polo Científico Tecnológico”, concluyó.
Economía del conocimiento en cifras
Para graficar el potencial del sector, se estima que en Argentina más de 450.000 personas se dedican al rubro y de ese total, 145.000 puestos de trabajo están abocados al software y servicios informáticos. A partir del 2015, la economía del conocimiento tiene un promedio de incremento del 6% anual. Estas cifras han superado el crecimiento general de la economía argentina con más de tres puntos porcentuales -en 2023- aún con una economía en receso.
Este proceso se vio acelerado con las nuevas metodologías de trabajo adoptadas en pandemia. Más del 80% de las empresas del sector operan de manera total o mayormente en modalidad remota, adaptándose a las nuevas realidades y mostrando cómo el talento de cualquier punto del país puede integrarse a esta pujante industria.
En Neuquén, la conectividad e integrabilidad están garantizadas mediante el funcionamiento de la Oficina Provincial de Tecnologías de la Información y la Comunicación (Optic). Además, a través de la Ley 3290 se creó el Ecosistema de Integrabilidad Digital neuquino, se trata de una red de componentes que ofrecen confidencialidad, trazabilidad y no repudio del intercambio de datos digitales entre sistemas informáticos. Esto redunda en la disminución de trámites burocráticos y la despapelización.
También se encuentra la Agencia Neuquina de Innovación para el Desarrollo (Anide) cuya misión es promover la vinculación e integración de la innovación, la ciencia y la tecnología con la sociedad en general, el sector productivo y el Estado.