Bangkok, 25 ago (EFE).- Los rohinyás conmemoraron este domingo el séptimo aniversario de las operaciones militares que están siendo investigadas por supuesto genocidio por la justicia internacional, mientras que miles de miembros de esta comunidad se encuentran atrapados en el conflicto en Birmania (Myanmar).

En un comunicado, la Organización de Birmanos Rohinyás en el Reino Unido (BROUK, en sus siglas en inglés) indicó que se cumplen 7 años desde que los militares birmanos lanzaron una “brutal campaña de asesinatos, violaciones en masa e incendios” contra los rohinyás en el estado de Rakáin, al norte de Birmania.

Estas operaciones, recuerda la ONG, provocaron el éxodo de unos 730.000 miembros de esta comunidad a Bangladés, donde ahora viven en situación precaria alrededor de un millón de rohinyás, una comunidad mayoritariamente musulmana.

BROUK agregó que unos 600.000 rohinyás continúan en Birmania viviendo en una situación de ‘apartheid’, confinados en campos de desplazados o en aldeas sin libertad de movimiento.

La ONG también acusó al Ejército birmano y a la guerrilla étnica del Ejército de Arakán de empeorar la crisis en Rakáin debido a sus ataques contra zonas de la población rohinyá.

Así, los activistas acusaron al Ejército Arakán, de la minoría budista rakáin, de provocar incendios que han causado más desplazamientos de rohinyás e incluso de atacarlos con drones y artillería, causando muertos.

En un comunicado, el Gobierno de Unidad Nacional birmano, formado por políticos y activistas prodemocráticos, también expresó su solidaridad con los rohinyás que fueron víctimas del “Ejército brutal” en 2017, tras décadas de discriminación religiosa y étnica.

Además, afirmó que la actual junta militar, que tomó el poder en 2021, vulnera los derechos de los rohinyás y los somete a abusos como el reclutamiento forzoso y su uso como “escudos humanos”.

El Gobierno prodemocrático, que se declara autoridad legítima de Birmania, afirmó que los rohinyás son partícipes de la “revolución” para derrocar a la junta.

Tanto la junta militar como el Ejército de Arakán han negado que estén atacando a los rohinyás, en medio de las llamadas de la ONU y organizaciones como Amnistía Internacional para que se respeten los derechos de los civiles.

El Ejército birmano está siendo investigado en los tribunales internacionales por supuestos delitos de lesa humanidad y genocidio por las operaciones en 2016 y 2017 contra los rohinyás, a los que las autoridades birmanas han negado la ciudadanía durante décadas.

El golpe militar de febrero de 2021 acabó con diez años de transición democrática y abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas con miles de jóvenes uniéndose a grupos armados que combaten al Ejército. EFE

grc/jam

Por Prensa Pura Digital

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