
La Secretaría de Finanzas informó que en la licitación de este miércoles adjudicó $ 1,755 billones, tras recibir ofertas por $ 2,602 billones, lo que se traduce en un rollover del 45,7% sobre los vencimientos del día.
Esto implica que el Gobierno optó por inyectar pesos en el sistema, una decisión que podría llevar a las tasas a niveles más normales en los próximos días, una vez resuelto el problema de liquidez.
Según anunció el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, los instrumentos a tasa fija ofrecidos reflejaron niveles considerados elevados respecto a los fundamentos económicos, por lo que quedaron desiertos, permitiendo cancelar deuda por $ 2112 billones.
Tal como dijo Nicolás Cappella, sales trader en Grupo IEB, en su cierre del mercado: “Lo más relevante será ver si se dio el famoso Punto Anker. Es decir, si el tesoro rolleó menos de lo que vencía, para de esa forma largar pesos a la económica y subsanar el problema de liquidez que hay”.
Así, el Gobierno optó por dar liquidez a riesgo de presionar el tipo de cambio. En caso de una baja de tasas, debería verse un rebote en la curva pesos y un destase en los futuros de rofex, “que también marcaron otra rueda de subas y tasas implícitas en torno al 80%”, concluyó Cappella.
El asesor financiero, Leandro Monnittola, dijo a El Cronista que, con la falta de liquidez en pesos como telón de fondo y las tasas cortas en niveles extremos, el Tesoro logró rollear menos de la mitad de los vencimientos del viernes correspondientes al Boncap T17O5.
“Decidió liberar pesos al mercado para aliviar la tensión financiera, estabilizar las tasas a la baja y evitar una mayor presión sobre la venta de dólares, que sigue sin materializarse”, señaló el estratega.
Al cierre de la jornada, y en coincidencia con el anuncio, las cauciones retrocedieron tras haber alcanzado máximos de hasta 115% en el plazo de 24 horas. “La incógnita ahora es si la liquidez inyectada será suficiente para satisfacer la demanda y sostener la baja de tasas a lo largo de la curva en pesos”, agregó Monnittola.
Las inversiones de corto plazo
El actual nivel de tasas reconfigura el tablero de las inversiones en pesos. Y es que la falta de liquidez en el mercado se siente con fuerza: las tasas de corto plazo se dispararon y las cauciones llegaron a niveles inéditos -con la de un día que alcanzó un pico de 115% TNA-, producto del apretón monetario más intenso de los últimos meses.
Detrás de este salto se combinan factores coyunturales: una sobredolarización previa, la venta de spot y futuros por parte del Banco Central y el Tesoro, y una clara intención oficial de absorber pesos para contener la presión cambiaria en la antesala electoral.
En este contexto, la licitación de hoy resulta clave con vencimientos por $3,8 billones del Boncap T17, donde el mercado espera que se convaliden tasas algo más bajas.
La estrategia oficial sería no buscar un rollover total, sino permitir cierto grado de inyección de liquidez para aliviar tensiones sin ceder en el control del tipo de cambio. Sin embargo, la volatilidad se mantiene elevada tanto en la curva en pesos como en el dólar.
Para el inversor, el panorama se convirtió en un juego de precisión quirúrgica, por lo menos en el corto plazo. También hay que destacar que detrás de la euforia de tasas, sin embargo, se esconde un costo real para la economía.
El crédito corporativo se encarece y las empresas enfrentan una financiación cada vez más costosa en un contexto recesivo. Por eso, mientras el mercado arbitra entre liquidez y rendimiento, el interrogante de fondo es el mismo: ¿cuánto puede sostenerse este apretón monetario sin asfixiar la actividad?
Las tasas bajo la lupa de los expertos
Monnitolla explicó que, la falta de liquidez de pesos en el mercado se siente con fuerza y se refleja en las tasas de corto plazo, que se mantienen en niveles elevados. “Las cauciones cortas se mantienen en niveles de entre 80% y 90% TNA, mientras que la de un día llegó a tocar un pico de 115%”, recordó el experto.
Para el estratega, la escasez de pesos responde, en buena medida, a la sobredolarización que se observó semanas atrás, junto con la venta de spot y futuros por parte del Central y el Tesoro, lo que terminó por limitar aún más el circulante. De cara a la licitación de hoy, Monnittola estima que se convaliden tasas algo más bajas, con el objetivo de que el rollover sea menor al 100% y así permitir cierta inyección de liquidez en el sistema.
A este cuadro el especialista suma el nivel de volatilidad altísimo tanto en el tipo de cambio como en la curva en pesos. “En este contexto, los inversores con compromisos en pesos a corto plazo pueden aprovechar una caución o una Lecap corta -como la S31O5 al 90% TNA o la S10N al 77% TNA- para obtener buenos rendimientos en un plazo breve”, recomendó.
Para los perfiles más conservadores, la recomendación es evitar quedar posicionados en tasa en pesos en activos con vencimiento posterior a las elecciones y buscar cobertura en dólares, por eso de “gestionar el riesgo ante una posible aceleración del tipo de cambio”.
Para quienes estén dispuestos a asumir mayor riesgo y anticipan una victoria oficialista, con un tipo de cambio estable o a la baja, pueden anclar una tasa en pesos y armar una estrategia de carry trade. En ese sentido, el Boncap T15D5 (vencimiento 15/12/2025) ofrece un rendimiento en dólares cercano al 11% incluso en un escenario adverso, con el tipo de cambio testeando la banda superior.
El mercado se mueve al extremo corto ante la falta de pesos
Por su parte, Piedad Ortiz, economista, MBA en Finanzas, y antes de la licitación, dijo a este medio que, el mercado “pricea” que el Gobierno elegiría secar la plaza de pesos en la licitación de hoy. “Este movimiento se da en medio de la tensión preelectoral y obviamente con la intención contener la volatilidad cambiaria”, sentenció.
Para la estratega, este escenario reconfigura inversiones “pero solo si hablamos del cortísimo plazo, donde estos picos de apretón monetario están anclados a la absorción de pesos del BCRA, donde el inversor buscar volcarse a inversiones de muy corto plazo (cauciones) ayudando a que los fondos roten desde el carry hacia este segmento, para contribuir a la reducción de liquidez para otros activos”.
La experta advierte que la parte negativa de todo esto es el costo de financiamiento para las empresas, con una economía en modo recesivo, lo que se traduce en un gran impacto para la actividad.
En este contexto, la oportunidad inmediata pasa por aprovechar las tasas de caución y las Lecaps más cortas (con vencimiento en octubre de 2025) para capturar rendimientos elevados antes de la licitación. En el segmento de renta variable, los sectores financieros aparecen como los principales beneficiados por el spread de tasas, “junto con un mix de exportadores con capacidad de generación de divisas, que se posicionan mejor ante un eventual salto cambiario”, aseveró Ortiz.
A ello se suma la incertidumbre electoral y el riesgo de que no se materialice el apoyo externo esperado, lo que podría derivar en mayor presión inflacionaria y un repunte del riesgo país. Además, los focos de volatilidad internacional, como los conflictos geopolíticos y las tensiones comerciales, siguen presentes. En este escenario, la estrategia defensiva, recomienda la experta, es privilegiar la liquidez y concentrarse en el corto plazo.