
Joaquín De la Torre, uno de los tantos “ñoños” que se había sumado para ayudar y participar de la reconstrucción de un país destrozado por la cultura kirchnerista, como se decía en esos tiempos, había sentenciado hace dos meses, mucho antes de los comicios de septiembre, que esas elecciones bonaerenses serían “la última victoria del kirchnerismo”.
Pero también aventuró por aquel entonces que “el que se acuesta con larretistas, amanece mojado”, en clara referencia a haber puesto a José Luis Espert y Diego Santilli como primero y tercer candidato en la lista de LLA de la Provincia de Buenos Aires.
El ex intendente de San Miguel y futuro ex senador provincial también había afirmado que “desde el caso $Libra empezó un cambio de opinión de la gente sobre Milei”. Dicho y hecho, por primera vez, la palabra corrupción aparece como la más grande en la nube de palabras que realiza mensualmente Jorge Giacobbe Jr. cuando analiza el humor social y la opinión, específicamente sobre el Presidente, quien pasó de “loco” a “corrupto” en un abrir y cerrar de ojos.
Un poco más acá en el tiempo, y pasado el 7 de septiembre, un ex diputado provincial y armador del Frepaso, Guillermo Oliver, expuso las dificultades que acechaban al Gobierno porque “se quedó sin herramientas que le sirvan para la actual situación política y económica”.
“Él llegó al poder a los gritos, insultando a cualquiera que dijera o pensara diferente a lo que Milei creía, y con una motosierra en la mano. Bueno, esas cosas no le sirven más”, afirmó. Y agregó: “Lo peor es que cuando va a la caja de herramientas para buscar otra que pueda usar en la nueva coyuntura, no la encuentra porque no tiene más. Entonces empieza a desesperarse”.
En muchas mesas donde se discute el poder empiezan a ver cierto paralelismo entre el derrotero del actual gobierno libertario con el de Fernando De la Rúa. “La boca se te haga a un lado”, paró en seco un importante dirigente nacional del peronismo a quien empezaba a esbozar esa teoría. Y remató: “No va a pasar. Nadie puede agarrar esto como está y menos volver a declarar el default. Que termine lo que empezó”.
Con rabiosa objetividad la realidad indica que el Gobierno, que bajó la inflación a costa de transformar a la desocupación en la máxima preocupación laboral, y terminó con los piquetes a través de mostrar una fuerza represora casi intransigente, no pudo luego concatenar más éxitos de gestión. El “no hay plata”, inscripto en remeras y tazas, ya no sirve más y, para peor, aparecieron los cánticos en las canchas contra Karina Milei y, ahora, debió salir del Congreso de la Nación José Luis Espert, quien era primer candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires.
“Esta es toda de Milei”, se quejaba, por primera vez delante de dos periodistas, un representante de Las Fuerzas del Cielo que no podían creer como su líder, emperador de la Tierra, infalible y león, hubiera decidido que los dos primeros candidatos a diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires hubiesen sido, porque hoy uno está caído y la otra lo estará si se mantiene la decisión de bajarla, José Luis Espert y Karen Reinhardt.
“Lo que hace no pensar con otra cabeza”, expresaron por la “calentura de ponerla en segundo lugar… Qué hizo para estar ahí”, se quejan quienes ahora ya no guardan ninguna mirada crítica sobre su líder. Hasta empiezan a decir que “siempre el candidato debía ser Santilli, que medía más”, sin ninguna otra herramienta que la necesidad de aferrarse a una esperanza.
Sin embargo, lo que más debe discutirse internamente, pero nadie hace, es cómo se les escapó un elefante que tenía luces de neón en todo el cuerpo. La relación de “el Profe” con Fred Machado existía desde hace años, y en 2021 también había salido a la luz. Si había sectores del peronismo que financiaron aquella campaña para que Juntos por el Cambio no sacara tantos votos, era indudable que también sabían cómo se generaron aquellos recursos, aunque a Machado lo haya puesto un encumbrado empresario multitarget.
Quienes crearon a un presidente solo por haber sido “figura” como panelista de televisión no tomaron en cuenta el caso Espert. Todo muy extraño. Como excusa, desde las cercanías de Santiago Caputo y Karina Milei, ambos contrariados desde el inicio con el economista como candidato, dicen que “cuando a Javier se le mete algo en la cabeza, no podés discutirle”.
Quienes también se sorprendieron a cada instante y en un momento ya no podían seguirlo en su relato fueron los propios asesores y coaching de Espert. “Nos mentía a todos todo el tiempo… Es para matarlo”, dijeron mezclando bronca y desazón.
Igualmente, la elección puede ser mucho menos dramática de la que la opinión pública supone. Tomando en cuenta que Fuerza Patria reducirá su caudal de votos, fundamentalmente en la Provincia de Buenos Aires, por la salida del voto de extranjeros y la movilización de los aparatos utilizados por los intendentes, la lista encabezada por el controvertido Jorge Taiana rondará los 40 puntos. Las otras listas, incluida Potencia, Provincias Unidas, el Frente de Izquierda y otras personalidades se llevarán, como mucho, entre el 20% y el 25%. La Libertad Avanza, todavía considerada mayoritariamente como la única fuerza capaz de frenar al kirchnerismo, cosechará todo lo demás. Nada muy grave para un gobierno en caída libre hasta que Donald Trump llegue a salvarlo como Rooseevelt lo hizo con Winston Churchill hace un siglo atrás.