Javier Milei trazó un diagnóstico crudo sobre el estado de la economía Argentina. “Nos dejaron plantada una inflación del 15.000% anual”, afirmó luego de enumerar los distintos componentes de inflación reprimida. Dijo que la situación del Banco Central es peor que la del final del alfonsinismo y el atraso de tarifas es seis veces mas grande que en el rodrigazo.
En su discurso inaugural, Milei no habló de dolarización ni de la eliminación del banco Central, tampoco anunció privatizaciones, acaso confirmando que sus propuestas más extremas han quedado en el camino. Despojado así de los aspectos más radicales, el programa que esbozó se asemeja a muchos otros planes liberales de la historia argentina.
También fue evidente su intento de moderación en el plano internacional, evitó criticar a China, Rusia y Brasil, pero se detuvo especialmente a conversar con el ucraniano Volodimir Zelensky y sentó entre los presidentes a Bolsonaro, ante el faltazo de Lula. Tampoco estuvieron el colombiano Gustavo Petro ni el mexicano López Obrador. De los mandatarios progresistas de la región sólo se acercó el chileno Gabriel Boric. En sus primeras horas como presidente se observó una sintonía importante con el paraguayo Santi Peña.
“No hay alternativa al ajuste”, repitió cuatro veces y dijo que la única solución son las políticas de shock. “No existe la discusión, todos los gradualismos terminaron mal y los de shock bien, salvo el de 1959, además para hacer gradualismo hace falta financiamiento y no hay plata”, afirmó y anticipó que habrá que prepararse para entre 18 y 24 meses de alta inflación, “habrá estanfalción”, hasta que el apretón monetario empiece a surtir efecto.
No existe la discusión, todos los gradualismos terminaron mal y los de shock bien, salvo el de 1959, además para hacer gradualismo hace falta financiamiento y no hay plata.
“Ningún gobierno ha recibido una herencia peor, el kirchnerismo nos deja déficit gemelos de 17 puntos del PBI, los salarios están destruidos y giran en torno a los 300 dólares, nos han arruinado la vida”, afirmó Milei, que habló en la explanada del Congreso, frente a la gente que lo escuchaba en la plaza, del otro lado de la avenida Rivadavia.
Milei, volvió una y otra vez a proponer un regreso de la Argentina al país de la Generación del 80 de principios del siglo XX. Incluso citó a Roca y lo destacó como uno de los mejores presidentes de la historia del país. Una reivindicación que combinó con el rescate del menemismo: “Si hubiera seguido ese proceso, hoy el salario promedio sería de 3000 dólares”, sostuvo.
Milei dijo que por primera vez el ajuste de 5 puntos del gasto “recaerá sobre el Estado y no sobre los privados” y advirtió que hay otros 10 puntos de déficit en las pasivos remunerados del Banco Central, pero no quiso explicar como hará para limpiar ese balance, un tema que se supone resolverá Toto Caputo consiguiendo financiamiento externo, que pese a sus promesas de conseguir entre 15 mil y 30 mil millones de dólares, hasta ahora no apareció.
Durante la ceremonia fue evidente la tensión con la vice Victoria Villarruel, contrate que quedó más en evidencia por las bromas y gestos amables que cruzó con Cristina Kirchner. La vicepresidenta no estuvo en el placo montado para que hable -sólo la mencionó una vez- y tampoco lo acompañó en el auto descapotable que lo llevó a la Casa Rosada, donde saludo junto a su hermana, confirmando que Karina ocupará el rol protocolar de la primera dama.
Este es el último mal trago, habrá luz al final del camino.
El discurso de Milei buscó claramente evitar el error de Macri que no quiso exponer un diagnóstico de la herencia recibida. Fue crudo y muy conciso en los datos duros de la economía. “El cepo es una pesadilla social y productiva”, afirmó, pero no quiso dar un plazo concreto para levantarlo.
Dijo que la inflación de acá a febrero “está ubicada entre el 20 y el 40 por ciento mensual” y prometió “este es el último mal trago”. “Habrá luz al final del camino”, insistió.
En otro tramo de su discurso, el libertario se dio el gusto de intentar zanjar la discusión con los heterodoxos sobre la causa de la inflación: “la emisión es la única causa empírica y científicamente demostrada de la inflación”, afirmó. Y denunció que el gobierno saliente “emitió por 20 puntos del PBI” y ese rezago se va a sentir entre 18 y 24 meses: “lo vamos a pagar con inflación”, advirtió.
La emisión es la única causa empírica y científicamente demostrada de la inflación.
Milei también hizo un minucioso detalle de las deudas externas que la administración de Alberto Fernández sumó a la heredada de Macri y entre pagos atrasados a importadores, dividendos de multinacionales retenidos y otros ítems las estimó en 100 mil millones de dólares, “que se suman a los 300 mil millones que había”, sostuvo.
También reconoció que en los próximos meses enfrenta pagos muy desafiantes de compromisos externos, pero no explicó como los cubrirá. “El acuerdo con el FMI está caído”, dijo y puso así sobre la mesa lo que será uno de sus primeros desafíos. Acaso por eso, le pidió a Massa en la reunión secreta que tuvieron el domingo pasado que le permita quedarse a Leonardo Madcur, que llevó las riendas de la negociación con el FMI y asumirá como representante del gobierno de Milei ante el organismo.