Las provincias patagónicas desafían la decisión de Massa de nacionalizar las represas del sur argentino. El ministro le ordenó a la Secretaría de Energía que instruya a Enarsa a hacerse cargo de las las represas hidroeléctricas ubicadas sobre los ríos Limay y Neuquén, cuyas concesiones comienzan a vencer a partir del próximo 11 de agosto.
“Entiendo perfectamente el ruido que ha causado esto, pero la infraestructura es nacional. Una cosa es el recurso y otra la central en sí misma. Las centrales fueron construidas con recursos de todos los argentinos y argentinas. La ley marca que, cuando termina la concesión, revierte al Estado nacional”, dijo la secretaria Flavia Royón.
En efecto, las represas fueron construidas por el Estado Nacional y concesionadas en 1993 un año antes de la reforma constitucional que reconoce la propiedad de los recursos del subsuelo a las provincias. Según establece lo pactado hace 30 años, ante el vencimiento de las concesiones las centrales deben ser revertidas sin cargo al concedente, es decir, al Estado Nacional.
Entiendo perfectamente el ruido que ha causado esto, pero la infraestructura es nacional. Una cosa es el recurso y otra la central en sí misma. Las centrales fueron construidas con recursos de todos los argentinos y argentinas. La ley marca que, cuando termina la concesión, revierte al Estado nacional.
Esto no quita que las provincias exijan administrar las represas, amparados en la reforma de la Constitución Nacional que en 1994 les concedió la propiedad de los recursos de sus suelos.
Para apaciguar el debate, Sergio Massa, acompañado por Flavia Royón se reunió con el gobernador electo de Neuquén, Rolando Figueroa y con la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras.
No obstante tras estos encuentros la secretaria de Energía volvió a delimitar los alcances de la negociación. “Nuestra voluntad es que las provincias participen en las decisiones y por eso está contemplado un director para cada una”, dijo y agregó que “las regalías están fijadas por ley, pero sí creo que hay que corregir parámetros de precios”.
En estas negociaciones intentó meterse el senador kirchnerista, Oscar Parrilli, que no solo presento el proyecto de ley para las hidroeléctricas sino que desde comienzo de enero que envía notas a la Secretaría de Energía solicitando distintos pedidos de informes y reuniones con los representantes de las provincias. “Parrilli presionó mucho para que se concretaran las reuniones con los representantes de las provincias. Ahora le está pidiendo a Massa que reciba a Omar Gutierrez porque es quien está todavía al mando de la provincia”, contaron desde el entorno del senador neuquino.
La interna está presente. Parrilli se negó a integrar el frente que lideró el gobernador electo Figueroa y obligó al kirchnerismo a mantener una lista aparte, en una jugada que era favorable al Movimiento Popular Neuquino de Omar Gutiérrez, que igual perdió. Massa se desmarcó de esa estrategia y jugó fuerte con Figueroa, que hasta le mandó un video de apoyo al congreso del Frente Renovador de la semana pasada, en el que no se privó de reclamar participación de las provincias en las represas y mejorar las regalías.
Mientras tanto Gutierrez amenaza con judicializar la estatización del complejo hidroléctrico.
De hecho, el gobierno neuquino a envió una nota a la Secretaría de Energía donde ratifica al agua de los ríos como recurso natural de titularidad provincial y califica de “intromisión” la decisión del gobierno nacional de nacionalizar las represas. En esa nota, Gutiérrez solicita que se deje sin efecto la instrucción remitida a Enarsa, que pasará a administrar la totalidad del complejo hidroeléctrico.
Es absolutamente falso que se haya contratado a una empresa inglesa. Enarsa no tiene ningún contrato externo a excepción de un acuerdo colaborativo con IMPSA, que también es estatal.
Y no sólo eso. en la nota, Gutiérrez acusa a Enarsa de contratar una empresa inglesa vinculada a Joe Lewis -el magnate macrista que se apropió del Lago Escondido- para tercerizar el relevamiento de la planta de personal de cada una de las represas.
“Es absolutamente falso que se haya contratado a una empresa inglesa. Enarsa no tiene ningún contrato externo a excepción de un acuerdo colaborativo con IMPSA, que también es estatal”, dijo una fuente de la empresa estatal que preside el kirchnerista Agustín Geréz.