La puesta en marcha del Gasoducto Nestor Kirchner, prevista desde un comienzo para el próximo 20 de junio, cumplirá con el plazo propuesto con la apertura de la válvula y así dar inicio al proceso de llenado del caño, pero por insólito que parezca el gobierno decidió postergar la inauguración de la obra más importante de este mandato.
La épica en torno a la obra emblema de la gestión de lo que supo ser el Frente de Todos quedó pospuesta para evitar que sea teñida por el virulento clima político en la previa del cierre de listas. Mientras tanto el gas que comenzará a ser bombeado este martes debe recorrer 574 km de hasta la desembocadura de Salliqueló en un período de 15 días.
Un medio pudo confirmar de fuentes oficiales, que el acto de inauguración se va a realizar el 9 de julio dado el peso simbólico de la fecha. Ese día los funcionarios apelaran a la cuestión de la soberanía energética poniendo en valor esta megaobra de infraestructura que muchos entienden tiene el potencial de revertir la ecuación económica de la Argentina.
La épica en torno a la obra emblema de la gestión de lo que supo ser el Frente de Todos quedó pospuesta para evitar que sea teñida por el virulento clima político en la previa del cierre de listas.
Lo cierto es que la empresa estatal Enarsa que conduce Agustín Gerez, cumplió en tiempo y forma los tiempos de un proyecto enorme que fue demorado durante años. Así y todo la compañía estatal de energía enfrenta acusaciones cruzadas, que acaso se explique por los monumentales intereses que tiene que arbitrar.
A la circulación de información parcial que instaló dudas sobre la puesta en marcha de la obra para concluir que el gasoducto no estaría terminado en la fecha comprometida, se sumó la acusación del pago de sobrecostos en importaciones de GNL y denuncias de incumplimiento en el pago a los proveedores.
Es cierto que Agustín Gerez, titular de Enarsa, decidió adelantar las importaciones de GNL a comienzos del segundo trimestre de este año, para aprovechar una fortísima baja de la cotización internacional que derrumbó el valor de USD 50 a USD 20 por millón de BTU.
Pero también es cierto, que ahora que recién arrancó la ola de frío y es cuando se genera la demanda de estas importaciones, el GNL cotiza en USD 8 por millón de BTU. Y de un tiempo a esta parte circulan varios informes que anticipaban el cambio de condiciones en el mercado hidrocarburífero que proyectaban precios a la baja.
Sobre esto desde Enarsa dijeron: “Con el diario del lunes, yo también gano la lotería. La volatilidad del precio internacional depende de factores imponderables. La decisión de adelantar importaciones se estipuló en función del valor del GNL que especificaba el presupuesto asignado a tal fin, en USD 50 dólares. Con lo cual, la empresa provocó un ahorro de más de la mitad”.
Respecto al incumplimiento de pagos a los proveedores Enarsa afirma haber refinanciado la tercer cuota de un acuerdo inicial, que se reprogramó en cuatro pagos y ya se pagó la primer cuota tal cual lo pactado.