Sergio Massa se mostró con los dos gobernadores patagónicos electos el domingo para enfrentar la corrida política que provocó la operación de la Rosada para sacarlo del ministerio de Economía.
Massa recibió en su despacho a Rolando “Rolo” Figueroa, que el domingo destronó al Movimiento Popular Neuquino, luego de más de 60 años, y Alberto Weretilnech, que volverá a gobernar Río Negro luego de cuatro años de mandato de su ladera Arabella Carreras.
La reunión se dio sólo un día después de que Clarín pusiera en su tapa que Rolo Figueroa responde a Mauricio Macri. El propio Figueroa había negado en una entrevista con un medio que no había hablado con ningún dirigente nacional. “Yo no acordé absolutamente con nadie, yo sólo acuerdo con los neuquinos”, dijo el neuquino.
Además de Figueroa y Weretilneck, Massa recibió al gobernador chubutense Mariano Arcioni, uno de los mandatarios provinciales que le reportan. El ministro exhibió así el apoyo del bloque patagónico en medio de las operaciones surgidas de la Rosada para instalar a Antonio Aracre, ex CEO de Syngenta y jefe de asesores del presidente, como su posible reemplazo.
En medio de la corrida del dólar blue, Alberto a través de su portavoz Gabriela Cerruti salió a alimentar esas versiones. En una desmentida, dijo que la Casa Rosada no desmentía versiones como la de Aracre, que renunció un par de horas después para terminar de confirmar que la operación de la Rosada era cierta.
Massa ya había tenido que soportar el viento en contra del albertismo cuando, simultáneamente a sus negociaciones en Washington con el FMI, Alberto y el canciller Santiago Cafiero se tomaron una cerveza con Martín Guzmán en Estados Unidos.