La basílica del Sacré-Coeur, uno de los monumentos más famosos de París, ciudad que domina desde lo alto de la colina de Montmartre, ha sido declarada monumento histórico en Francia. Igualmente fue catalogada la plaza Louis-Michel, situada delante del templo y cuyos jardines con escaleras son uno de los lugares más visitados y fotografiados de la capital.
El templo, de estilo neorrománico con inspiración bizantina, “es un monumento emblemático del paisaje parisino, de fama internacional, y el más visitado de la capital tras la catedral de Notre-Dame hasta el incendio de 2019″, señaló el Ministerio de Cultura francés en el comunicado que anunció la declaración.
La basílica fue comenzada a construir en 1875, en parte por el deseo del gobierno conservador de la época de purgar lo que se consideró excesos de la revolución de la Comuna de París de 1870-71, con varias decenas de miles de víctimas, muchas de ellas fusiladas. Por ello, el templo, cuya construcción no concluyó hasta 1923, ha sido asociado con la represión por parte de la república de inspiración ultracatolica surgida tras el final del imperio de Napoleón III.
“La basílica es objeto de una historiografía llena de contrastes. Pero proteger un monumento histórico no significa glorificar uno u otro aspecto de su historia”, precisa el comunicado del Ministerio de Cultura. Por ello, añade que el templo y la plaza “constituyen un testigo arquitectónico en la compleja historia del final del siglo XIX”.
Fuente: EFE