El gobierno de Javier Milei no puede escapar del tren de escándalos al que parece haberse subido desde aquel tuit presidencial del 14 de febrero. Aunque se esfuerza por desviar la conversación pública hacia terrenos menos hostiles -o incluso más amigables con su relato- una y otra vez el destino parece arrastrarlo nuevamente al barro mediático desde hace 20 días. 

En vísperas del discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa, la orden era evitar los errores no forzados. Pero lo que asoma como una intempestiva decisión del asesor presidencial Santiago Caputo de increpar al diputado Facundo Manes ante la mirada de todos, en un Congreso abarrotado de periodistas, legisladores e invitados grabando con sus celulares la escena desde múltiples ángulos, abrió la puerta a un nuevo capítulo de esta seguidilla.

Esta semana, se presentará una denuncia penal ante la Justicia federal contra Santiago Caputo por amenazas agravadas, según confirmaron fuentes radicales a El Cronista. El escrito lo están terminando tres prestigiosos abogados y se formalizaría recién el miércoles ante la Fiscalía de turno. Se trata de la primera denuncia penal que se presenta contra uno de los hombres más poderosos del Gobierno, integrante del Triángulo de Hierro.

Sorpresivamente durante la madrugada que siguió a aquel episodio, una parte del material fotográfico producido por el Senado fue borrado del registro de cobertura oficial en la Cámara alta. Algunas de esas imágenes mostraban a Santiago Caputo, desde el balcón del primer nivel de las galerías del recinto de Diputados, acompañado por el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, y el influencer Daniel “El Gordo Dan” Parisini junto a otros miembros de Las Fuerzas del Cielo. 

Una de esas fotos capta al asesor estrella contemplando hacia abajo, donde se encuentran las bancas, con el rostro contraído en una mueca de enojo. Es la que ilustra este artículo. En rigor, muy similar al retrato del momento del cruce entre el asesor y el diputado Facundo Manes que captó un periodista de Noticias Argentinas desde un ángulo distinto donde se puede ver al Mago de la Casa Rosada gesticulando hacia Manes. 

“Me sorprende que le den tanta entidad a una cosa tan marginal. En especial porque Manes ha mentido de forma deliberada. Cuando dijo que le pegaron dos trompadas y son dos palmaditas en el pecho”, lo minimizó por la noche el propio Milei en una entrevista por LN+. Y acusó una operación periodística detrás: “Esto lo ha impulsado una periodista de Clarín y sabemos que Clarín me la tiene jurada. Quiere quedarse con el monopolio de las comunicaciones. Vos te metes con un poderoso y el poderoso te va a hacer esto.”

Desde el círculo de Caputo también relativizaron el episodio. Dijeron que las imágenes son claras en cuanto al cruce entre el asesor y Manes y que son “palmadas” las que Caputo, no son golpes ni trompadas. En su primera declaración pública, Manes señala a un “asesor” de Caputo por la agresión física. 

La única persona que se ve junto a Caputo desde que desciende por las escaleras es el youtuber libertario Franco Antunes Puchol, alias Fran Fijap. Incluso es quien se da vuelta y busca tapar uno de los celulares que graba el momento mientras él mismo manipula un móvil con la otra mano, a pocos centímetros de los protagonistas. Ayer en Twitter prometió que en las horas siguientes subiría las “pruebas” que demostrarían que Manes miente.

La otra testigo privilegiada de toda la secuencia es la diputada Marcela Coli, quien se encuentra al otro lado del grupo, junto a Manes, en el momento en el que Caputo se acerca en medio del tumulto de la salida.

En Democracia para Siempre, el bloque del que forma parte Facundo Manes, apuntan contra la presunta amenaza del asesor presidencial respecto a “tirarle todo el Estado encima”, según reconstruyó ante este medio al día siguiente en diálogo con varios de sus integrantes. Afirman que la denuncia no se pudo presentar finalmente en la comisaría de Diputados porque “no había Policía federal en el Congreso, solo la guardia de seguridad”.

En los momentos posteriores, luego que se viralizara la escena, hubo un intercambio de mensajes por Whatsapp con Martín Menem, el presidente de la Cámara de Diputados, mientras rumbeaba hacia la Casa Rosada para la cena posterior con el gabinete y el Presidente. Es posible se concrete una reunión cuando las y los diputados vuelvan a la actividad desde el miércoles.

Sin embargo, ayer domingo el propio Menem se sumó a la estrategia oficial de minimizar el episodio y poner bajo manto de sospechas las acusaciones de Manes. En una entrevista con Roberto García, el diputado de LLA aludió al “interés electoral” detrás de esta denuncia y recordó que Manes termina su mandato a fin de año.

“Cuando dijo lo de los jueces politizados, Manes levanta la Constitución y le dice que ellos los había nombrado por decreto. Santiago empieza a gritar desde el balcón. No escuchábamos qué decía, pero Manes se da vuelta y le muestra la Constitución Nacional. Cuando salimos, Caputo lo ataja en Pasos Perdido y le dice ‘Ahora me vas a escuchar'”, narró a este medio uno de los legisladores testigos del momento en el recinto. 

Responsabilizan al Presidente por alimentar el clima de violencia que deriva ya en hechos concretos. “Villarruel intenta poner orden, pero no lo consigue porque el propio Milei es el que no quiere. Cuando había sucedido algo parecido con Macri fue Macri quien pide ordenar el recinto”, recordó un referente amarillo, que también tuvo sus bajas en el recinto, al igual que los radicales del bloque de Rodrigo de Loredo. 

En este caso, el bloque de La Libertad Avanza también se sumó a los gritos contra Manes y demás diputados de Democracia para Siempre que eligieron sentarse en donde habitualmente lo hace Unión por la Patria. De ellos, Juliana Santillán fue una de las que se mostraba más enérgica, indican. “Por ahí el Presidente nos confundió con kirchneristas -bromeó uno de ellos-. A Manes lo conoce pero quizás al resto no nos ubica”. 

Es la segunda vez en solo 20 días que el asesor estrella de la Casa Rosada queda en el primer plano desde que inició la cadena de escándalos con el tuit presidencial que lo involucró a Javier Milei en el LIBRA gate. Aquel episodio también terminó en la Justicia federal, aunque el fiscal Eduardo Taiano no puso el foco aún ni en Caputo ni en la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, solo en el Presidente y los empresarios vinculados a la operación.

Así y todo, la filtración del video en crudo de la entrevista de Jonatan Viale a Javier Milei donde se observa al asesor interrumpiendo una respuesta del Presidente y la edición posterior de aquel fragmento puso bajo la lupa al asesor estrella, más habituado a moverse en las sombras que ante las cámaras. En ese caso, no por la comisión de un delito sino por el ejercicio de la libertad de prensa y el dilema ético en torno a la conducta expuesta en las imágenes.

Aquella situación fungió como una válvula de escape funcional a la secretaria general de la Presidencia, cada vez más comprometida por los testimonios de diversos personajes del mundo critpo, traders e influencers apuntando contra el círculo presidencial por tráfico de influencias a través del supuesto pedido de coimas.  

Con diversos funcionarios cuestionando por primera vez en público y sin ahorrar adjetivos a Caputo -desde el vocero Manuel Adorni hasta el jefe de Gabinete, Guillermo Francos-, el asesor presidencial arrastró la marca mediática del flanco más sensible para el Presidente. Fue una jugada coordinada a partir del error, que mutó hacia una estrategia con una meta planificada.

En su discurso ante la Asamblea Legislativa, el Presidente buscaba retomar con firmeza el timón de la conversación pública con un discurso donde no hubo grandes revelaciones sino más bien un balance y una ratificación de la agenda libertaria. 

El nuevo “error no forzado” de Caputo monopolizó los ecos de su hora de presentación ante el Congreso, con casi diez puntos menos de rating en los medios tradicionales en relación a 2024 y un impacto predominantemente negativo en las redes sociales, acorde al Monitor Digital que elabora DC Consultora.

Quizás el único anuncio novedoso, en la hoja de ruta de reformas que planteó Milei, fue la confirmación que el acuerdo con el FMI, cuando se concrete, pasará por el Congreso luego de un intento previo de suspender esta obligación fijada por ley. Pero aún ello -dicen algunos legisladores- solo recibirá el visto bueno con algunas condiciones como volver a poner en la mesa de discusión el Presupuesto 2025.