Cambios clave en la regulación frutícola argentina buscan impulsar la calidad y el comercio (Foto: Shutterstock)

El sector frutícola argentino entra en una etapa de transformación con la Resolución 22/2025, que busca modernizar desde la producción hasta la exportación de frutas. Impulsada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, esta normativa promete simplificar procesos, reducir costos y garantizar estándares internacionales, en un esfuerzo por consolidar a Argentina como un competidor de peso en los mercados globales. ¿Qué cambios trae esta medida y cómo impactará en el futuro del sector?

Modernización en cada etapa

La Resolución 22/2025 introduce un enfoque más flexible en la producción de frutas. Los productores ahora tendrán la posibilidad de elegir el momento ideal de cosecha según la madurez y sanidad de los cultivos, dejando atrás criterios que muchas veces comprometían la calidad final. Además, se simplifican los requisitos de envasado, eliminando regulaciones que aumentaban los costos sin aportar beneficios significativos.

Otra innovación clave está en los procedimientos de trazabilidad, diseñados para cumplir con los estrictos estándares fitosanitarios de los principales mercados internacionales. Este cambio busca fortalecer la competitividad del sector, asegurando que las frutas argentinas puedan abrirse camino en los mercados más exigentes del mundo.

Estas modificaciones no solo apuntan a mejorar la calidad del producto final, sino también a crear un marco regulatorio más ágil y adaptado a las necesidades actuales de la industria.

La Resolución 22/2025 introduce un enfoque más flexible y eficiente en la producción de frutas. Los productores ahora tendrán la posibilidad de elegir el momento ideal de cosecha según la madurez y sanidad de los cultivos  (Uni Rao)

Un balance del 2024

A pesar de las normativas que limitaban su desarrollo, las exportaciones de los principales complejos frutícolas argentinos superaron los USD 1.150 millones en 2024. Este resultado marcó un crecimiento del 22% respecto al año anterior y el mayor nivel exportador en tres años, deteniendo una tendencia negativa de seis años. Entre los avances destacados, el complejo Otros cítricos duplicó sus envíos, impulsado por el jugo de naranja, mientras que las cerezas brillaron en el segmento de arándanos y frutas similares, con un crecimiento del 80% en exportaciones.

El complejo Limón lideró con envíos por más de USD 420 millones, reflejando un aumento del 7%, gracias al crecimiento en aceites esenciales, con epicentro en Tucumán. Otro pilar fue el complejo Peras y Manzanas, representado en un 75% por peras y concentrado en Río Negro, que incrementó sus exportaciones en un 19%. Además, el Resto Frutícola destacó con ciruelas, duraznos y nueces, creciendo un 37%. Por su parte, el complejo Uva, además de sus vinos, sumó envíos de uvas frescas y jugos, alcanzando exportaciones por más de USD 840 millones, un 15% más que en 2023.

El futuro en marcha

La Resolución 22/2025 representa un paso significativo hacia la modernización del sector frutícola argentino. Su enfoque en la calidad, la trazabilidad y la reducción de costos busca revitalizar un mercado con un gran potencial, pero que en los últimos años se enfrentó a desafíos locales e internacionales.

Aunque aún queda por ver el impacto de estas medidas a largo plazo, el camino hacia una producción más eficiente y competitiva ya está trazado. La pregunta es si el sector logrará aprovechar esta oportunidad para recuperar el liderazgo que alguna vez tuvo en los mercados globales.

Fuentes: Bolsa de Comercio de Rosario