Roberto Área es un joven venezolano que se volvió viral en redes sociales al contar su experiencia completa de deportación. Su historia ganó gran notoriedad en YouTube gracias a su testimonio. Reveló desde que fue expulsado hasta cómo consiguió regularizar su estatus.

Viajar a Estados Unidos para quedarse con visa de turista

El joven compartió su historia familiar a través de su canal. En las imágenes dijo que sus seres queridos, debido a la situación de su país, decidieron, primero, mudarse a Colombia y luego a Miami con una visa de turista.

“Una de las cosas que hicimos mal es que había poco asesoramiento en ese momento porque no había muchos venezolanos en 2005 y no había tanto conocimiento de las leyes de migración”, explicó el hombre.

Debido a que venían de Venezuela, los padres del joven tuvieron la posibilidad de aplicar a un asilo político en Estados Unidos, pero les fue negado por haber nacido en Perú. Su caso siguió bajo investigación, mientras ellos hacían su vida en la nación norteamericana.

Tras ser deportado y estar años fuera del país, Roberto volvió a Estados Unidos bajo una visa IR1

Nosotros estábamos en Estados Unidos de manera legal (porque su proceso estaba en trámite), trabajando y mi vida, la verdad, se iba enraizando más allí”, contó el joven, quien explicó que toda esa etapa duró cinco años.

“En el quinto año, es cuando me doy cuenta de que todo está yendo mal y los abogados nos están diciendo que no nos iban a dar el asilo. En este momento mis padres decidieron irse, pero yo al ser tan joven decidí quedarme ilegalmente, porque yo no quería regresar a Venezuela”, recordó.

El proceso ICR es una herramienta que permite revisar en detalle los casos de  personas detenidas

El inmigrante describió que durante aquellos años, no le dio el valor ni la importancia a regularizar su situación migratoria, ya que vivía bien y tranquilo con trabajo en una tienda de zapatos.

Así lo encontraron los agentes de inmigración

Al tener contacto directo en su local con una persona con problemas legales, se volvió muy “vulnerable” y detectable para los agentes de inmigración: “Las personas piensan que inmigración no sabe nada, pero saben donde estás, donde te escondes y te conocen más que a ti mismo”.

Un día, según compartió Roberto, un agente encubierto lo visitó en la tienda y en cuestión de segundos lo esposó y lo arrestó. “Después de ser detenido, el agente de migración me llevó a mi casa, que era bastante bonita, me comenzaron a preguntar muchísimas cosas porque no pensaban que con un trabajo en South Beach pudiera vivir como yo vivía”, explicó.

Tras horas de preguntas, los agentes se dieron cuenta de que decía la verdad. Uno de ellos incluso le manifestó que no era el fin del mundo y que si arreglaba mi situación, eventualmente podría volver.

Cómo fue la detención del migrante previo a ser deportado

Roberto estuvo una noche detenido antes de ser trasladado al Broward Detention Center. Allí lo vistieron de naranja y lo separaron según su nacionalidad.

El joven explicó que durante su estadía había muchas peleas en la cárcel, ya que convivían diversos grupos de personas.

ICE colaboró con el FBI y otras agencias en operativos en Nueva York y Colorado

En una ocasión, el joven fue testigo de cómo apuñalaron a un mexicano y él tuvo que traducir entre los oficiales y el herido, lo que ayudó a su caso.

Según compartió, el oficial que fue testigo de sus habilidades en traducción fue quien aceleró su proceso de deportación. En 15 días, se volvió el único venezolano al que pusieron en un vuelo comercial para volver a su país.

Roberto explicó que, en ese entonces, debido a que había pocas personas, tardaban hasta tres meses en llenar un vuelo con deportados hacia Venezuela. “En el momento de la deportación me sentí como un criminal”, explicó.

Así logró volver a Estados Unidos

La historia de Roberto ha inspirado a cientos de personas, ya que pudo volver a Miami para comenzar de nuevo, pero ahora legalmente.

Tras comenzar su vida de cero en Venezuela, el joven se trasladó a Perú para estudiar gastronomía. Allí conoció a su esposa, quien era naturalizada estadounidense y juntos comenzaron el proceso de residencia en Estados Unidos.

Así, Roberto procesó una visa IR1 y, tras años de espera, lo consiguió: “Cuando me aprobaron la visa a los tres días estaba de vuelta en Miami”, señaló.

El inmigrante venezolano instó a las personas a no rendirse en sus procesos. Les pidió que “no sean rebeldes” y que no copien tampoco su ejemplo de vivir sin permiso en otro país.