Luis Rubiales junto a su abogada (REUTERS/Violeta Santos Moura)

Tras más de una semana de sesiones, el juicio contra Rubiales está llegando a su recta final y este martes comienza el turno de palabra de los acusados. El primero de ellos es el principal protagonista, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, acusado de los delitos de agresión sexual y coacciones.

En su declaración, que ha respondido a todas las partes, ha defendido que el beso a Jenni Hermoso fue consentido. “Estoy totalmente seguro que me dio su aprobación”, ha respondido a la Fiscalía.

Según su versión, solo la besó porque tras verla triste por haber fallado un penalti, quiso animarla “como un amigo”. Ha asegurado que se conocen “desde hace muchos años”, por lo que solo fue algo “espontáneo” y a raíz de la “euforia” del momento. Ha relatado que todo pasó en un momento y que si le llegó a preguntar si le dejaba darle un “besito”.

La representante del Ministerio Público le ha preguntado si dar besos en la boca es algo que realiza de forma habitual a lo que ha contestado que “no”. “A mis hijas no les doy besos de normal, pero si quizás en Fin de Año”, ha agregado, para explicar que solo fue por las dimensiones de la celebración que estaban viviendo.

Con su respuesta, la fiscal ha insistido en si habría hecho lo mismo si hubiera sido un hombre. Ha respondido que solo lo hace con gente con la que tiene mucha cercanía. “En la selección femenina había cuatro o cinco con las que tenía amistad, entre las que estaban Jenni”, ha asegurado.

“Solo fue un tema entre amigos”

Durante su interrogatorio ha defendido más de una vez que lo que hizo no era una agresión sexual, que solo era “un tema entre amigos”, pero si que ha asegurado que se arrepintió de lo que había hecho, porque “tendría que haber tenido más sangre fría” en el momento.

Según su versión, que ha chocado con las de las jugadoras de la selección y la propia Jenni Hermoso, la afectada estuvo en todo momento “contenta y celebrando” y que en ningún momento la vio “llorando”.

Ha asegurado que fue ella misma la que dio las primeras declaraciones sobre lo ocurrido en la que dijo que “no tenía importancia” y en las que según él, Jenni Hermoso llegó a asegurar que era “una cosa entre amigos”. En su interrogatorio, la jugadora explicó que no tenía relación de amistad con Rubiales y que en los primeros momentos se mostró “feliz”, por el logro que había conseguido, pero eso no significaba que no le “dio asco”.

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