Concentración de los sindicatos médicos ante el Congreso de los Diputados en Madrid. (AMYTS)

Las negociaciones del Estatuto Marco, que regula las condiciones laborales de los profesionales sanitarios, parecen estancadas, al menos en el campo médico. Los sindicatos han convocado manifestaciones el 10 y el 13 de febrero para protestar por el borrador elaborado por el Ministerio de Sanidad, que propone medidas como la exclusividad de los altos cargos o la reducción de las guardias.

Los sindicatos médicos han considerado el borrador como “un ataque directo a la profesión” que “deja completamente desasistido al médico con las propuestas que se hacen respecto a la jornada laboral, reclasificación profesional y el régimen de incompatibilidad”, aseguran en un comunicado difundido por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).

A las manifestaciones de esta semana, secundadas igualmente por la Organización Médica Colegial, se han suscrito: la organización que engloba a los representantes de 14 comunidades autónomas, Ceuta y Melilla; Sindicato Médico Andaluz (SMA), Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), Metges de Catalunya, Sindicato Médico de Euskadi (SME), Sindicato O´Mega de Galicia, Asociación MIR España, Asociación de Médicos Unidos por sus Derechos (MUD Médicos), Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) y el Foro de la Profesión Médica, entre otras agrupaciones. Exigen un estatuto propio que pueda regular “las especiales características” de la profesión médica.

Ante sus reclamaciones, la ministra de Sanidad, Mónica García, insiste en que el texto filtrado es tan solo un borrador y que el Estatuto Marco se encuentra en fase de negociación, por lo que habrá tiempo para modificarlo. “Este Estatuto Marco viene a mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales después de 20 años sin que nadie lo haya tocado, y una de las cosas innovadoras es que ya no va a haber precariedad en nuestro sistema sanitario”, ha asegurado en declaraciones a los medios. La titular de Sanidad afirma que con esta nueva normativa “ya no vamos a oír hablar de esos interinos que llevan 15 años o de esos eventuales que les han hecho 46 contratos estando en el mismo puesto de trabajo”.

Empeoramiento de la jornada laboral

Los sindicatos médicos entienden que el borrador de Sanidad “empeora” la normativa actual sobre el tiempo de trabajo. Aunque reduce las horas de guardia de 24 a 17 horas, “no elimina la obligatoriedad de hacer guardias y no contabiliza estas horas como tiempo trabajado para la jubilación”, aseguran.

Tampoco toca la retribución de las guardias, que consideran “insuficiente”. En el borrador tampoco “se regulan las guardias localizadas; mantiene para los médicos una jornada obligatoria de 48 horas y plantea una jornada especial de hasta 150 horas más; no computa las horas de descanso diario semanal post-guardia y obliga a su recuperación”, dicen, aunque en este aspecto la ministra García ha asegurado que se corregirá la redacción del Estatuto para que nadie ‘deba’ horas.

Los médicos piden una “regulación seria” de la jornada laboral y no ven entendible que, mientras se aboga por una reducción del horario de trabajo a 37,5 horas semanales, los facultativos continúen con un límite de 48 horas. Piden, a su vez, regular las guardias localizadas y establecer el descanso obligatorio y computable como tiempo trabajado, además de unas retribuciones al menos iguales a la hora ordinaria durante las guardias, con complementos de nocturnidad y festividad. Además, cuando se deban hacer más horas de guardias por necesidades organizativas, ampliando el límite de 17 a 24 horas, este extra debería ser voluntario y retribuirse como hora extraordinaria. Asimismo, “los servicios médicos podrán optar a la no realización de guardias de 24 o 17 horas a cambio de jornadas de 12 horas, con la consiguiente minoración de la jornada”.

Piden igualmente declarar como trabajador nocturno a aquellos médicos que hagan un tercio de su jornada de noche.

Contra la exclusividad propuesta en Sanidad

La ministra de Sanidad, Mónica García. (Fernando Sánchez/Europa Press)

El sistema de incompatibilidades elaborado por Sanidad ha sido uno de los principales motivos de protesta. La ministra, Mónica García, propuso exigir a los altos y medios cargos directivos la dedicación exclusiva al Sistema Nacional de Salud (SNS), para evitar que se reciban sobresueldos de la sanidad privada. Asimismo, se ha valorado pedir a los médicos que acaben el MIR y entren al SNS una dedicación exclusiva durante los cinco primeros años, y no permitir a los trabajadores que pidan una reducción de jornada por maternidad o cuidado de un familiar dependiente que completen el resto de horas en la privada.

Este régimen de incompatibilidades, según los sindicatos, afecta principalmente a los médicos y puede suponer una “pérdida inevitable de talento y experiencia” en la seguridad social.

En este aspecto, exigen que el sistema de incompatibilidad del médico tenga “las mismas características que el del resto de empleados públicos” y con unas “compensaciones retributivas adecuadas”. Respecto a la propuesta relativa a los médicos MIR, entienden que es una exclusividad discriminatoria e injusta y supondrá “una invitación a nuestros compañeros más jóvenes a optar a otras opciones distintas a la sanidad pública”.

Reclasificación profesional injusta

Participantes durante la concentración en Sevilla que los sindicatos médicos han convocado en todas las comunidades como paso previo a la

La ministra de Sanidad aseguró a mediados de enero que “el Estatuto Marco tiene pendiente una reclasificación en algunas categorías desde hace muchos años”, una reclamación ya histórica de colectivos como el de la enfermería o las TCAES. La propuesta de Sanidad ha sido adaptar el sistema MECU (Marco Español de Cualificaciones para el Aprendizaje Permanente) para crear ocho grupos de clasificación diferentes. Los médicos se integrarían en el nivel octavo, con los farmacéuticos y odontólogos en el séptimo (mismo grupo profesional que el nivel 8) y la enfermería en el sexto. Todo ello sin un aumento de las retribuciones.

Los médicos ven en este nuevo sistema una forma de “ningunear al médico, un profesional con una formación de 360 créditos y nivel MECES III y con mayor responsabilidad y cualificación en el proceso asistencial, que termina englobado en el mismo grupo profesional que otras categorías a las que se les exige una formación de 240 créditos (nivel MECES II)”.

Por todo ello, piden una clasificación profesional que tenga en cuenta el mayor número de horas formativas y la mayor responsabilidad y cualificación que se les exige, ligado a un aumento salarial y una diferenciación de los titulados con menos créditos. “Escapa a la lógica que una clasificación como la que se plantea no suponga cambios retributivos o lo haga solo para algunas categorías”, aseguran. Respecto a esta subida de sueldo, Mónica García pasa la pelota a las comunidades autónomas, “que son las que tienen las competencias para mejorar muchas aquellas de las reivindicaciones que están haciendo ahora los sindicatos médicos”.