La favorita del rey (Jeanne du Barry, Francia/2023). Dirección: Maïwenn. Guion: Teddy Lussi-Modeste, Maïwenn. Fotografía: Laurent Dailland. Edición: Laure Gardette. Elenco: Maiwenn, Johnny Depp, Benjamín Lavernhe, Pedro Richard, Melvil Poupaud, Pascal Gregorio, Paulina Pollmann, Micha Lescot. Duración: 116 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: regular.

Jeanne Bécu nació en 1743 y murió en 1793. Conocida popularmente como Madame du Barry, esta cortesana francesa fue la última amante oficial de Luis XV de Francia. Las cortesanas ocupaban un lugar importante en Versailles: a cambio de favores sexuales con los poderosos de la época obtenían beneficios, prebendas e incluso títulos nobiliarios. Eran generalmente mujeres cultas y muchas veces de alto rango social que tenían relaciones fluidas con artistas y filósofos. Jeanne Becú fue una de ellas, aunque su origen era más humilde: fue la hija ilegítima de un monje y una cocinera. Y esta película, escrita, dirigida por Maïwenn le Besco, actriz y cineasta francesa de 48 años, la tiene como protagonista central.

Madame du Barry fue una de las tantas amantes de Luis XV, un rey más preocupado por sus amoríos y por contribuir a la cultura y las artes que por fortalecer el alcance de la monarquía francesa, que en ese período se debilitó política y militarmente. Y de hecho aprovechó muy bien el espacio vacío que dejó en 1764 la muerte de Madame de Pompadour, consejera clave y su cortesana favorita hasta entonces.

Evidentemente fascinada por el personaje, Maïwenn propone una versión romántica de una mujer que, además de belleza, inteligencia y una sólida formación literaria, tiene en la película una enorme templanza para tolerar el rechazo de buena parte del nutrido entorno de la corte, especialmente de las hijas de un rey timorato, adusto e interpretado por Johnny Depp como si fuera un simple trámite.

Si hay algo que Maïwenn consigue es pintar al ambiente de la corte francesa como una especie de parodia involuntaria, algo que también hicieron Sofía Coppola en María Antonieta (2006) y Yorgos Lanthimos en La favorita (2018). El tono que elige esquiva deliberadamente la solemnidad tan habitual en las películas de época, y ahí sí que tiene un aliado importante en un Depp extralarge que se suma a ese plan sin culpas jugando con una gestualidad por momentos excesivamente controlada, en otros virada al borde del ridículo, como era común en la última etapa de Marlon Brando, uno de sus principales referentes.

Pero donde la historia fracasa es en la construcción de la heroína: si esta Jeanne du Barry de pura ficción (basta con revisar un poco su historia oficial para comprobar los oportunos cambios implementados en el guion para renovar su perfil y adecuarlo a lógica de la trama) logra sobreponerse al ejército de rivales de su propio género que la desprecian no es tanto por su fortaleza (es aquí una mujer pícara, pero indiferente y bastante pasiva ante las agresiones constantes que sufre), sino por la comprensión de muchos de los hombres que la rodean, que la valoran en su justa medida o simplemente la desean y por eso la protegen sin sumarse a su escarnio.

El mayor logro de la protagonista es entonces defenderse de sus detractores, algunos de mucho peso, como la mítica María Antonieta que Pauline Pollman encarna con plena conciencia de las ambigüedades del personaje. Pero la impronta feminista que el relato nos sugiere cuando Jeanne se niega a quitarse la ropa para que un artista pinte un desnudo (“Es mi cuerpo”, argumenta en sintonía con una consigna de otra época y contradiciendo incluso a una figura tan influyente para ella como su calculadora progenitora) se diluye un poco frente a la apuesta más decidida por una historia de amor que no termina de encenderse del todo porque el Luis XV de Depp, la gran estrella del proyecto, queda al borde de la caricatura.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.