Estas son las personas que no deberían comer pan blanco

Si hay un alimento que traspasa las fronteras de las culturas y del tiempo, es sin duda el pan. Desde hace milenios y en todas las partes del mundo, el pan blanco ha formado parte de la dieta básica de millones de personas, alimentándolas diariamente y aportándoles múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, tampoco se debe abusar de él. Incluso hay quienes no deben comerlo en absoluto.

Las principales razones por las que un médico o nutricionista puede recomendar encarecidamente evitar completamente la ingesta de pan son por sus efectos en la salud metabólica, intestinal y sus niveles de azúcar en sangre, así como para controlar el peso.

Personas con diabetes

Para las personas con diabetes tipo 2, el consumo de pan blanco puede ser particularmente problemático. Este tipo de pan está hecho con harina refinada que tiene un alto índice glucémico, lo que significa que causa un aumento rápido y elevado de la glucosa en sangre después de su ingesta. Según la Asociación Americana de Diabetes, los alimentos con alto índice glucémico pueden dificultar el control de los niveles de azúcar en sangre. Estos picos de glucosa pueden hacer que el páncreas libere grandes cantidades de insulina y, a largo plazo, empeorar la resistencia a ella.

Las personas con prediabetes o resistencia a la insulina también deben evitar este alimento, pues esta condición se caracteriza por la disminución de la capacidad de las células para responder a la insulina, que es fundamental para regular la glucosa en sangre.

Personas con sobrepeso u obesidad

El pan blanco es un alimento que aporta principalmente calorías vacías, es decir, calorías sin un aporte significativo de nutrientes beneficiosos como vitaminas, minerales o fibra. Su consumo puede contribuir al aumento de peso y a la obesidad debido a que es fácil de consumir en grandes cantidades y no genera una sensación de saciedad prolongada. Los carbohidratos refinados presentes en este alimento aumentan el apetito y la ingesta de calorías, lo que puede suponer un obstáculo importante para aquella personas que intentan perder peso o mantenerlo.

Personas con problemas digestivos

Para quienes padecen problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable (SII), el pan blanco puede agravar los síntomas debido a su bajo contenido de fibra y nutrientes. La fibra es esencial para la salud intestinal, ya que contribuye al movimiento regular de los intestinos y alimenta las bacterias beneficiosas del microbioma intestinal. Sin embargo, el pan blanco se elabora con harina refinada, en la que la fibra ha sido eliminada durante el proceso de refinamiento. Además, algunos ingredientes del pan blanco, como ciertos conservantes o aditivos, pueden irritar el intestino y empeorar los síntomas en personas con SII .

Personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten

El pan blanco contiene gluten, una proteína que puede desencadenar reacciones inmunológicas en personas con enfermedad celíaca y síntomas digestivos en personas con sensibilidad al gluten no celíaca. La enfermedad celíaca es una afección autoinmune en la que la ingesta de gluten daña el intestino delgado, provocando malabsorción de nutrientes y una variedad de síntomas como diarrea, dolor abdominal, fatiga y pérdida de peso. La Fundación de la Enfermedad Celíaca sugiere que las personas con esta enfermedad eviten todos los productos de trigo, incluidos los productos de pan blanco, ya que incluso pequeñas cantidades de gluten pueden provocar síntomas y daño intestinal.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.