La brecha cambiaria no para de caer. A estas alturas, en el mercado no descartan una pronta unificación de facto entre el tipo de cambio oficial y los paralelos, dinámica que ayuda a reducir las expectativas devaluatorias post salida del cepo, promueve las liquidaciones de las exportaciones y desincentiva la demanda de divisas para importar.

Tras la baja de los paralelos, mientras el dólar oficial sigue corre al 2% mensual que marca el BCRA, en las últimas ruedas la brecha cambiaria se afianzó por debajo del 10% en todas las referencias. En el caso del MEP contra el oficial mayorista, es de apenas 6%, muy lejos del 200% que registraba hace un año, con la gestión del ex ministro Sergio Massa.

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En el mercado creen que en el corto plazo la brecha seguirá en torno a estos niveles, con sesgo a la baja. Una mayor compresión (no necesariamente hasta cero) es posible gracias al buen clima en la plaza financiera, en medio de mayor liquidez de divisas tras el blanqueo, buenas perspectivas de ingresos de exportaciones y bajas expectativas devaluatorias.

Menos brecha y menos distorsión

Camilo Tiscornia, director de C&T, afirma que una brecha cambiaria muy grande, como la que había hasta hace un año, genera muchas distorsiones en la economía, como la dispersión de precios. Además, resalta que una brecha bajísima, como la actual, acerca la salida del cepo y reduce la expectativa de un salto importante en la cotización.

“Aún hay muchas trabas, pero una brecha baja simplifica muchas cosas. Por ejemplo, los que envían dinero al exterior, si bien pagan un costo porque abandonan al oficial, en este escenario de brecha chica la pérdida es mucho menor. Todo se va normalizando. También empiezan a desaparecer las especulaciones con tratar de sacar provecho de la brecha”, señala.

Una brecha cambiaria alta genera muchas distorsiones que hacen que la economía funcione mal: aumentan las expectativas devaluatorias, haciendo que los exportadores retrasen las liquidaciones de divisas y los importadores apuren los pagos, lo que tensa a las reservas del Banco Central, de acuerdo con Alejandro Giacoia, economista de Econviews.

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Giacoia sostiene que nada de eso sucede con los paralelos en calma y la brecha reducida. Además, resalta, últimamente los paralelos se usaron como referencia para fijar precios, por lo que también ayuda por ese lado. Estima que los niveles actuales seguirán en el corto plazo, con posibles tensiones en el período electoral y unificación con salida del cepo después de los comicios.

Claudio Caprarulo, director de Analytica, resalta que si bien los paralelos son una referencia para estimar a cuánto debería subir la cotización tras el desarme de los controles cambiarios, estos dólares no representan valores de equilibrio en el mercado debido a la intervención que aplica la autoridad monetaria, lo que ayuda a mantenerlos a raya. 

Además, resalta Caprarulo, la brecha cambiaria es muy chica también por cuestiones transitorias, como el efecto de los dólares del blanqueo de capitales y el incentivo a los exportadores a adelantar las liquidaciones de divisas con este esquema de crawling peg y la posibilidad de una parte de ingresar las ventas al tipo de cambio financiero.

A corto plazo, el contexto actual debería consolidar una brecha en torno a estos niveles, con posibilidad de que sea aún más baja, en medio de la gran cantidad de dólares del blanqueo, la chance de que el ritmo devaluatorio se reduzca al 1% mensual en los primeros meses de 2025 y la prolongación de la desaceleración inflacionaria, de acuerdo con el economista Adrián Moreno.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.