Nació una nueva estrella financiera. Algo así como la nueva Cruz del Sur del dinero para las empresas en esta nueva etapa de la economía y los bancos, dominada por el “crowding in“, tras la retirada del Estado como principal tomador de fondos y fuente de rentabilidad del sistema financiero a través de la remuneración de pasivos.
La nominalidad había dejado sin brújula de las tasas con que se remuneraban los mayores depósitos en pesos en el sistema financiero. Alguna vez fue la tasa Badlar, promedio de plazos fijos mayores de $ 1 millón. Si en otros momentos eran millonarios ahora son menos de u$s 1000. Tampoco alcanzó con su sucesora a partir de 2017, la TM20, con referencia de las tasas para depósitos de más de $ 20 millones. Esto plantea un inconveniente al sistema financiero al diseñar instrumentos atractivos para tomar liquidez del mercado.
Los bancos ya se preparan para ofrecer productos que ajusten por Tamar más spread, que tendrá como atractivo que mantendrán valor constante.
Para remediarlo, el BCRA comenzó a publicar la Tasa Mayorista de Argentina (Tamar), que recoge la remuneración de los depósitos a plazo fijo a partir de los $ 1000 millones con vencimiento de 30 a 35 días. Para que no suceda lo mismo que con la Badlar, la base de $ 1000 millones se irá “indexando” anualmente con la inflación, que fue lo que mató a la anterior mayorista y a la que lo sucedió como referencia, la TM20, que en 2017 tomó como referencia los $ 20 millones. La Tamar se publica con una referencia para todo el sistema (Tamar total), otra para los bancos privados y una más para los públicos.
Hace un año, en diciembre de 2023, el ratio promedio de créditos sobre depósitos era de 49% pero en noviembre pasado, esa proporción trepó a 70 por ciento. Se genera un riesgo de hueco comercial, aseguran en los bancos.
Para tener una idea, la tasa de Política Monetaria está en 35% (TNA); la Badlar, casi minorista, por debajo, a 34,94%, mientras que la nueva Tamar informada ayer está en 38,44%, reflejando lo que los bancos pagan a los mayores depósitos.
No solo nominalidad
Es un montón para los bancos que la nueva tasa de referencia se ajustará anualmente y mantener una estabilidad. El proceso económico en curso es desafiante en cuanto a la liquidez del sistema, y algunas entidades financieras que avizoran la continuidad de la monetización de la economía a la par de la recuperación de actividad, del consumo, de la escasez de pesos y la estrategia oficial.
Los bancos ya se preparan para ofrecer productos que ajusten por Tamar más spread, que tendrá como atractivo que mantendrán valor constante.
¿Qué ven? En primer lugar, lo conocido de la recuperación del crédito. Pero a la par, a algunos empieza a preocupar la relación de los préstamos con los depósitos. Así como los créditos bancarios se duplicaron este año, liderados por los personales, los depósitos en pesos no lo hicieron en igual proporción. Hace un año, en diciembre de 2023, el ratio promedio era de 49% de los depósitos. Pero en noviembre pasado, esa proporción trepó a 70 por ciento.
Si bien el mercado ha quedado sumamente líquido en dólares por efecto del blanqueo, duplicándose también los depósitos en los bancos, en pesos todavía no sucedió.
La posibilidad de una nueva tasa de referencia, que remunere colocaciones con un spread adicional a la Tamar, alienta a un sector del mercado para financiarse con nuevos instrumentos y ofrecer retribución superior a las de plaza.