Una pequeña joya medieval escondida en el corazón de Italia: entre murallas históricas y paisajes impresionantes

Enclavado en el corazón de Ciociaria, en la provincia de Frosinone, Collepardo es uno de esos destinos que parece resistirse al paso del tiempo. Este pintoresco pueblo, rodeado por las montañas Ernici, es una joya medieval que enamora a sus visitantes con su arquitectura histórica, sus paisajes naturales que quitan el habla y un tradición culinaria palpable por las calles. Esta villa invita a vivir la verdadera de Italia, lejos de las multitudes turísticas, sumergiéndose en la historia, el arte y la cultura de un lugar lleno de encanto.

Un viaje al pasado medieval italiano

Para ahondar en la historia de Collepardo, hay que remontarse a la Edad Media cuando la población se convirtió en un centro defensivo y estratégico. Aún hoy sus murallas medievales conservan esa majestuosidad de un tiempo pasado que permiten imaginarse cómo era la vida en esos años. Caminar por sus calles estrechas y empedradas llevan al visitante a pensar que en la próxima esquina le estará aguardando un caballero. Un paseo por esta aldea es como recorrer un museo al aire libre, cada rincón parece contarse una historia. Las casas de piedra, las plazas escondidas y los callejones en ascenso transportan a otro época, lejos de la rutina diaria.

Uno de los puntos más destacados de Collepardo es la Iglesia de San Rocco, una auténtica joya del arte sacro que se alza en pleno centro del pueblo. Este edificio religioso construido entre los siglos XV y XVI, está dedicado a San Rocco (como podemos intuir por su nombre), el patrón de los peregrinos y los afectados por la peste. Su arquitectura sencilla, típica de las construcciones montañesas, resalta por su fachada sobria y su interior iluminado por una ventana superior. En su altar, una estatua de madera dedicada al santo, con su cayado de peregrino y el perro que lo acompaña, hace alusión a la devoción popular de la época. Es un lugar de culto y tradición, profundamente arraigado en la vida espiritual del pueblo.

Collepardo, Italia. (Adobe Stock)

Una naturaleza espectacular: las cuevas de Bambocci

Más allá de su patrimonio arquitectónico único, Collepardo es un destino natural que invita a explorar. Las montañas Ernici y el paisaje circundante son ideales para quienes disfrutan del senderismo y las actividades al aire libre. Una parada obligatoria son las Cuevas de Regina Margherita. Estas formaciones de piedra caliza, esculpidas por la acción del agua a lo largo de los años, crean un entorno único, con estalagmitas y estalactitas que adoptan formas casi humanas. El nombre Bambocci hace referencia a la figura de pequeñas marionetas o muñecos, que se pueden reconocer entre las extrañas formaciones de las rocas.

Además de las cuevas, el territorio de Collepardo alberga varios miradores desde los cuales se pueden admirar vistas impresionantes de las montañas y los valles circundantes. Estas rutas panorámicas permiten al visitante disfrutar de la tranquilidad y belleza del paisaje, sin el bullicio de los destinos más concurridos.

Tradición y gastronomía

Collepardo no sólo destaca por su historia y naturaleza, también es un lugar de fiestas y tradiciones que reflejan la vida rural italiana. Hay dos eventos que los habitantes de esta localidad tienen marcado en su calendario: la fiesta de San Rocco, celebrada el 16 de agosto, y el Festival de los Fettuccine. El primero es un evento religioso donde destacan las misas solemnes, las procesiones y los actos que reúnen a la población.

El segundo es una celebración que resalta la rica tradición gastronómica de la villa. Durante este evento, se sirven deliciosos platos tradicionales como los fettuccine con setas porcini. Los visitantes también tienen la oportunidad de degustar sopas de legumbres, embutidos y quesos artesanales.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.