El informe oficial que cada año difunde el país para el Día Mundial del VIH/Sida, que se conmemora hoy estima en un 45% la proporción de argentinos en los que el diagnóstico está llegando más tarde que lo esperado para reducir las complicaciones asociadas con la enfermedad sin tratamiento. Y en seis de las 18 provincias con datos disponibles, la cifra supera el 50%. De ahí que hospitales y otras instituciones que trabajan en la prevención, la detección y la atención de la enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) insistan, una vez más, en no subestimar el testeo para la detección oportuna.
Desde hoy, de hecho, ofrecen tests rápidos, sin costo, a la población en distintos puntos del país. Es que sus referentes coinciden no solo en la importancia de facilitar el acceso a la prueba para no demorar el diagnóstico y el tratamiento, sino también en señalar la baja demanda de parte de la población para alcanzar esa meta.
“Casi 50% de las personas que llegan al diagnóstico lo hacen tarde”, sostuvo Miguel Pedrola, director científico de AIDS Healthcare Foundation (AHF) Argentina a propósito de datos locales de la entidad, que se suma a los puntos en el país que estarán ofreciendo el testeo rápido sin costo. Mañana, de 9 a 13, el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) –Av. Córdoba 2351–, hará una jornada de testeo y orientación sobre VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
Con un pinchazo en el dedo, en unos 15 minutos, se puede saber el resultado. Si es positivo, se orientará a la consulta en servicios de infectología para terminar de confirmar el diagnóstico. Cuanto antes se inicia el tratamiento, menos son las complicaciones que puede causar el virus.
La síntesis con la que el Ministerio de Salud de la Nación actualizó los datos nacionales indica que hay 140.000 personas que viven con VIH en el país. Y, como recordaron desde la División Infectología del hospital de la UBA, un 13% de esa población desconoce que contrajo el virus, “lo que aumenta el riesgo de complicaciones a largo plazo y la posibilidad de transmitir la infección a otras personas”, insistieron.
Los números oficiales, que no difieren demasiado año a año, surgen de un software que genera una proyección al cruzar datos de la población y el sistema público de salud, donde se atiende al 65% de los pacientes. El año pasado, las provincias notificaron 6588 nuevos casos: un 45% diagnosticado tardíamente y en un 29% con enfermedad avanzada. Pero de 18 jurisdicciones con información disponible, solo cinco quedaron con una proporción de diagnósticos tardíos por debajo del promedio nacional: la ciudad de Buenos Aires (43,9%), Mendoza (35,1%), Salta (39%), Misiones (41%) y La Pampa (43,7%).
El resto está por encima del valor nacional, con seis en los que la mitad o más de los diagnósticos llegan tarde: Tierra del Fuego (60,3%), Neuquén (54,5%), Formosa (52,6%), Tucumán (54,1%), Santiago del Estero (51,2%) y provincia de Buenos Aires (50,1%). Mientras que en el interior bonaerense la infección se detecta tarde en el 46,2% de los casos, en el conurbano la porción sube al 52%.
En línea con esos datos, en el Hospital de Clínicas insistieron en que un 30-40% de los pacientes con VIH están llegando al diagnóstico “en una etapa avanzada de la enfermedad, cuando ya presentan infecciones o sus defensas están notablemente bajas”.
Para Vanesa Fridman, médica infectóloga de ese centro universitario, son “múltiples” las causas de la baja tasa de testeo y de que a casi una de cada dos personas con VIH se la diagnostique en un estadio avanzado: citó “la falta de acceso al sistema de salud, el estigma asociado a esta infección y la falsa percepción de que estas infecciones no son tan frecuentes”.
Sin embargo, en el país hay 68.709 personas en tratamiento antirretroviral solo en sistema público, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud a este mes. En ese tablero oficial de indicadores, la mayoría residen en la provincia de Buenos Aires, la Capital, Córdoba, Santa Fe, Salta, Mendoza y Tucumán.
Aumento
En el Centro Comunitario de Salud Sexual de AHF, en la Capital, los diagnósticos de las ITS, incluido el VIH, escalaron un 51,5% entre enero y septiembre con respecto al mismo período del año pasado.
“Si bien muchas personas no tienen presente la importancia del testeo por falta de difusión o porque consideran que no les va a pasar, lo cierto es que lo que más vemos es falta de accesibilidad, es decir, que puedan llegar tempranamente al diagnóstico sin esperar a tener algún signo o síntoma de la infección”, amplió Natalia Haag, directora nacional de Prevención y Testeo de la organización.
Para revertirlo, considera necesario multiplicar las vías de acceso al test rápido, con lugares no convencionales, como sitios públicos de paso, con días y horarios diferenciales.
“El sistema de salud funciona en días hábiles, por la mañana, cuando las personas van a trabajar y hay que pensar en términos preventivos: pedir el día en el trabajo para poder hacerse un test no es lo más frecuente –continuó Haag–. Tenemos que hacer más accesibles las campañas de difusión y testeo. Habrá personas que sigan teniendo algún miedo o estigma asociado al VIH, pero es importante insistir en que toda persona sexualmente activa debería hacerse la prueba una vez por año para acceder a un diagnóstico temprano. En la Argentina, es alto el número de diagnósticos tardíos y esto se podría evitar si todos tomáramos como hábito de rutina hacernos un test de VIH y de otras ITS”.
Fridman recordó que toda persona activa sexualmente debería testearse para VIH y otras ITS, como sífilis y hepatitis B: “Se recomienda que se incluyan en el control anual (se pueden realizar con la misma muestra de sangre), sin olvidar que el paciente tiene que estar al tanto de que se le va a realizar un test para VIH y autorizarlo. También se puede realizar el test con una punción en el dedo”. En este caso, como se dijo, un positivo “requiere confirmación con muestra de sangre”.
La infectóloga del Clínicas explicó que el tratamiento adecuado y oportuno “controla al virus (carga viral no detectable en suero), lleva a disminuir la posibilidad de complicaciones asociadas con la enfermedad y, por otra parte, a que el paciente no la transmita por vía sexual, que es la forma más frecuente”.
También, agregó, el virus puede pasar de la madre al recién nacido sin tratamiento y, por sangre, en los consumidores de drogas que comparten agujas u otros elementos.