LOSAIL, Qatar.– El viento insistente, de unos 30 kilómetros por hora y procedente del noreste, mantenía una fina nube de arena en suspenso. Los que llegaban al circuito de Losail miraban a lo lejos. Las banderas que anunciaban el gran premio y la blanca y morada con dientes horizontales de Qatar no podían descansar sobre los mástiles.
El sol calentaba, pero ese soplido molesto obligaba a utilizar abrigos. Nada que ver el ambiente con el del Gran Premio de Qatar del año pasado, que deshidrató y provocó situaciones cercanas al desmayo en varios pilotos. En la escuadra Williams, la seriedad y una cierta tensión en los rostros contrastaban con las expresiones de distensión, cierta alegría y confianza que había en las carreras anteriores a la de Brasil. Y se entiende después del choque en Las Vegas. Hay muchos objetivos en riesgo.
Tras la primera sesión de entrenamiento en Losail, James Vowles, el jefe del equipo Williams, explicó por qué Franco Colapinto había quedado 20º a 2,24 segundos del más rápido en ese momento, Charles Leclerc, de Ferrari. El plan, señaló, había sido conservar y cuidar los coches.
Aun así, Alex Albon había acabado en la 9ª posición con un tiempo de 1m23s161/1000, a 1,208 segundos de Leclerc.
Tres horas después, tras resultar 20º en la primera parte de la prueba de clasificación para la carrera sprint (corta) del sábado, Franco dio otras explicaciones en el “corralito” donde se reunieron los pilotos eliminados en la Q1. El bonaerense había quedado a 2,067 segundos del más veloz en esa porción, Lando Norris, de McLaren, que se quedaría con la pole position para la sprint. Por su parte, Albon situó su FW46 en la 12ª posición y pasó a la segunda fase, en la que finalmente sería eliminado.
Compacto de la prueba de clasificación para la carrera sprint
Jamás, en condiciones de pista seca, había estado Colapinto tan lejos de su compañero de equipo. Y así analizó ante ESPN lo sucedido: “No me sentí mal. Sentí que fue una vuelta más o menos buena. Tenía cosas como para seguir trabajando ahí dentro porque no conozco el circuito, pero estoy muy lejos y todavía no entiendo el porqué. Hay que seguir trabajando. Obviamente, la suspensión vieja y todas las partes viejas que tengo en el auto no ayudan en nada. Tengo mucha ida de trompa en curvas lentas y curvas de media velocidad; cuando le pido un poquito para acelerar más adelante, tengo mucho deslizamiento. Voy muy de trompa, así que me está costando meter más velocidad en las curvas, tener una buena velocidad mínima, y eso es muy importante. Hay curvas largas y es necesario tener una mínima alta. Así que es muy complicado. Hay que trabajar para entender qué hacer para mañana, así que está un poco complicado”.
Efectivamente, si un equipo quiere que sea más fácil para su piloto evitar trompos y salidas de pista peligrosas, la regulación del coche debe tender a que éste se deslice en el eje delantero, es decir, que se vaya de trompa. El asunto es no exagerar, y el piloto debe corregir sus trayectorias para compensar en parte esa tendencia, aunque, inevitablemente, en las curvas largas perderá mucho tiempo. El día se había complicado, pero al menos había transcurrido sin incidentes para Colapinto. Que, teniendo una personalidad tan competitiva, no estaba nada satisfecho.
En las semanas anteriores, desde que surgió la probabilidad de que Franco pasara al área Red Bull, siempre había algún detalle o información que permitía constatar un avance en las negociaciones. Unos días antes de Interlagos surgió la posibilidad de que fuera transferido a Alpine. El italiano Flavio Briatore, cuatro veces campeón mundial como jefe de equipo con Michael Schumacher (Benetton) y Fernando Alonso (Renault), y ahora dueño de un poder omnímodo en Alpine, manifestó claramente que hizo una consulta sobre la situación del argentino con Williams. Incluso se puede decir que el fin de semana del Gran Premio de San Pablo envió a un emisario de lujo para enterarse más: Bernie Ecclestone, que fue en el pasado socio de Flavio en emprendimientos. Esa vía, de momento, se ha cerrado.
Tampoco hubo novedades por el lado de Red Bull.
En el paddock de Qatar se comentaba que, en torno a la situación de Liam Lawson, piloto de Racing Bulls, y la imposibilidad, impulsada por Christian Horner, el jefe de Red Bull, de incorporar a Franco como compañero de Max Verstappen en 2025, hay una lucha de poder.
El asesor de pilotos de ambos equipos, Helmut Marko, que cobra su salario de Red Bull Holdings, la empresa propietaria de Red Bull, quiere que sea Lawson el que llegue a la escudería campeona de 2022 y 2023. Horner, en cambio, desea justificar el precio del posible pase de Colapinto y lo quiere en su equipo porque es mucho más mediático que Lawson y llegará con sus propios patrocinadores. Por ese motivo, y porque está pendiente un posible “arreglo” para que Sergio Pérez deje su puesto, la negociación está en la congeladora.
James Vowles declaró este viernes a la tarde que sigue el interés por Colapinto y que aún no puede haber definiciones por factores que no están bajo el control de Williams. Afirmaba también que el accidente de Franco en Las Vegas, para él, en nada reducía el valor del piloto en el mercado de pases. Añadía, como ya acostumbra, que si no se consigue butaca para él en 2025, será el conductor de reserva, se entrenará muy fuerte y volverá en 2026. Mencionaba como ejemplo el caso de Esteban Ocon, que estuvo un año sin correr en 2019 como suplente en Mercedes hasta que lo contrató Renault en 2020.
Hasta esta noche de Qatar Williams no había difundido comunicado alguno sobre el rendimiento del coche de Colapinto. Albon no se quejó del suyo, aunque señaló que había sido complicado poner en temperatura los neumáticos debido a una pista muy fría, en torno a 20° centígrados.
Vuelta de Franco Colapinto a bordo en Qatar
Este sábado se verá si Williams conseguirá reequilibrar el FW46 de Franco para que frene mejor y en las curvas pueda acelerar antes y más. Si la amplia diferencia de 7/10 entre el argentino y Albon en la Q1 se debe sólo a la puesta a punto, debería ser posible mejorar ese rendimiento. Lo importante, en todo caso, será la prueba de clasificación (15) para la carrera del domingo, posterior a la carrera sprint (11).
Es muy posible que Colapinto necesite un coche más equilibrado para recuperar su confianza y terminar de sanar aquella herida de Las Vegas que hoy, con esta puesta a punto de su auto, sigue abierta.