Acusado de formar un tándem para negocios espurios con el entonces presidente Alberto Fernández, el broker de seguros Héctor Martínez Sosa se negó hoy a responder preguntas ante la Justicia, pero presentó un escrito, con 16 anexos, que pidió que sean incorporados al expediente como parte de su defensa. Planteó que la acusación es “errada” y que los documentos que aportó “corroborarán [su] inocencia”. Además, defendió a su esposa, María Cantero, la histórica secretaria privada del expresidente, que también fue citada a declarar hoy.
Martínez Sosa debió presentarse esta mañana a declarar en indagatoria ante el juez federal Julián Ercolini y el fiscal Carlos Rívolo, que ayer indagaron ayer al expresidente Alberto Fernández.
Martínez Sosa llegó esta mañana a los tribunales de Retiro a las 9.45, 15 minutos antes de la hora a la que había sido citado. Fue una audiencia rápida porque tenía decidido que no iba a declarar ni a contestar preguntas. A las 10.30 había terminado.
Una motosierra para cortar lazos políticos
La lista de acusados incluye -además de al expresidente, a Martínez Sosa y a Cantero- al entonces presidente de Nación Seguros Alberto Pagliano, y a otros ex funcionarios como Gustavo García Argibay, Sebastián Diaz Bancalari, Fernando Arana, Carlos Soria y Mauro Tanos. Según el juez Ercolini, habrían montado un “mecanismo de direccionamiento” entre 2019 y 2023 para beneficiar a Martínez Sosa y otros brokers con contratos con el Estado nacional por montos multimillonarios.
En su escrito de 142 páginas, sin embargo, Martínez Sosa planteó los ejes de su defensa. Afirmó que cobró comisiones “por trabajos efectivamente realizados” y por montos que “nunca fueron mayores a las que se estila cobrar en el mercado asegurador”, dentro del marco de la ley “que rige a los productores, asesores y organizadores” del sector.
Martínez Sosa –acreedor de Fernández, según el expresidente detalló en las declaraciones juradas que presentó ante la Oficina Anticorrupción (OA)-, también sostuvo que jamás actuó de manera “coordinada y funcional” con funcionarios y brokers para montar y beneficiarse de un supuesto “esquema de recaudación y distribución de fondos públicos por medio del irregular direccionamiento en la contratación e intermediación de seguros tomados por distintas reparticiones públicas”
“Nada más lejos de la realidad”, sostuvo. Entre otros motivos, ejemplificó, porque las pólizas de Gendarmería se pagaron “con fondos privados y no públicos”, según indicó, en tanto que los contratos que se le adjudican durante la gestión de Fernández, “fueron lícitas y siguiendo una costumbre del mercado asegurador”, que además involucran a un total de “por lo menos 73 productores asesores de seguros”.
Martínez Sosa también reconoció que es amigo y acreedor de Fernández, que lo visitó varias veces en la Quinta de Olivos y que le regaló corbatas para sus cumpleaños, pero aclaró que “nunca” le regaló joyas, como trascendió, del mismo modo que sostuvo que conoce a Pagliano desde “hace muchos años porque ambos tenemos una trayectoria en el mercado asegurador”, pero que no influyó sobre él o en sus funciones al frente de Nación Seguros.
Junto con sus abogados, José María Salinas y Rodolfo Ferré, Martínez Sosa insistió en que Nación Seguros detalló que un total de 73 productores asesores de seguros aparecen vinculados a organismos públicos nacionales, aunque la Fiscalía sólo citó a algunos, en tanto que soslayó a otros. Pero el bróker no pidió que también cite a indagatoria a sus colegas, sino que los convoque como testigos. Eso permitirá, según él, “demostrar que la modalidad utilizada era absolutamente normal y lícita, y que, en consecuencia, la imputación que V.S. me hace también es errada e infundada”.
A lo largo de su presentación, sin embargo, Martínez Sosa evitó ahondar en el contenido de los teléfonos celulares que la Justicia secuestró durante los primeros pasos de la investigación. Entre otros, aquellos que reflejan los mensajes vinculados a las pólizas con concesionarios viales o con la Cancillería, como los que cruzó con su esposa, María Cantero, y ella, a su vez, con su jefe, el entonces Presidente.
“Tengo un problema están sacandole Cancillería a Hecky”, le escribió Cantero a Fernández, en alusión a un negocio de Martínez Sosa. “Están nombrando otro productor. Hecky va a hablar con Juan Manuel. Ya le sacaron algunas cuentas … La Campora armar broker. Pero Cancillería son nuestros”.
A continuación, Cantero le reenvió a Fernández un mensaje de Martínez Sosa: “Buen día! Ingresó en Provincia ART una carta de designación de Cancillería a favor de NET Broker. La firma Pablo Delgado, de la Secretaría de Coordinación y Planificación Exterior”.
¿Cuál fue la respuesta de Fernández? Apenas tres palabras: “Ya me ocupo”.
¿Qué pasó luego con el contrato de Cancillería? Quedó en manos de Martínez Sosa.
Ayer, al declarar ante el juez Ercolini y el fiscal Rívolo, Fernández dio su versión sobre lo ocurrido. “Faltaba muy poco tiempo, nueve u ocho meses para dejar el gobierno, y me anoticio de que en la Cancillería querían cambiar al asesor de seguros. Un caso muy parecido al de la ANSES. Entonces lo llamé al Canciller, y le pregunté si tenía algún problema con los seguros, porque estaban pidiendo un cambio de asesor. ´Yo no pedí nada´, me dijo el Canciller, que era Santiago Cafiero. Y le dije ‘fijate, porque algún pícaro debe estar queriendo hacer un negocio’”.
En el escrito que presentó hoy en los tribunales federales de Comodoro Py, Martínez Sosa aludió en apenas dos ocasiones a su esposa: “De ninguna manera las designaciones fueron direccionadas por mi mujer María Cantero, más allá que siempre se preocupó porque me fuera bien en mi trabajo, como es lógico”, argumentó en las páginas iniciales.
Ya en las “conclusiones”, el broker insistió en esa senda: “Si bien es cierto que tengo una relación de amistad con Alberto Fernández y que mi mujer María Cantero ha trabajado como su secretaria privada a lo largo de los 4 años durante los que fue presidente de la Nación, también es cierto que los clientes los conseguí en forma independiente”, para luego recordar sus 50 años de trayectoria, y su “servicio de excelencia”.