MAR DEL PLATA.– Pasó una semana y todavía no se sale del asombro. Golpes e insultos son inaceptables en el ambiente del golf. Y mucho más entre un jugador y ajenos al juego, como ocurrió en Links Pinamar, donde una mujer denunció que fue agredida por una pareja de golfistas que en medio de su partida les recriminó de la peor manera su presencia a la sombra de los pinos que acompañan uno de los laterales del Hoyo 7.
“Repudiamos lo ocurrido pero hay que aclarar que lo ocurrido excede el tema del golf”, dijo a LA NACION el director ejecutivo de la Asociación Argentina de Golf, Miguel Leeson, todavía sorprendido por la dimensión y alcances del caso que es comentario en cada club y cada cancha del país.
Siempre a partir del conocimiento que por medios han tenido del caso y el comunicado que hizo público el club donde ocurrió el episodio insistió que “es un hecho que excede lo deportivo” y que “nada tiene que ver con los conceptos de educación y respeto que tiene el golf”.
Hay una causa judicial que investiga la denuncia de Silvia Lopresti. El martes de la semana anterior se había acercado con una amiga a un sector de Links Pinamar a tomar mate, al costado del campo de juego. En declaraciones a medios aseguró que sintió que les lanzaban pelotas, ya que les caían cerca y repetidas. Hasta que se les acercó una pareja de jugadores: dijo que la golpearon con palo de golf y la insultaron, incluso con términos xenófobos. Así quedó registrado por un video que tomó un tercero. Así consta en el expediente que tramita en la Fiscalía N°4 de Pinamar, a cargo de Juan Pablo Calderón.
Desde la justicia se dispuso como primera medida imputar por lesiones agravadas a quienes Lopresti identificó como Mariano Girini y Celeste López. Es una pareja residente en Pinamar, donde tienen un comercio. Les prohibió acercamiento a la víctima, hasta tanto avance la investigación.
Leeson señaló que desde la AAG hay un seguimiento del caso que entienden por ahora como una cuestión del ámbito judicial. De todas maneras aclaró que llegado al caso puede haber algún tipo de intervención institucional desde el Tribunal de Disciplina, donde se evalúan aquellos casos que pueden implicar sanciones. Entre ellas, la suspensión de la matrícula del jugador en infracción.
Inédito e insólito
“Hace 40 años que juego al golf y nunca vi algo así”, aseguró el directivo, que recuerda situaciones que se pueden dar como parte del juego que hacen a diferencias entre deportistas, sea en competencia o compartiendo un campo de juego. Para el caso, aclaró, existen las sanciones deportivas.
Pero remarcó lo insólito y casi inédito que sería esto que se vivió en Pinamar, donde el enfrentamiento fue entre un golfista y una persona absolutamente ajena al juego. “Gran cantidad de canchas tienen acceso a público, como paseo o para ver el juego”, remarcó. La propia Lopresti aclaró que en su familia tiene varios jugadores de golf amateurs, por lo que entiende de las reglas y cómo moverse en el perímetro de una cancha.
De hecho varios de estos campos de juego tienen atractivos que acercan a muchos que nada tiene que ver con el golf. Por citar solo la zona donde ocurrió este caso, en Links Pinamar hay un recorrido muy importante con obras de arte, integradas al Parque Escultórico de Pinamar. Muy cerca de allí, el Golf Club de Cariló tiene su Jardín de Colibríes, otro atractivo que invita a la convivencia de turistas con jugadores. Y en estos y tantos otros, decenas de casas en el perímetro, que tienen sus patios directamente con salida casi al campo de juego.
“Se convive perfectamente”, insistió Leeson para remarcar que la reacción de los deportistas acusados va más allá de lo deportivo y remarcó que “fue un hecho de violencia que ocurrió en un campo de golf”. Deslindó responsabilidad del deporte en sí y del club donde todo sucedió.
En cuanto a posibles sanciones deportivas para los jugadores imputados, todo depende en principio de la resolución judicial del caso. En principio están suspendidos por Links Pinamar que decidió prohibirles la entrada hasta tanto se esclarezca el caso en tribunales. Si bien es un club que es parte de la AAG, la medida es de alcance solo para ese complejo y no obliga a que se ejerza en otros campos en los que los dos golfistas alcanzados quieran ingresar para jugar o competir.
Al final de ese camino recién podría llegar la intervención de la AAG que, frente a este tipo de hechos, tiene su dinámica con un Tribunal de Disciplina. Entonces se deberá evaluar el caso y luego brindar al infractor el derecho a defensa en el marco del debido proceso. ¿Sanciones posibles? Están establecidas en el código de la institución. Según el caso, las más duras pueden llegar hasta una suspensión por 99 años.
El comunicado del club
Anteayer, a través de un comunicado, desde Links Pinamar expresaron: “Ante las consultas recibidas por el hecho acontecido en nuestra cancha entre una jugadora, un jugador y una persona que se encontraba en las instalaciones, queremos compartir con nuestra comunidad que desde que tuvimos conocimiento del hecho se ha tomado la decisión de suspender el uso de la cancha a estos jugadores hasta que contemos con toda la información sobre el caso y las medidas tomadas tanto por la AAG como por la justicia”.
Y agregaron: “Nuestro Links no cuenta con socios pero recibe jugadores de todo el país y del mundo que practican este deporte con la ética y reglas que caracterizan esta actividad deportiva donde no son tolerados ni la violencia ni el racismo, ni cualquier agravio”.