Tras diversos atentados contra su vida y señales de alarma, el sábado por la noche fue asesinado el líder barrabrava de Rosario Central, Andrés Alejandro “Pillín” Bracamonte, lo que disparó una alerta en toda la ciudad por el temor a represalias. ¿En qué estado se encuentra la investigación? 

Según informó el Ministerio Público Fiscal de Rosario, pasadas las 21:45 horas del sábado fueron asesinados Bracamonte, de 53 años, y su mano derecha, Raúl Daniel Attardo, de 55 años.

A pesar de tener prohibida la entrada a cualquier evento deportivo en el país y estar procesado por lavado de activos, Bracamonte dirigió la barrabrava del canalla por más de 25 años. Según confirmó a El Cronista la senadora radical Carolina Losada, hoy por la mañana se dio en Rosario una reunión de funcionarios nacionales y provinciales. 

La secretaria de Seguridad de Nación, Alejandra Monteoliva, junto con otros funcionaros que responden a Patricia Bullrich mantuvieron un encuentro con el ministerio de Seguridad de la provincia, Pablo Coccocioni. Allí también estuvo presente el jefe de Gendarmería, Claudio Miguel Brilloni, y los distintos jefes de la fuerza de seguridad de la provincia y fuerzas federales para comenzar a dirigir la investigación. 

“El operativo para prevenir ese tipo de hechos (represalias) se está montando ahora, justamente la reunión tuvo que ver con eso, va a haber distintas situaciones y se corre peligro de venganza”, indicó Losada a este medio. 

Además, la excandidata a la gobernación adelantó que mañana va a haber una conferencia de prensa en la casa de gobierno de Santa Fe en Rosario. Allí estarán presentes el ministro de Seguridad de la provincia y posiblemente representantes de Bullrich. 

¿Cómo fueron los asesinatos? 

La investigación, que lleva la fiscalía Regional Segunda de Rosario a cargo de Alejandro Ferlazzo dio cuenta de los hechos ocurridos en la calle Reconquista al 700 en la ciudad de Rosario tras el partido que disputó el club local contra San Lorenzo de Almagro. 

Según diversos testigos de la zona, esa cuadra se encontraba sin luces de la calle y sin presencia policial a la hora de la ejecución. El Cronista consultó a la fiscalía si pudieron detectar una ausencia de efectivos en la zona donde ocurrió la masacre y afirmaron que todavía no se ha corroborado ni descartado este hecho. 

Según la fiscalía, los primeros indicios y datos recabados dan cuenta que las víctimas circulaban en un vehículo tipo camioneta Chevrolet S10. 

Allí Attaro era el conductor y Bracamonte viajaba en el asiento del acompañante cuando fueron interceptados por al menos dos personas que se trasladaban a pie y les realizaron múltiples disparos de arma de fuego, hiriéndolos de gravedad, para luego darse a la fuga del lugar. 

Algunas versiones de diversos testigos afirman haber visto tres personas y una moto y haber escuchado entre siete y diez tiros, pero esta versión no fue confirmada oficialmente. 

En este sentido, luego del ataque y en una calle en penumbras, las víctimas fueron auxiliadas por allegados que se encontraban en la zona y trasladados en vehículos particulares al Hospital Centenario de la ciudad de Rosario donde se los diagnosticó como fallecidos a consecuencia de múltiples impactos de disparos de arma de fuego.

¿Cómo sigue la investigación? 

Por el momento, el fiscal interviniente dispuso la comisión de un gabinete criminalístico para el relevamiento de la escena, solicitó chequear las imágenes captadas por las cámaras de seguridad públicas y privadas de la zona y tomar testimonio a toda persona que pueda aportar datos relevantes para la investigación.

 También se indicó que se realicen pericias fotográficas, levantamiento de rastros y croquis del lugar. En paralelo, se esperan los resultados de las autopsias correspondientes en el Instituto Médico Legal de Rosario.

“Al momento hay diversas tareas investigativas en curso y en reserva tendientes a la identificación de los autores y dilucidar la motivación del hecho”, indicaron desde la fiscalía y en este sentido indicaron que no podían adelantar nombres ni líneas de investigación para poder llevar la delantera. 

Entre las líneas de investigación se encuentran las diversas tentativas de homicidio que ya había sufrido Bracamonte, la última fue el 10 de agosto durante el clásico contra Newells. 

Ese día, en las inmediaciones de la cancha de central, dos gatilleros en moto quisieron matarlo en el Parque Alem.  Una bala le rozó la espalda. Otra lesionó a su pareja. Ambos terminaron en el Centenario, donde este sábado murió “Pillín”.

Además, también investigan la causa que se seguía en su contra por asociación ilícita y lavado de activos. 

Otro altercado que sigue la investigación se dio el 1° de octubre, cuando Central ganó de local a Vélez. Allí se habría dado un “entredicho” entre Samuel Medina, yerno del líder de Los Monos Ariel Máximo “Guille” Cantero, y gente que respondía a Bracamonte.

Algunos comentarios que trascendieron indican que fue por un intento de Medina, también llamado “Gordo Quique”, de “copar la barra” por una orden de arriba. Medina fue emboscado al salir del partido y fue asesinado de 16 disparos. El “Gordo Quique” murió en el acto. 

Durante el siguiente partido contra Banfield, en la popular tiraron bombas de estruendo y desplegaron una bandera en la cual se leía “Siempre mono, nunca sapo” -frase usada por La Doce- y “No respetamos a nadie”. Todas esas oraciones estaban acompañadas por las siglas LMQ que significa “La mafia quiqueña”, en alusión al apodo de “Gordo Quique” Samuel Medina.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.