La historia de un felino llamado Darius logró conmover a muchos usuarios de Facebook que conocieron su historia gracias al refugio de animales Chatons Orphelins Montréal, que como su nombre lo indica, está ubicado en la ciudad de Montréal, Canadá.
Los dueños del establecimiento tenían en el radar al gatito blanco con manchas negras debido a que llevaba aproximadamente dos años en las calles y presentaba heridas en su ojo y cuello. Pese a que vivía en un vecindario de Canadá, los expertos no pudieron atraparlo al conocer su caso porque logró escapar y los vecinos no solían prestarle mucha atención. Es así que deambulaba solo en busca de comida por los basureros y lugares deshabitados.
Aunque algunas personas se propusieron encontrarlo para brindarle ayuda, el animal buscaba la manera de huir y esto dificultó el proceso, pero un día reapareció en un balcón. “Le faltaba un ojo y tenía tanta hambre que buscaba comida por todos lados”, explicaron en la página web del refugio.
Una persona logró instalar una trampa para poder atraparlo y darle la atención adecuada; tras llevarlo al veterinario, descubrieron que necesitaba de varios cuidados porque estaba lleno de pulgas y parásitos.
En el diagnóstico que se le realizó en Chatons Orphelins Montréal, los veterinarios encontraron que, aparte de que no contaba con un ojo, su otro párpado estaba lacerado, se le dificultaba cerrar la boca, tenía infección en los oídos y los dientes, diarrea y salió positivo para el Virus de la Inmunodeficiencia Felina. Una enfermedad que se caracteriza por atacar los glóbulos blancos y leucocitos debilitando el sistema inmune de los gatos, cuyo contagio suele ser causado por mordeduras de otros animales y la leche materna, según MDS Veterinary Manual.
Al principio Darius tenía una actitud agresiva hacia los humanos, pero poco a poco logró adaptarse a los cuidados que se le brindaron en el refugio; las medicinas lograron que se recuperara de la infección, sus deposiciones fueron normales, lo que le ayudó a ganar la fuerza suficiente para someterlo a una cirugía en su ojo y dientes.
Sin embargo, tiempo después su salud se deterioró, por lo que le realizaron estudios que encontraron que tenía la presión arterial baja y sus niveles de azúcar eran altos, ya que presentaba un caso de diabetes cetoacidosis. Tras dos semanas, el felino logró recuperarse y no volvió a necesitar dosis de insulina, debido a que la situación se trató a tiempo. Aun así, se deben mantener ciertos cuidados en su alimentación para que no vuelva a presentar una recaída.
“Este pequeño luchador tuvo una vida de miseria errante, logró sobrevivir perdiendo un ojo y contrayendo FIV+ cuando fue atacado. Busca un pequeño lugar en el sofá con humanos cariñosos. Ahora está disfrutando de la vida y su personalidad de osito de peluche está saliendo”, contaron sus rescatistas en el posteo de Facebook, con el que buscan que sea adoptado por una familia.
Autor: Leidy Estefanía Rico Arboleda.