A pesar de que Donald Trump asumirá como presidente de Estados Unidos en enero de 2025, desde ayer, los mercados reflejaron optimismo y esto impulsó a los activos argentinos, sin embargo, también se espera que el ingreso neto de divisas del agro caiga, como consecuencia de la apreciación de la moneda estadounidense.
A favor, por la sintonía política, se espera que la Argentina encuentre en el líder republicano un aliado para renegociar el préstamo y los próximos desembolsos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que junto a otros compromisos implicará compromisos por más de u$s 25.000 millones en 2025.
Aun así, la victoria del político conservador estadounidense y la apreciación del dólar como consecuencia, en un contexto de políticas comerciales más proteccionistas y un renovado enfoque en la economía estadounidense, impacta directamente en el mercado de commodities.
Esto significa un riesgo para el objetivo de engrosar las reservas del Banco Central (BCRA), que el equipo de Luis Caputo necesita para avanzar con el programa económico y cumplir con la apertura del cepo al dólar que según declaró el presidente “está más cerca de lo que imaginan”.
En cambio, según los analistas, en un escenario de tasas altas y proteccionismo, se espera una suba del dólar a nivel global mientras el precio de las commodities como los productos de la agroindustria, que son los que mayor nivel de divisas ingresan al BCRA, baje.
Menos dólares ¿más inflación?
“Cuando el dólar se aprecia, los commodities -mayoritariamente cotizados en esta moneda- encarecen para los compradores de otras economías, lo que reduce la demanda y presiona a la baja los precios”, explicó a El Cronista Martin Mazza director de MM Investments.
“Esto golpea en especial a las economías emergentes que dependen de exportaciones de materias primas, como es el caso de Argentina, ya que ven reducirse su ingreso neto en dólares”, advirtió Mazza.
En línea, Javier Timerman, director de Adcap, señaló que “las políticas de Donald Trump a la Argentina no le convienen porque ponen foco en el proteccionismo, en la baja de impuestos y el agravamiento del déficit fiscal lo que va a traer tasas más altas porque la Reserva Federal se va a poner mucho más restrictiva respecto a la posibilidad de que se recaliente la economía y vuelva la inflación”.
En esa línea, agregó que este escenario genera presiones inflacionarias en países importadores de commodities, que deben pagar más por insumos críticos en términos locales. Por eso, para Argentina, la combinación de un dólar fuerte y precios de commodities deprimidos desafía aún más el panorama económico.
“Con menos ingresos en dólares, las exportaciones agrícolas, clave para el país, enfrentarán una desaceleración en su valor”, planteó Mazza y sostuvo que el contexto requiere estrategias de política económica que mitiguen estos efectos y fortalezcan la competitividad de las exportaciones en un mercado global volátil.
Frente a la política de incentivos para la relocalización de la producción en Estados Unidos en sectores industriales estratégicos, desde AmCham Argentina, la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina, indicaron que “esto puede reducir las oportunidades para proveedores argentinos de insertarse en la cadena de suministro estadounidense o dificultar la competitividad de productos argentinos en ese mercado”.
Además, la entidad agregó que la administración Trump tendrá un enfoque menos institucional y más transaccional en sus acuerdos, lo que puede complicar las relaciones comerciales con los países latinoamericanos. “La estrategia de reducir los déficits comerciales de los EE. UU. con dichos países puede llegar a impactar en los sectores exportadores argentinos que compiten en el mercado estadounidense”, detalló.
Ante un panorama desafiante, el ejecutivo de Adcap dijo que la baja en las commodities que se puede generar es “algo a monitorear” ya que puede sumar un “factor de presión” en la acumulación de reservas que “es lo que mira el mercado todos los días, si el Banco Central compra o no compra”.
Si bien marcó el riesgo latente, Timerman reconoció que este año el precio internacional no fue favorable pero más temprano que tarde, el sector liquidó.
En tanto, por el lado positivo, señaló que la relación Trump-Milei puede destrabar algún tipo de desembolso, pero también opinó que EE.UU. va a contribuir menos al multilateralismo lo que puede implicar desfinanciamiento de los organismos que Argentina necesita fondeo.