La victoria de Donald Trump en Estados Unidos ilusiona en Casa Rosada con la posibilidad de acelerar los tiempos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) aunque quienes conocen el organismo ponen paños fríos sobre esa idea y advierten sobre los reparos reales del directorio.

El miércoles, tras la confirmación de que Trump será quien asuma en enero próximo las riendas de la Casa Blanca, la titular del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva, lo felicitó por la “decisiva victoria” electoral. “En el FMI esperamos trabajar de manera constructiva con su administración en los próximos años”, escribió la economista búlgara en redes sociales.

El Gobierno de Javier Milei busca renegociar el programa vigente, de Facilidades Extendidas, por uno nuevo, todavía “a definir” en cuanto a las características, aunque el ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que un programa “normalmente” implicaría fondos frescos.

El programa vigente termina a fin de año y Gobierno y FMI deben acordar qué hacer con las revisiones restantes, que implican además desembolsos para cubrir los vencimientos remanentes, de u$s 800 millones. Los pagos de capital al FMI comienzan en 2026, pero antes de fin de año hay que definir cómo seguirá el esquema. 

¿Cuánto puede aportar Donald Trump desde la Casa Blanca? ¿Puede acelerar la aprobación de fondos frescos o la discusión sobre cuál será su uso? Quienes conocen el FMI, advierten sobre algunas particularidades de la relación Milei-Trump y el comportamiento real del organismo.

“Las reservas del FMI respecto a la actual política cambiaria no van a cambiar, pero Trump tiene muy poco aprecio por las opiniones técnicas. Trump tiene una personalidad ‘transaccional'”, detalló el ex representante argentino ante el FMI Héctor Torres. 

En ese marco, agregó que al magnate “sólo le interesan las opiniones técnicas si le ofrecen oportunidades de hacer “deals” (negocios); y este puede ser el caso”, señaló.

“Con Trump en la Casa Blanca, Milei tiene mejores posibilidades de negociar un “deal” a fin de que Estados Unidos haga valer su influencia para “ablandar” las objeciones técnicas del FMI. Lo que habrá que ver es ¿qué le pedirá Trump a cambio?”, planteó el ex negociador argentino.

El ex director del departamento del Hemisferio Occidental, Claudio Loser, es más escéptico sobre el efecto Trump. “No creo que influya demasiado. Quizás ayude en términos de una negociación más fluida, aunque lo dudo”, indicó.

“En cuanto a montos de la cooperativa que es el FMI no quiere demasiados desembolsos nuevos”, agregó sobre la posibilidad de que el republicano pueda empujar por un mayor apoyo para la Argentina. Uno de los limitantes es que la exposición del organismo al país ya es muy alta. 

Los analistas coinciden en que, de haber nuevos fondos, no alcanzarían para desarmar el cepo. Inicialmente el Gobierno había hablado de unos u$s 10.000 millones, pero para los analistas privados la cifra podría rondar -si llegan- los u$s 5000 millones.

Alineación geopolítica con Trump

De acuerdo con los representantes de la Cámara de Comercio de EE.UU. en Argentina (Amcham), el país “puede beneficiarse de la colaboración de Washington DC en las futuras negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y otros organismos bilaterales”. 

“La administración Trump probablemente impulse esta colaboración, siempre y cuando se mantenga una alineación estratégica en temas geopolíticos clave”, advirtió la entidad que dirige Alejandro Díaz.

De todas formas, aclaran que los tiempos los marca el Gobierno y la negociación con el organismo. “El proceso dependerá de la presentación de un nuevo programa sujeto a revisión por el staff del FMI, la incidencia del departamento del Tesoro entre los socios del board (directorio) del FMI y de la convicción de colaborar para que Argentina continúe su proceso de transformación y desarrollo”, indicaron. 

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.