Este verano, los mosquitos Aedes Aegypti, principales transmisores del dengue, serán más resistentes a los repelentes e insecticidas. Esto complicará aún más su control debido a su capacidad de adaptación.
A continuación, te explicamos cuáles fueron los resultados de la investigación sobre por qué estos mosquitos que transmiten el dengue se están volviendo resistentes a los insecticidas y qué acciones hay que tomar para mejorar la prevención, según los expertos de National Geographic.
¿Por qué los mosquitos del dengue van a ser más resistentes a los insecticidas?
Desde 1997, en Argentina se utilizan insecticidas piretroides, como la permetrina, para combatir al mosquito Aedes Aegypti. Sin embargo, el CONICET advirtió desde 2013 que estos productos ya no reducían la población de mosquitos de manera efectiva.
Investigadores del CONICET y la Fundación Mundo Sano estudiaron este fenómeno en localidades como Salta, Formosa y Misiones. En laboratorio, comprobaron que los mosquitos resistían dosis de piretroides hasta 10 veces más fuertes de lo habitual.
Según la bióloga Laura Harburguer, esta resistencia se debe a mutaciones genéticas, incluidas la nueva V410L y otras conocidas como F1534C y V1016I, resultado del uso intensivo de insecticidas.
Como alternativa, Harburguer sugiere el uso de pirimifosmetil, un compuesto eficaz en pruebas de laboratorio. Sin embargo, advierte que debe combinarse con otras medidas preventivas, ya que depender solo de insecticidas puede agravar el problema.
Estrategias para combatir la resistencia de los mosquitos Aedes aegypti
Frente a la creciente resistencia de los mosquitos Aedes Aegypti a los insecticidas, es fundamental implementar un enfoque integral en el control de estas poblaciones.
Esto implica tanto el uso de nuevos compuestos como el pirimifosmetil, como también la adopción de diversas estrategias que permitan reducir la transmisión del dengue.
Algunas de estas medidas incluyen:
- Control de criaderos: eliminar recipientes con agua estancada donde los mosquitos puedan reproducirse.
- Monitoreo y vigilancia: realizar inspecciones periódicas para detectar la presencia de mosquitos y sus criaderos.
- Educación comunitaria: informar a la población sobre la importancia de la prevención y las medidas a tomar para evitar la proliferación de mosquitos.
- Uso rotativo de insecticidas: alternar diferentes tipos de insecticidas para prevenir que los mosquitos desarrollen resistencia.
- Control biológico: implementar métodos naturales, como la introducción de depredadores que reduzcan las poblaciones de larvas.
Al adoptar estas estrategias de manera coordinada, se puede mejorar el control del dengue y proteger la salud pública en Argentina.
“Si el control se basa solo en un tipo de insecticida, su aplicación repetitiva va a generar resistencia y en unos años, si no hacemos un manejo integrado del vector, vamos a estar otra vez en la misma situación”, explica Harburguer.