Liam Payne, exintegrante de One Direction, falleció el 16 de octubre en Buenos Aires, víctima de una caída desde el balcón de su hotel. La tragedia que sacudió a sus seguidores y a su familia dejó además una estela de interrogantes que las autoridades intentan responder a través de una investigación exhaustiva. Entre tanto, Geoff Payne, su padre, llegó a la capital argentina apenas dos días después, con el corazón devastado, decidido a enfrentar el sombrío proceso de reconocimiento del cuerpo y las gestiones necesarias para la repatriación del cantante a Reino Unido.
El plan inicial era que el cuerpo de Liam regresara a Londres el 27 de octubre, cuando se realizarían las exequias en la Catedral de Saint Paul. Sin embargo, los procedimientos periciales necesarios para esclarecer los detalles del accidente extendieron el proceso. En las próximas 48 horas, el cuerpo será trasladado a una funeraria donde se completará el embalsamamiento, seguido por el acondicionamiento en un embalaje especializado para su transporte aéreo. Geoff, exhausto y agobiado, mantiene la esperanza de poder partir con su hijo el próximo fin de semana.
Desde que puso pie en Ezeiza, Geoff vive un periplo cargado de dolor. La primera parada, la Morgue Judicial de Viamonte 2151, lo enfrentó con la imagen de su hijo, un momento desgarrador que marcó el inicio de un recorrido que lo llevó por distintos puntos de la ciudad en un esfuerzo incansable por devolver a Liam a su hogar. El Hotel CasaSur, donde ocurrió la caída, se convirtió en el epicentro de la tragedia, y allí, frente al balcón desde el cual el intérprete cayó, su padre buscó también respuestas en silencio, mientras la investigación sigue su curso.
Los días son interminables para el hombre. Tras el reconocimiento, acudió a la fiscalía, a la comisaría y a una sucesión de reuniones donde las palabras se volvieron eco y el dolor, abismo. Una imagen en particular conmovió al mundo: el hombre, solo y abrumado por la tristeza, caminando desde su hotel hasta la comisaría para dar los últimos pasos en los trámites que le permitirán llevar el cuerpo de su hijo de vuelta al Reino Unido.
En tanto, con cada paso de la investigación, nuevas revelaciones comenzaron a develar la oscuridad que rodea el fatídico final de Liam. El pasado martes, un avance crucial arrojó luz sobre lo sucedido: los análisis forenses confirmaron la presencia de cocaína en el organismo del cantante, un hallazgo obtenido a partir de estudios exhaustivos realizados sobre muestras extraídas de su cuerpo.
Fuentes cercanas al expediente, en diálogo con Infobae, subrayaron la importancia de este descubrimiento, considerándolo un punto clave en el desenlace de la investigación. La confirmación de sustancias en el sistema de Payne da una nueva perspectiva a las circunstancias de su muerte y obliga a revisar bajo una nueva óptica las horas previas a la tragedia. La presencia de cocaína podría aportar pistas sobre el estado emocional y físico de Liam, lo cual podría haber sido determinante en los momentos previos a su caída desde el balcón del Hotel Casa Sur.
Este descubrimiento se suma a la minuciosa investigación que llevan adelante las autoridades, quienes centran sus esfuerzos en entender los detalles exactos de aquella noche y reconstruir los últimos momentos de Payne, un proceso que incluyó entrevistas y la revisión de cámaras de seguridad del hotel. El caso cobra matices más complejos, y el hallazgo forense promete ser un elemento determinante en la búsqueda de respuestas definitivas.
“Un joven talentoso y una familia desgarrada”, titularon algunos medios británicos. La noticia, que recorrió el mundo, deja no solo la pérdida de un artista querido, sino también el desgarrador testimonio de un padre en duelo, quien, con cada paso que da en suelo argentino, revive y lamenta la tragedia que hoy separa su vida en un antes y un después.