La interna del Partido Justicialista (PJ) ocupa la atención de la oposición más acérrima al gobierno de Javier Milei. La reorganización del espacio genera tensiones y provoca choques impensados como el de Cristina Kirchner con Axel Kicillof, hoy enfrentados a pesar de haber tenido durante más de una década una afinidad que parecía indestructible.
En ese contexto, en el que muchos dirigentes peronistas se mueven con un grado importante de incomodidad, Máximo Kirchner expresó su decepción porque -sugirió- hay gente alineada con el mandatario provincial que impulsa la candidatura de Ricardo Quintela, quien pelea con Cristina Kirchner por el liderazgo del PJ: “Sí, sí, se han juntado varios de la provincia de Buenos Aires. No lo tomo como una traición, no puedo explicar a los demás”.
En el mismo sentido, Máximo Kirchner recordó que “Cristina por Axel tenía una debilidad enorme” y consideró que “no se hacen esas cosas, no está bien, no está bien porque tenés que tener motivos políticos para decir ‘yo apoyo esto’, y tienen que ser realidades”.
“Les quiero decir que tampoco les va a salir bien, ya lo intentó Alberto (Fernández) el tema de las formas, empezó a pensar en él mismo, y salió mal”, advirtió en diálogo con Jorge Rial por Radio 10.
En otro fragmento de la entrevista, Máximo Kirchner admitió que tiene diferencias con el gobernador bonaerense por las “mezquindades políticas” que se generan en la búsqueda que tienen algunos de garantizarse lugares de poder. Y aclaró que, al contrario de lo que dicen, él no está al frente de un operativo desgaste contra Kicillof, sino que es víctima de una operación de ese tipo: “Me parece que es al revés el esmerilamiento, y es todo el santo día y el periodismo lo sabe”.
Para fundamentar su teoría, apuntó: “Los compañeros que se sumaron a los ministerios de Axel fueron a trabajar… sería bueno que uno diga, ‘me mandaron a hacer una zancadilla’, que no fue así. Yo no me manejo por resentimientos personales ni pienso la política en términos de dónde quedo yo, pero hay muchos que piensan, ‘¿dónde está mi lugar?’”.
El análisis de su relación con Kicillof fue extenso e incluyó un contragolpe contundente contra los principales laderos del gobernador bonaerense. “Todo este tema (que digan que busca desgastar al gobernador) no lo entiendo… Hay un método político del off, de operar sobre sectores del periodismo… Yo no comparto eso de andar dando vuelta por los medios todos los días”, cuestionó sin dar nombres, pero en una clara referencia a quienes rodean al mandatario provincial.
Luego consideró que con la situación económica y social que vive la Argentina, a partir de la política económica que despliega el gobierno de Milei, le parece un error distraerse con las peleas internas: “A mí nadie me escuchó hablar de listas, pero uno queda embadurnado porque otros lo hacen y termina todo como una tergiversación grande… Es una pena, porque a mí me llamás por teléfono y podemos debatir horas y horas, nunca le escapé a la discusión”.
Esas palabras fueron una especie de introducción para revelar que hace unos meses tuvo una reunión con Kicillof, que luego no cumplió algo que le había prometido: “Antes de que el gobernador viaje a Italia a ver al papa Francisco nos juntamos, estaban Wado de Pedro, Mariano Recalde y Lucía Cámpora; nos esperaban para un almuerzo muy rico (Carlos) Bianco, Agustina Vila, Axel y (Andrés) Larroque”.
“La charla tuvo idas y vuelta y el gobernador dijo, ‘apenas vuelvo de italia los llamo’ y no llamó. Entiendo que tiene sus tareas… Si no llamó, esta todo bien, no me ofendo. En cambio, hay gente que está para el sindicato de dirigentes políticos porque se quejan de cómo los tratan. Yo soy mucho más despojado, tenemos un objetivo que a mi entender sigue siendo el mismo y me muevo bajo esos márgenes”, concluyó.
La interna del peronismo
La competencia por la presidencia del Partido Justicialista (PJ) sobrevoló la entrevista de forma permanente. En otro tramo de la charla, Máximo Kirchner señaló: “Si hay elecciones, se votará y punto. El que esté convencido de que Quintela es una salida por cómo gobierna La Rioja, irá por ese lado, con un hombre de 66-67 años. Y estamos los que entendemos que Cristina (Kirchner) es la mejor para el momento”.
Instantes después lanzó un dardo envenenado: “Muchos de los que me decían a mí que quería el default (cuando no votó el acuerdo con el FMI), hoy acompañan un gobernador (Quintela) que se encuentra en estado de default en La Rioja… Yo no lo critico, pero a mí casi me matan por eso. Y hoy La Roja está en default”.
Más tarde retomó su mirada de que desde las filas de Kicillof apoyan al mandatario riojano. “Hay cosas que prefiero… a veces es mejor quedar como un pelotudo en los medios pero estar tranquilo. Eso de ‘si yo la apoyo a usted voy a ser sumiso’, flaco… hablá con alguien, no sé… Si uno va a ver siempre cómo queda uno, no es así, estás equivocado”, dijo en referencia a las especulaciones que -entiende- realiza el gobernador de la provincia de Buenos Aires para posicionarse políticamente.