La idea de que los hombres tienen menos tolerancia al dolor ha sido parte del imaginario popular durante mucho tiempo. Sin embargo, una reciente investigación científica comenzó a cuestionar esta creencia.
Los resultados que dio a conocer el sitio Muy Interesante sugieren que las diferencias entre hombres y mujeres son más complejas de lo que se pensaba, y que, en ciertos casos, los hombres podrían incluso ser más resistentes al dolor, debido a los siguientes factores:
- Biológicos y hormonales
- El sistema opioide endógeno
- Psicológicos y sociales
Las diferencias biológicas y hormonales entre hombres y mujeres
Las diferencias hormonales juegan un rol clave en la percepción del dolor entre hombres y mujeres. En las mujeres, las fluctuaciones hormonales vinculadas al ciclo menstrual afectan la sensibilidad al dolor, especialmente durante la fase lútea.
En este periodo, las mujeres pueden mostrar una mayor reacción a estímulos dolorosos. En cambio, en los hombres, la testosterona parece ofrecer cierto nivel de protección frente al dolor, lo que contribuye a una percepción reducida de este.
La investigación también señaló que el uso de hormonas exógenas, como los anticonceptivos, puede aumentar la susceptibilidad al dolor en algunas mujeres. Además, se halló una mayor prevalencia de dolor crónico en mujeres, lo que sugiere diferencias biológicas en cómo los sexos procesan y manejan el dolor a largo plazo.
El papel del sistema opioide endógeno en los diferentes sexos
El sistema opioide endógeno, que regula la respuesta natural al dolor, también muestra diferencias entre los sexos.
La investigación revela que, durante el dolor agudo, el cerebro masculino tiende a activar con más fuerza los receptores opioides, lo que podría explicar su mayor tolerancia en situaciones de dolor temporal. Además, el manejo del dolor con opioides farmacológicos varía según el sexo:
- Las mujeres pueden obtener un alivio más efectivo con ciertos analgésicos
- Los hombres responden mejor a otros.
Esta diferencia en la respuesta sugiere que los tratamientos deberían adaptarse a las características biológicas de cada paciente para optimizar el manejo del dolor de manera más efectiva.
Las diferencias psicológicas y sociales
Factores psicológicos y sociales también influyen en cómo hombres y mujeres experimentan el dolor. Las expectativas sociales de género sugieren que los hombres deben “soportar” el dolor sin quejarse, mientras que las mujeres pueden expresarlo más abiertamente.
Esta presión social puede hacer que los hombres reporten menos dolor del que realmente sienten. Además, los estudios señalan que:
- Las mujeres tienden a utilizar más estrategias de afrontamiento, como el apoyo social y la reinterpretación cognitiva
- Los hombres prefieren distraerse o ignorar el dolor.