El papa Francisco lanzó una fuerte opinión sobre el divorcio y sentó la posición de la Iglesia católica respecto al sacramento del matrimonio, en particular sobre aquellas familias que decidan separarse y tienen hijos.
En su catequesis diaria, el líder del Vaticano pidió a los cónyuges que se encuentran en crisis que “invoquen al Espíritu Santo para que cambie el agua de la costumbre en una nueva alegría de estar juntos” y precisó que “Dios dará respuestas” en las crisis familiares.
¿Qué dice la Iglesia católica sobre el divorcio?
El papa Francisco explicó que el matrimonio cristiano “es el sacramento del hacerse don, el uno para la otra, del hombre y la mujer. Por tanto, la pareja humana es la primera y más básica realización de la comunión de amor que es la Trinidad”.
En este sentido, remarcó que “los cónyuges deben formar una primera persona del plural, un ‘nosotros'” al tiempo que utilizó una metáfora para graficar la importancia de la familia: “Qué hermoso es oír a una madre decir a sus hijos: ‘Tu padre y yo’ y escuchar a un padre decir: ‘Tu madre y yo’, casi como si fueran una única persona”.
Por último, para enfatizar su postura, el jefe del Vaticano remarcó que “los hijos necesitan de esta unidad y que sufren muchos los hijos padres se separan”.
El papa Francisco lanzó una fuerte crítica contra el divorcio.
¿Por qué el papa Francisco criticó el divorcio?
El obispo de Roma remarcó que “los matrimonios construidos sobre arena están a la vista de todos” y enfatizó que los hijos son quienes “pagan el precio y sufren por la separación o por la falta de amor de sus padres”.
Por eso, el papa Francisco remarcó que hay que darle un lugar al Espíritu Santo, ya que su obra “renace la capacidad de entregarse”. Así, pidió a las familias que se aferren a Dios “quien realiza, en el plano espiritual, el milagro que Jesús realizó en aquella ocasión, a saber, cambiar el agua de la costumbre en una nueva alegría de estar juntos”.
“No es una ilusión piadosa es lo que el Espíritu Santo ha hecho en tantos matrimonios, cuando los esposos se decidieron a invocarlo. Hay un dedo que se debe poner entre marido y mujer. Es precisamente el dedo de Dios”, cerró.
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La Biblia: evangelio del 23 de octubre
Lucas 12: 39-48
“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre’.
Entonces Pedro le preguntó a Jesús: ‘¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?’
El Señor le respondió: ‘Supongan que un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre con el encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso ese siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene.
Pero si ese siervo piensa: ‘Mi amo tardará en llegar’ y empieza a maltratar a los otros siervos y siervas, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma suerte de los desleales.
El siervo que conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho; y al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más'”.