En la era de Internet y las redes sociales, las personas tienen la posibilidad de acceder a la información que desean en cualquier momento y lugar desde sus teléfonos móviles. Sin embargo, esta revolución tecnológica de las comunicaciones también impulsó la irrupción de nuevos fenómenos negativos como el doomscrolling.
El doomscrolling es un acto compulsivo que consiste en destinar mucho tiempo a leer malas noticias a través de las pantallas. Es una navegación que puede extenderse horas en busca de noticias alarmantes o que sentimos como una amenaza para nuestra salud y planes a futuro
Tal como indica Harvard Health Publishing, de Harvard Medical School, este fenómeno fue una de las palabras del 2020 para el Oxford English Dictionary, ya que cobró relevancia durante la pandemia. No obstante, cuatro años más tarde, todavía representa una amenaza para la salud mental.
Según Mayo Clinic, la exposición a redes sociales tienen una importante vinculación con la propagación del doomscrolling. En el pasado, la búsqueda de información se limitaba a la duración de los noticieros y a la cantidad de páginas de los periódicos. En cambio, en la actualidad, estas plataformas están disponibles en los teléfonos móviles de las personas, por lo que pueden ser consultadas a toda hora.
Por otro lado, las redes sociales muestran publicaciones nuevas todo el tiempo y, al aprender del comportamiento de los usuarios, ofrecen contenidos similares. De esta manera, consumir noticias inquietantes, desalentadoras y angustiantes se vuelve inevitable, lo que, según la doctora Sanam Hafeez puede tener un impacto negativo en el cerebro humano.
Cómo afecta el doomscrolling al cerebro humano
Además de ser la fundadora y directora de Comprehensive Consultation Psychological Services, la neuropsicóloga Hafeez brinda evaluaciones neuropsicológicas educativas y de desarrollo en su consultorio. También trabaja con niños y adultos que sufren de trastorno de estrés postraumático, discapacidades de aprendizaje, autismo, problemas de atención y memoria, trauma y lesión cerebral, abuso, desarrollo infantil y psicopatología.
Al propósito del doomscrolling, la experta afirmó a PureWow que “vivir en un flujo constante de noticias negativas puede afectar la función cerebral y la salud mental”. De esta manera, señala que algunos de sus efectos en el cerebro humano pueden ser:
- Aumento de los niveles de ansiedad: puede activar la amígdala, el centro del miedo del cerebro, y la respuesta de lucha o huida, además de infundir una sensación de urgencia o de temor.
- Desensibilización: puede volverse insensible a los estímulos emocionales, lo que puede perjudicar su capacidad de empatizar y preocuparse por los demás.
- Mensajes cognitivos negativos: puede crear una visión del mundo más pesimista que distorsiona la realidad y hace que los desafíos parezcan insuperables.
- Desregulación de la dopamina: puede desencadenar la liberación de dopamina, lo que en última instancia causa angustia en lugar de satisfacción.
- Sueño interrumpido: puede dificultar y reducir la duración del sueño tanto por la luz azul de la pantalla como por el contenido estimulante, lo que exacerba el estrés y la ansiedad.
La doctora Sanam Hafeez explicó que la duración de los efectos depende de factores como las experiencias pasadas o el tipo de contenidos que se consumen. “Si usas tu teléfono para estar al día con los eventos actuales, por ejemplo, hay evidencia de que tu frecuencia cardíaca aumenta y puedes experimentar niveles elevados de cortisol, un marcador común de estrés o ansiedad, a los pocos minutos de ver los medios”, sentenció, y agregó que volver al estado inicial puede llevar entre 30 y 90 minutos.
Por otro lado, Mayo Clinic añade que el doomscrolling puede afectar el estado de ánimo a través de la procrastinación del sueño, el empeoramiento de la salud social y la tendencia a realizar menos ejercicio físico.
Cómo evitar los efectos del doomscrolling
Para regular el estado emocional, Hafeez sugiere salir a caminar, hacer ejercicios de respiración profunda, meditar o cualquier otra actividad relajante. “Si has estado usando tu teléfono para estar al tanto de las noticias, ponerte en contacto con tus amigos o seguir a celebridades en las redes sociales, tomarte un descanso puede ayudar a tu cuerpo a recuperarse y llegar a un mejor estado mental”, expresó.
Por su parte, Harvard Health Publishing recomienda imponer ciertos límites:
- Revisar el estado de ánimo: se trata de dejar de navegar por las redes sociales cada cinco o diez minutos para evaluar cómo se siente uno mismo.
- Establecer un límite de tiempo: hace referencia a decidir cuánto tiempo se pasará en línea partir de los registros de estado de ánimo.
- Utilizar un recordatorio: se basa en implementar aplicaciones que controlan el tiempo que se pasa en pantalla y limitan el acceso a las aplicaciones luego de un período determinado.
- Reemplazar Internet por actividades saludables: consiste en pensar qué comportamientos se dejaron de lado debido al tiempo que se pasa en las pantallas y considerar volver a adoptarlos.